Felicies intercambiantes

lunes, 19 de diciembre de 2011

Una goleada en 90 minutos.


Una goleada en 90 minutos.





   Soy Inés, tengo 42 años, casada jovencita tenemos un hijo de 19 años. Soy delgada, pelo liso castaño, buen estado y fogosa.


   Jamás engañe a mi marido, porque no tuve necesidad, pues el me basta por completo.


   Fuimos de excursión a la montaña los tres, con tres amigos de mi hijo de similar edad. Una gran cabaña, pero como tantas otras de la montaña, tenia todos los ambientes comunicados, sin puertas. Poco espacio quizás para los siete, y menos para tener intimidad. Así nos arreglamos y ya llevábamos una semana compartiendo esas hermosas vacaciones.


   Ellos salen casi todos los días, y por las noches juegan y ven películas, casi todas condicionadas, por lo que yo solo miro de reojo y los dejo hacerse la croqueta tranquilos.    Hoy se han ido mi marido, mi hijo y dos de ellos al puesto vecino, porque juegan en Japón, Barcelona y Santos. Como no captamos señal y solo vemos Dvd, no les quedaba otra que ir a ver su equipo favorito.


   Tan solo quedo Hernán, el distinto,… distinto porque prefiere jugar al ajedrez que andar pateando pelotas, distinto porque tiene una mirada dulzona que atrae y es muy alegador.


   Cuando ellos partieron, yo recién me levantaba, así que comencé a poner algo de orden en el living donde dormían los chicos, todos tirados en colchonetas y sillones. Ropa por todos lados y desorden por donde se mire.


   No me percate, que Hernán, no dormía, pues así pensaba yo, y muy livianita de ropas, con mi salida de cama, sin sostén, sin bragas, andaba mostrándole sin saber, mis curvas y partes íntimas.


   No tenia nada debajo de mi batita porque me había acostado desnuda, esperando que mi esposo se decidiera a hacer algo, ya que veníamos de todos esos días sin sexo, pues como dije, no había intimidad en la casona, y el temía que los chicos vieran algo. Así que solo puesta mi batita, era buen panorama para Hernán desde su silloncama.


   Fue en unir y venir que me percate que su polla estaba endurecida, y lentamente el se la manoseaba disfrutando un suave masaje, asumiendo yo que se pajeaba por mi.  Eso me puso a mil. Subí un par de escalones decidida a desaparecer de allí y vestirme, pero mi instinto hizo que volteara la cara para ver por última vez aquel hermoso ejemplar de polla que tenía el muchacho.


    Fue como un shock, pues baje los mismos escalones que había subido…. Sin detener la marcha, fui acercándome a Hernán, que seguía haciéndose el dormido, pero sin soltar su pedazo.


   Me acerque, cuando el abrió los ojos, mirándolo le di un beso en la boca, lo abrace, nos besamos por unos minutos, hasta que con una mano tome su  verga a tiempo que le decía….. -Se que estas despierto Hernán, que me has estado mirando. Yo también he visto lo que hacías y lo que tienes en manos.


-          Si quieres mirarla bien, hazlo, pero déjeme verla desnuda señora Inés.


-          Nada lo impide Hernán, no es nada malo, mirar y tocar……


Mi mano sintio aquella piel aterciopelada del miembro joven del muchacho, su dureza, su carne dura y joven….. Pase la mano desde sus testículos levantándole la polla por forma emblemática….. al tiempo el, paseo sus manos por mis tetas con una libertad absoluta.


   Me incline sobre su cuerpo, porque mi limite me dejaba ir por mas, no podía perdérmelo, y me meti aquel chupetín en la boca….. el paso una des sus manos por mi entrepierna y cuando sintió que yo se la chupaba, jugueteo con mi clítoris…..recorriendo mi vagina con sus dedos.


-          Ahh, sabes donde nos gusta a nosotras, Hernán….


 Su verga presentaba una enorme erección por lo que comencé a chuparla de una manera deliciosa dado vueltas a su glande con mi lengua. Me detenía dejándola entrar hasta lo profundo de mi garganta para luego lamerla de arriba abajo, con pequeños chuponcitos en el glande.


