Una goleada en 90 minutos.
Soy Inés, tengo 42
años, casada jovencita tenemos un hijo de 19 años. Soy delgada, pelo liso
castaño, buen estado y fogosa.
Jamás engañe a mi
marido, porque no tuve necesidad, pues el me basta por completo.
Fuimos de excursión
a la montaña los tres, con tres amigos de mi hijo de similar edad. Una gran
cabaña, pero como tantas otras de la montaña, tenia todos los ambientes
comunicados, sin puertas. Poco espacio quizás para los siete, y menos para
tener intimidad. Así nos arreglamos y ya llevábamos una semana compartiendo
esas hermosas vacaciones.
Ellos salen casi
todos los días, y por las noches juegan y ven películas, casi todas
condicionadas, por lo que yo solo miro de reojo y los dejo hacerse la croqueta
tranquilos. Hoy se han ido mi marido,
mi hijo y dos de ellos al puesto vecino, porque juegan en Japón, Barcelona y
Santos. Como no captamos señal y solo vemos Dvd, no les quedaba otra que ir a
ver su equipo favorito.
Tan solo quedo Hernán,
el distinto,… distinto porque prefiere jugar al ajedrez que andar pateando
pelotas, distinto porque tiene una mirada dulzona que atrae y es muy alegador.
Cuando ellos
partieron, yo recién me levantaba, así que comencé a poner algo de orden en el
living donde dormían los chicos, todos tirados en colchonetas y sillones. Ropa
por todos lados y desorden por donde se mire.
No me percate, que Hernán,
no dormía, pues así pensaba yo, y muy livianita de ropas, con mi salida de
cama, sin sostén, sin bragas, andaba mostrándole sin saber, mis curvas y partes
íntimas.
No tenia nada
debajo de mi batita porque me había acostado desnuda, esperando que mi esposo
se decidiera a hacer algo, ya que veníamos de todos esos días sin sexo, pues
como dije, no había intimidad en la casona, y el temía que los chicos vieran
algo. Así que solo puesta mi batita, era buen panorama para Hernán desde su
silloncama.
Fue en unir y venir
que me percate que su polla estaba endurecida, y lentamente el se la manoseaba
disfrutando un suave masaje, asumiendo yo que se pajeaba por mi. Eso me puso a mil. Subí un par de escalones
decidida a desaparecer de allí y vestirme, pero mi instinto hizo que volteara
la cara para ver por última vez aquel hermoso ejemplar de polla que tenía el
muchacho.
Fue como un shock,
pues baje los mismos escalones que había subido…. Sin detener la marcha, fui
acercándome a Hernán, que seguía haciéndose el dormido, pero sin soltar su
pedazo.
Me acerque, cuando
el abrió los ojos, mirándolo le di un beso en la boca, lo abrace, nos besamos
por unos minutos, hasta que con una mano tome su verga a tiempo que le decía….. -Se que estas
despierto Hernán, que me has estado mirando. Yo también he visto lo que hacías
y lo que tienes en manos.
-
Si quieres mirarla bien, hazlo, pero déjeme verla
desnuda señora Inés.
-
Nada lo impide Hernán, no es nada malo, mirar y
tocar……
Mi mano sintio aquella piel
aterciopelada del miembro joven del muchacho, su dureza, su carne dura y
joven….. Pase la mano desde sus testículos levantándole la polla por forma
emblemática….. al tiempo el, paseo sus manos por mis tetas con una libertad
absoluta.
Me incline sobre su cuerpo, porque mi limite me dejaba ir por mas, no
podía perdérmelo, y me meti aquel chupetín en la boca….. el paso una des sus
manos por mi entrepierna y cuando sintió que yo se la chupaba, jugueteo con mi
clítoris…..recorriendo mi vagina con sus dedos.
-
Ahh, sabes donde nos gusta a nosotras, Hernán….