-          Y tu la chupas muy rico Inés….. déjame chuparte toda, por favor.


  Me tiro al suelo en la colchoneta, dejándole yo hacer lo que resulto un festín de besos y lengua. No dejo un solo centímetro de mi cuerpo sin recibir sus besos.  Recorría con lengua mis largas piernas, hasta llegar a mi vagina, se detenía, olía, contemplaba su palpitante estado y lamia. Mi vulva dejo salir abriendo los labios a un apretado botoncito rosa, que su deliciosa lengua  comenzó a enloquecer, y toda mi humanidad se quebró ante sus caricias a mis senos.  Un pellizco mas a mis pezones y entraría en éxtasis.


    Me puso tan caliente, pero tan caliente, que fui yo la que apoyo una pierna sobre el sofá abriendo las piernas, le ordene con suavidad…… - cógeme Hernán, cógeme por favor…..


   El muchacho se arrodillo entre mis piernas, levanto con sus manos mi trasero, llevando su pedazo a golpear mi conchicta semi abierta….. la refregó una vez, otra vez, pero no coincidía con la entrada, por lo que mi desesperación hizo que tomara su polla y la guiara hacia mi felicidad.


   La metió lentamente, estremeciéndome locamente en un sofocón de lujuria y deseo….. mi mente sabia que eso no era correcto, que estaba mal, prohibido, pero eran las mismas razones que me empujaban a querer hacer lo prohibido, lo que estaba mal, lo incorrecto…… pero inmensamente placentero.


  Su bombear me llevo al primer orgasmo, he intente darle placer moviéndome como una perra, mas el embistió con creces y me saco otro orgasmo que me hizo gritar de placer…….


   En esa misma posición, comenzó a girar mi pierna levantada, lentamente, hasta que me tuvo de costado, cogiéndome con una sincronización, que me derretía a mares.  Llevo más allá mi pierna, hasta hacerme gemir de goce, cada vez más, hasta que me tuvo en cuatro patas.


 Me jalo desde las tetas, desde los hombros, de la cadera, de los pelos, abriéndome las piernas….. me confundió tanto sentirme tan bien cogida, que por nada del mundo podría arrepentirme.


   De pronto me la saco, y comenzó a buscar esas poses que aprendió en las películas, se sentó y me tuvo clavada arriba, mientras mordía mis tetas, así lo hizo poniéndome de frente y de espalda. Yo comencé a perder la razón, ya no podia saber si me estaba orgasmando o muriendo de placer. 


  Ya ambos semi parados, me estaba partiendo en dos, con las piernas sobre el sillón, me metió el dedo en el culito, por lo que grite una catarata de epítetos y brotaron de mi una cascada de flujos orgásmicos. Llore asustada, porque nunca había sentido una cosa igual. Fue cuando comprendí aquello de que una debe estar bien caliente para tener sexo anal….. evidentemente nunca lo había yo estado, pero Hernán lo había conseguido…..


   Quise pedirle que me rompiera el culo virgen, pero no me salían palabras….. el me follaba y follaba con una dulce energía que me seguía matando de placer……


  Así se acabo, dentro de mi conchita….. temblando, con escarceos de caballo desbocado…. Atornillado a mi cuerpo….. ambos jadeando, sudorosos…. Sorprendidos.


   El entro a la ducha cuando yo salí, nos dimos un dulce beso, como el que nos dimos al separar nuestros cuerpos.


Barcelona era campeón intercontinental por goleada.


Cuando el salió, lo abrace con cariño, lo bese…..y tan solo dije…..


 – Esto puede terminar aquí…. Si lo prefieres.  Pero si quieres una amante….. cuenta conmigo.

martes, 6 de diciembre de 2011

Rutina diaria

Rutina diaria Después de que mi amiga me insistiera es que me decidí a contar mi historia para vuestro grupo. Me llamo Marisa, 38 años, casada, 2 niños en edad escolar y con muchas ganas de vivir. Mi rutina es levantarme temprano, preparar el desayuno, para los cuatro, y luego ellos se van. Mi esposo lleva los niños al colegio y de allí a su fábrica. Yo los reojo a la tarde y esperamos a que llegue el, pasadas las 20 hrs. Nuestra casa es grande, cómoda, replica de la vecina, porque ambas las construyeron para la familia, la nuestra y la de mi cuñado. Pero ellos se fueron a vivir a otra ciudad y la alquilan. Esta unida al frente por el jardín, y al fondo por un gran patio. Las cocinas ambas vidriadas, dan una frente a otra, dejando ver que hacen los vecinos allí. El patio no tiene separación y ambos caminitos entre el césped lleva a las parrillas con un gran quincho y al final del terreno una enorme pileta. Cuento esto porque fue el motivo que hizo a esta historia. Además de la circunstancia de que mi cuñado alquilo la casa a tres estudiantes del interior que son nuestros vecinos. Hace dos años que viven junto a nosotros, y tenemos cierta confianza, a punto de que son ellos los que cuidan el jardín y todo el patio. Muchas veces cenan con nosotros. Mi rutina después de la cena es preparar todo para el día siguiente de mi esposo e hijos, ya que ellos se van al dormitorio temprano, y luego ordeno y dejo la cocina limpia. Eso fue motivo de que descubriera que los vecinos me espían, y se entiende, porque tengo un buen cuerpo sumado a que por lo general ando cómoda en mi casa. Los días de calor, adoro darme un chapuzón en la pileta, antes de irme a la cama. Ese día todo fue como la rutina, una vez que los niños dormían, pase por mi dormitorio y mi esposo estaba ya roncando….. Me quite la ropa, me puse mi salida de baño y fui a la cocina. Ordene todo, decidiendo ya que había escuchado a mi esposo hablar con los vecinos de que cambiarían el agua esa tarde, los había visto trabajar por la tarde, allá en el fondo, así que debería estar estupenda. Mire hacia la pileta y estaba todo a oscuras, por lo que decidí ir a disfrutar una bañito a la luz de la luna. Estaba estupenda, así que deje mi bata sobre las piedras y me sumergí dejando caer mi cuerpo en un goce con aquella maravillosa sensación húmeda. Hice varios escarceos marinos, y de pronto vi dibujada en el borde una figura humana….. que pronto descubrí era la de Hernán, uno de nuestros vecinos. Sin prisa pero sin dejar salir mis partes dela agua, comencé a acercarme hacia la orilla donde estaba mi bata de baño. - Hola Marisa, como esta el agua? - Buenísima, respondí. - Como vos, sonó otra vos pero desde el otro lado de la pileta…. Era Sergio, que me miraba sin sacar los ojos de mi figura sumergida. - Que hacen aquí chicos, dije…. Nunca vienen. - Es cierto, pero siempre espiamos. - Eso no esta bien, porque estoy desnuda. - Así es como nos gustas, dijo el que estaba sentado mas lejos, a tiempo que se levanto y comenzó a caminar hacia donde yo tenia la bata….. era Luisito, el más joven de los muchachos. Si bien yo sabia que los había muchas veces provocado, por eso de que todas tenemos de ser un poquito exhibicionistas, jamás pensé que ellos decidieran presentarse con aquel la naturalidad tan atrevida. Al sentir que Hernán se había tirado a la pileta, apure mi nado hacia el borde. Pero ya estaba Luisito sobre ella. Me apoye en el borde tomándome de la punta de la escalerita, y le pedí mi prenda…… - No se la des, dijo Sergio….. ahora la veremos como deseamos, bien desnudita. - Y por que me quieren ver