Su verga presentaba una enorme erección por lo
que comencé a chuparla de una manera deliciosa dado vueltas a su glande con mi
lengua. Me detenía dejándola entrar hasta lo profundo de mi garganta para luego
lamerla de arriba abajo, con pequeños chuponcitos en el glande.
-
Y tu la chupas muy rico Inés….. déjame chuparte
toda, por favor.
Me tiro al suelo en la colchoneta, dejándole yo hacer lo que resulto un festín
de besos y lengua. No dejo un solo centímetro de mi cuerpo sin recibir sus
besos. Recorría con lengua mis largas
piernas, hasta llegar a mi vagina, se detenía, olía, contemplaba su palpitante
estado y lamia. Mi vulva dejo salir abriendo los labios a un apretado botoncito
rosa, que su deliciosa lengua comenzó a
enloquecer, y toda mi humanidad se quebró ante sus caricias a mis senos. Un pellizco mas a mis pezones y entraría en éxtasis.
Me puso tan caliente, pero tan caliente, que fui yo la que apoyo una
pierna sobre el sofá abriendo las piernas, le ordene con suavidad…… - cógeme Hernán,
cógeme por favor…..
El muchacho se arrodillo entre mis piernas, levanto con sus manos mi
trasero, llevando su pedazo a golpear mi conchicta semi abierta….. la refregó
una vez, otra vez, pero no coincidía con la entrada, por lo que mi
desesperación hizo que tomara su polla y la guiara hacia mi felicidad.
La metió lentamente, estremeciéndome locamente en un sofocón de lujuria
y deseo….. mi mente sabia que eso no era correcto, que estaba mal, prohibido,
pero eran las mismas razones que me empujaban a querer hacer lo prohibido, lo
que estaba mal, lo incorrecto…… pero inmensamente placentero.
Su bombear me llevo al primer orgasmo, he intente darle placer
moviéndome como una perra, mas el embistió con creces y me saco otro orgasmo
que me hizo gritar de placer…….
En esa misma posición, comenzó a girar mi pierna levantada, lentamente,
hasta que me tuvo de costado, cogiéndome con una sincronización, que me
derretía a mares. Llevo más allá mi
pierna, hasta hacerme gemir de goce, cada vez más, hasta que me tuvo en cuatro
patas.
Me jalo desde las tetas, desde los hombros, de
la cadera, de los pelos, abriéndome las piernas….. me confundió tanto sentirme
tan bien cogida, que por nada del mundo podría arrepentirme.
De pronto me la saco, y comenzó a buscar esas poses que aprendió en las
películas, se sentó y me tuvo clavada arriba, mientras mordía mis tetas, así lo
hizo poniéndome de frente y de espalda. Yo comencé a perder la razón, ya no podia
saber si me estaba orgasmando o muriendo de placer.
Ya ambos semi parados, me estaba partiendo en dos, con las piernas sobre
el sillón, me metió el dedo en el culito, por lo que grite una catarata de
epítetos y brotaron de mi una cascada de flujos orgásmicos. Llore asustada,
porque nunca había sentido una cosa igual. Fue cuando comprendí aquello de que
una debe estar bien caliente para tener sexo anal….. evidentemente nunca lo había
yo estado, pero Hernán lo había conseguido…..
Quise pedirle que me rompiera el culo virgen, pero no me salían
palabras….. el me follaba y follaba con una dulce energía que me seguía matando
de placer……
Así se acabo, dentro de mi conchita….. temblando, con escarceos de
caballo desbocado…. Atornillado a mi cuerpo….. ambos jadeando, sudorosos….
Sorprendidos.
El entro a la ducha cuando yo salí, nos dimos un dulce beso, como el que
nos dimos al separar nuestros cuerpos.
Barcelona era campeón
intercontinental por goleada.
Cuando el salió, lo abrace con
cariño, lo bese…..y tan solo dije…..
– Esto puede terminar aquí…. Si lo
prefieres. Pero si quieres una amante…..
cuenta conmigo.