desnuda. - Porque nos calientas mucho y nos hacemos las fiestas manuales con tu figura. - Yo no los provoque, ni me imaginaba que pasaba eso…..disculpen. - Disculpa tu diosa…. Dijo Hernán a tiempo que abrazaba mi cuerpo desde atrás….disculpa que tengamos este deseo, pero mira como nos ponemos con tu presencia….. Ya estaban Sergio y Luisito con los pantaloncitos quitados dejando ver unas vergas duras, tan duras como la que sentía entre las nalgas de mi cola. - Hay chicos están calientes…. Fue lo que atine a decir… - Calientes con vos, y calientes como vos. No se que sabrían ellos, pero evidentemente se habían percatado de que mi marido no era de esos que satisfacen a su mujer como corresponde…. Porque la mayoría del tiempo me la pasaba ardiendo, deseando sexo, con ganas, ganas que muchas veces me la autosatisfacía. Pronto las manos de Hernán habían recorrido mi sexo, mis tetas y ahora abrían mis piernas… empujándome hacia arriba…. Luisito se sentó en el borde, tomo de mis brazos sacando hacia afuera la mitad de mi cuerpo, que se bamboleaba sin poder apoyar para intentar defensa. Pronto mi cara estaba incrustada en la polla de Luisito…. Sergio se apodero de mis tetas, frotándolas con una suave energía que me provocaba sensaciones….. Pero mas sensaciones era lo que comenzó a darme Hernan, que abriendo mis piernas metió su cabeza entre ellas comenzando a comerme la húmeda almeja. Fue todo tan impensadamente rápido, que no se si los deje hacer o ellos eran unos salvajes. No me negué en ningún momento…. Mas bien pase a ser activa, ya que chupándole la verga a Luisito, mis primeros jugos daban honor a las lamidas de Hernán……. Cuando Sergio, saco mi pierna hacia afuera, ya tenia su polla lista para mandármela adentro, así bien abierta de piernas me hizo sentir como me taladraba la cuevita. Mis goces comenzaron a ir en aumento…. Cada vez mas cachonda…. Acepte con agrados chuparlos, que me dieran un una, dos y tres….. Clavándomela en turnos. Con las tres goce como loca. Ellos creo que acabaron dos veces, yo infinidad de orgasmos….. me manosearon, me besaron, me dieron un placer desconocido…. Lujurioso, atrevidamente degenerado. Luego de una ducha, me acosté junto a mi marido que seguía roncando…. No podía dejar de pensar y sentir aquellas sensaciones que cosquillaban en mi cuerpo, todo manoseado, abierta mi cueva de par en par por aquellas tres jóvenes pollas. Al otro día la rutina comenzó como siempre, aunque yo no era la misma. Era la infiel esposa, que había tenido sexo con los tres jóvenes vecinos, en la misma noche. Pero estaba quedándome corta…. Porque cuando entro Sergio a la cocina, sonriendo, mostrando sus hermosos dientes…. Se acerco, beso mi mejilla diciendo: - Vamos que te estamos esperando en casa. - Están locos. - No, la que te vas a poner loca sos vos con lo que te tenemos preparado. - Es que no voy a ir…. - Vas a venir diosa….. por que te gusta la fiestita. No entiendo mis bajos instintos, pero entre por la cocina de los vecinos, me llevaron al dormitorio, me desnudaron y pronto estaba yo haciéndole la fiesta a los tres. Jamás había tenido sexo con dos hombres, ahora lo hacia con los tres al mismo tiempo. Me calentaron tanto tanto, que acepte me la metieran en el trasero….. y llorando gozaba sus cogidas….. como una puta en celo. No tardaron esa misma mañana en hacerme una doble, que fue triple porque mientras tenia una detrás otra bien ensartada adelante, le chupaba la polla al que esperaba turno. Mi rutina hoy en dia es coger y gozar con los tres todas las mañanas…. Algunas noches también me dan placer…. Pero tengo ayuda en mis labores diarias, ya que son una preciosura de chicos serviciales. A veces lo comentamos con mi esposo, …. La suerte que tuvimos en tener tan buenos vecinos.

jueves, 14 de julio de 2011

Estilo colonial español


Soy Mariela, esposa de Rodrigo desde hace 5 años. El es un profesional muy exitoso, lo que nos ha permitido ir cumpliendo nuestros sueños.
Hace poco pudimos adquirir una casona al estilo que el identifica como su arraigo de descendencia familiar, bien al etilo colonial, con las paredes, los techos, las vigas y el patio conformando una particular manera de entender la arquitectura. Podría decirse que hasta huele ese estilo tan ibérico.
Ya instalados en la hermosa casona, donde viene dos veces por semana una chica a colaborar con la limpieza, y donde hemos instalado en una pieza del fondo al tío de Javier, un español que se vino joven, pero que mantiene sus tradiciones. Maestro mayor de obras el, es el que esta acondicionando nuestra casa, haciendo que esas anchas paredes luzcan con tonos blancos, rosados, colorados y ocres, restaurando las cerámicas brillosas y de colores fuertes.
La chica que viene a limpiar me ha comentado que el tío Angel, es algo atrevido en su forma de mirar y hablar, ya que le ha insinuado cosas subidas de tono. Ella ríe, y cree que los atributos de Angel son como para no desperdiciar.
Fue precisamente al otro día que ella me comento eso, que por ser un caluroso día, salí al gran patio, rodeado en U por la gran casa, a tomar sol. Tendida en una gran toalla, aplique crema en mi cuerpo apenas tapada por una pequeñísima bikini.
Aquella pequeña fuente ocupaba un lugar protagónico en el centro del patio, donde yo mojaba mi cuerpo de vez en cuando. El calor era intenso y la sensación de regocijo invadía todo mi cuerpo. Así fue que primero desprendí el bretel de mi sujetador, pero finalmente deje liberadas al aire mis tetas, para sentir los rayos solares directamente sobe mis mamas.
No se desde cuando estaba allí, el tío Andrés, mas hacia el fondo, trabajando sobre el brocal de aljibe, que muy decorativo aun conservaba sus ladrillos y mármoles decorativos, al levantar la vista, lo observe detenidamente, vistiendo su pantaloncito deportivo, donde su atlético cuerpo se dibujaba entero, con el torso desnudo mostrando su aun firme musculatura. Fue cuando encare sus ojos que comprendí que el me estaba observando, sobre todo mirando la desnudez de mi cuerpo y puntualmente las peras que tenia yo por tetas.
No entiendo bien por que, pero saber que me observaba de esa manera, encendió una mechita que calentaba mis entrañas de una manera ardiente. El me miraba sin disimulo lo que me permitió responder mirando su entrepierna, donde era evidente que su bulto había crecido indisimuladamente. Era ese bulto que ahora se acercaba, mientras el caminaba hacia mi, perturbándome notablemente, sin dejarme reaccionar, pues no me tape siquiera.
- Discúlpame….dijo…no puede dejar de observar lo buena que estas, tan fuerte que supongo mi sobrino se sentirá el rey del mundo…. Con una hembra como tu a su lado.
- Oh, discúlpame tú, por mostrarme así… tío.
- Es que estas hermosa, con esas tetas bellísima, que me han puesto duro el mango a mas no poder.
- Ya veo…dije como única salida, sin saber lo que significaba aprobar que me había dado cuenta de su estado.
- Mira… dijo, sacando una polla enorme, como de 18 cm, te gusta.
Fue cuando me percate que la cosa se había desmadrado…. Por lo que le dije, - tío, estoy casada con su sobrino-…… Lo se, lo se, me respondió, pero también se que no te hace aullar como se merece una hembra con ese cuerpazo celestial.
Sentí miedo, pero miedo por la sensación que tenia de querer seguir aquel juego, pues estaba bien claro que me había gustado lo que tenia allí frente a mis ojos, además de saberme necesitada de un buen macho, porque mi marido me amaba pero no me daba todo lo que yo necesitaba de el como hombre. Entonces ese miedo me estaba haciendo temblar, dubitativamente entregada a la novedad que se me planteaba.
- Por favor, no, déjame... - le dije sin saber que hacer ante la arremetida que el hizo, arrodillándose junto a mi, tomando mis hombros, besando y lamiendo mis tetas, sin que yo hiciera otra cosa que pedir me dejara….. Pero no dejaba yo de admirar su tranca, mientras sus manos frotaban hora mis caderas hora mi espalda., y sus besos bajaban hacia mi pubis aun cubierto pero con ganas de despejar el camino.
Tío Andrés despertó en mi un instinto de hembra, pues me baje el bikini para que el encontrara mi cuevita, la que recorrió pronto con su hábil lengua….
- Me han traído loco desde que te conozco Marielita, tu cuerpo me enloquece y …. Siente, como se me pone esta……. Arrodillándose otra vez, tomándome las manos para llevarlas a su enorme aparato…. Que pronto comencé a recorrer, apreciar su textura, su rigidez, …. Que inmensidad!!!
Era la segunda polla que tocaba en mi vida, y no sentí vergüenza en jalarla, frotarla, sentirla viva y ardiendo por mí. Fue instintivo, llevármela a la boca, besarla y lamerla como preámbulo de que yo no iba a rechazar aquello que se me ofrecía tan graciosamente. Deje allí mi mano cuando el inclino nuevamente su cuerpo para hacerse dueño de mi vulva, que ahora lamia con frenesí y devoción religiosa…. Mi coño completamente mojado comenzó a moverse por instinto. Así me corrí sin preámbulos, con su cabeza entre mis piernas, sus dedos entrando en mi cuevita y vaya pillín, otro dedo me lo metía en mi ano, haciendo de aquello una verdadera novedad de singular goce. Así me corrí, con mis manos en la cabeza de Angel, mientras sus dedos bien metidos en mis dos agujeros, eran marcados por el ritmo que su lengua daba a mi clítoris.
Me hizo perder el juicio, ya que perturbada, gemía, pidiéndole ir a la cama.
- Quiero sentir esa cosa adentro, la quiero sentir bien adentro allá en la cama.
Entramos en la casona, el sencillo mobiliario, los arcones, armarios y bauleros me vieron pasar desnuda, graciosamente prendida de tío Andrés, buscando el dormitorio para hacer aparecer la perra que tengo adentro.
La construcción con techos y ventanas muy altas, como alta era la cosa que la tenia para mí, las puertas y entradas grandes y abiertas de la casona semejaban la abertura que yo estaba palpitando seria hecha para mi placer, con buen estilo.
No bien entramos al dormitorio, me extendí en la cama del juego de jacaranda, con incrustaciones de cuero tallado, como tallado tenia en mi mente que allí tirada en cueros, quería un buen pedazo de jacaranda muy adentro.
Andrés se me vino encima, abrí mis piernas, lo apreté hacia mí tomándolo de las nalgas, sintiendo inmediatamente como aquello comenzaba a penetrarme lentamente. Abrí aun más mis muslos y lo apreté entre mis brazos. El decía palabras dulces entreveradas con obscenos epítetos, demostraba verbalmente las ganas que tenia de hacer aquello…. Esto, lo que yo sentía ya bien dentro de mi, su enorme polla metida cada vez mas en mi caliente concha.
El se movía lentamente, haciendo de cada instante un sabroso momento de placer para mi derretida entrega, sentí que sus cojones hacían tope en mi sexo, explotando todo mi ser llena como nunca me había sentido, suspirando, jadeando, cada vez mas excitada, hasta que comencé a gritar de goce y placer…
-Me muero de goce, perverso…. Me gusta tu pija Andrés…. Métemela y sácamela, dámela toda…. Toda…. Todita….soy tu perra…. Tu perraaaaaaaaaaaaaahhh.
El se prendía de mis caderas, mis nalgas y mordisqueaba mis tetas dando a mi ser una lujuria insoportablemente excitante….. mi orgasmo era a mares y no podía dejar de gozar, me movia para aumentar el goce, para darme y darle el placer de brindarnos por entero.
-Noo, no me la saques papito…
- Es que si no estallo, dijo, a tiempo que hizo girar mi cuerpo, con una pierna encima de la cama la otra en la alfombra persa, sosteniendo mis manos en la lustrada mesita de luz, para así desde atrás volver a arremeter en mi cueva chorreante….
Esta vez me la ensarto de una, y me hizo sentir un espasmo violento, provocando que todo mi cuerpo temblara estremeciendo hasta mis dientes….mire hacia el espejo y vi impresionada como aquella enorme polla se me metía en mis carnes vaginales hasta desaparecer…. Aquella visión me hizo entrar en otro orgasmo impresionante.
El abuso de mi entrega, porque estando yo entregada temblando de goce, me la saco y apretó su cabezota contra mi ano. Mi culito no era virgen, pero tampoco estaba abierto para aquella cosa enorme….. Intente resistirme, pero mi cara fue a dar contra el velador, el me apretó y empujo, no tuvo reparos en mis grititos de dolor, la metía y metía sin dejarme respirar siquiera hasta que mi llanto y clamor lo hicieron detener.
El no la empujaba, pero tenerla allí quieta igual me hacia sentir que mi culo se partía en dos.
- Me gusta Marielita, me gusta….
Yo no podía siquiera contestarle, gemía y sollozaba, sintiéndome clavada por su miembro viril….. y ahora el se movía otra vez lentamente.
Pasaron varios minutos de aquel suplicio, que se fue transformando en degenerado sabor, hasta que comencé a gozar, cuando el con una mano, frotaba mi clítoris…… hasta que logro que yo volviera a gritarle, que me la metiera toda….. Hasta los huevos…. Se la pedía.
Mi culo se abría en dos, pero el lo gozaba y yo también….. El se acabo con violencia y yo acampanaba, aceptaba y disfrutaba con el.
Tras breve intervalo, mirando el techo de ladrillos y tirantes de madera, sabiendo que todo eso resistía el paso del tiempo con una lozanía que conmovía…. Compare eso con el tío Andrés, hasta encontré cierta similitud de aquella gran viga con su polla caliente. El era parte de toda esa aroma a pasado arquitectónica a que el tiempo hace madurar y perdurar.
Cuando la tuvo nuevamente a pleno, fruto de su virilidad y de mis mimos, me volvió a coger con unas ganas y proporcionándome un placer que con mi marido jamás había sentido.
Este me proporciona placer, algo que el pobre de mi marido ya no puede darme. Era mucho mas de lo que yo hubiera imaginado, así que obediente a mi nuevo colonizador, deje de usar bragas, para estar al estilo de aquella acogedora casona de estilo colonial español, abierta a los deseos del tío Andrés.

Mi hermano Enzo


Mi hermano Enzo
Hace ya algún tiempo que vengo sintiendo cosas con mi hermano Enzo.
Cada vez es mayor el metejón que tengo y cada vez son mas los momentos que me la paso pendiente de el, de sus actividades, de bajo cualquier pretexto compartir cosas con el y hasta en rozarlo un poquito.
El es dos años menor que yo pero ha tenido un gran desarrollo físico, ya que juega al futbol en las divisiones menores de River Plate. Lo veo tan musculoso y atlético que me calienta toda tan solo en pensarlo. Yo son más menuda, pero tengo por supuesto lo mío, atraigo lo suficiente para llenar mi ego de vanidades. Mírame…..http://24.media.tumblr.com/tumblr_lk9l9nehlZ1qh4zpqo1_500.jpg

Casi inconsciente, porque fueron momentos de poca conciencia, que me le presentaba yo bastante osada, para permitir que el mirar mis pechos, mi cuerpo semi desnudo, y era sus miradas las que me calentaban aun mas.
Yo lo acompañaba muchas veces a correr por las callecitas del barrio, entrenándome junto a el, aunque para mi lo mejor era llegar ambos traspirados, hacer ejercicios en el pequeño gimnasio que tenemos en casa, donde nos quitamos parte del atuendo para disfrutar yo de su musculatura, de su estirpe de macho atlético, imaginándome que su cosa seria tan grande como el.
El me observaba, cuando yo acalorada me quitaba el buzo de gimnasia, quedando con aquella pequeña camisetita transparente, relatando cada movimiento que hacia sacudiendo mis tetas. Quitarme el pantalón, para quedar en tanguita fue lo que provoco que sus miradas comenzaran a clavarse en mi cuerpo, para mi propia satisfacción. Mi conchita semi depilada, mojada por el ajetreo y mi calentura, se dejaba ver a través de la fina seda de mi tanga celeste.
El estaba excitado, quizás porque su River podría irse al descenso, ya que tiene que jugar el último partido de la promoción, el de ida perdió 2 a 0, pero creo que se olvido de todo eso, se quito primero su remera…. Quedando solo con su corto pantaloncito de gimnasia, donde yo pude comprobar que su barra estaba muy abultada. Lo mire, sonreí para que se diera cuenta de que estaba yo en pleno conocimiento de su situación, a lo que fue un aporte de animo para el, que acercándose, quito mi camisetita, no dejando mis tetas al aire, sino presa de sus manos, dándome un masaje tan sensual que me dejo de boca abierta, gozando de su tratamiento. Tenía yo intenciones también, por lo que hacia lo necesario para devolver sus masajes calientes, masajeando su bulto, con mucho cariño.
Me llevo sobre la pequeña colchoneta, apoyándome al momento de quitarme mi tanguita celeste, la que primero olfateo como demostración de que quería olerme en directo…. Toqueteo todo mi sexo, abriendo los labios vaginales, frotando verticalmente, con cierto privilegio a mi zona más sensible, el botoncito clitoriano. Una mano metía su mano allí, la otra recorría desde la conchita al ano, produciéndome una sensación tan placentera que creí me mataría electrocutada. Su lengua ocupo el lugar de una mano, y un dedo se metió en mi culito…. Y ese fue el choque eléctrico que me hizo estallar en un grito de placer….su lengua de arriba abajo, sus labios apresando mi chochito de clítoris ya entregado a sus besos, sintiendo que se me taladraba el cerebro….. Fruto del placer que estaba sintiendo….. Mordí su pernas, apreté su pija sintiendo que era enorme, intentado alcanzarla con mi boca, le exprese mi viejo anhelo…. Cógeme Enzo, cógeme bien cogida, que tengo una calentura con vos, insoportable ya…. Cógeme.
Me acababa como loca, me corría como dicen en la península ibérica de una forma diabólica, nunca antes sentida en mí…. Mis caderas se movían solitas, sacudiendo todo mi ser, con un ritmo desparejo, brutalmente sacudida por espasmos….
Quería pronto tener adentro aquella cosa tan grande, monstruosamente musculosa que el tenia por pija…que ayudaba a que me orgasmaria con solo desearla adentro…. Bien adentro…. Por eso al besarla, le daba lo justo par que Enzo se pusiera tan deseoso como yo, a punto que solo fue necesario que me dijera una sola vez…… ábrete bien Laurita que te la voy a meter.
Saque su pijota de mi boca….. Me extendí en aquella colchoneta ya húmeda por nuestra mojada piel….. abrí mis piernas sosteniéndolas con mis brazos para dejar mi conchita abierta ofrecida a mi hermano, viendo con sensación de perplejidad como se empinaba su cuerpo, sacudiendo aquella cosa tan viril…… el como enfurecido guerrero blandió su sable para ensartarme en mi almeja que supo sentir el rigor de aquello….. Me estrujo, me dolió su ataque, un instante creí me rompía, pero nada supero el placer de sentirme cogida por Enzo.
El se había prendido de mis caderas, empujando de vez en cuando desde mi trasero, para ayudar la entrada de sus brutales embestidas. Arqueaba yo mi cuerpo para ser dócil al ataque, para darle y darme los mejores de los empalmes.
Chille, grite, emocionada, gozando, diciéndole en cada metida que me daba, lo mucho que le gozaba, veía su pijota afuera y me emocionaba saber que volvería a metérmela otra vez para sacarme nuevamente otro orgasmo de pasión.
Sentí desazón, cuando el me la retiro definitivamente, lanzando sobre la colchoneta un espectacular chorro de leche….. Ni lo había pensado yo…. Pero el fue astuto y prevenido no acabándose adentro de mi….. También lo fue cuando se arrodillo, besuqueando mi conchita para sacarme con su lengua hasta la última gota de mi calentura de esa tarde…..
Hubieron otras tardes…. Y las seguirán habiendo, con seguridad… aun bajando a la B, se que siempre hay recuperación….. mas entre hermanos que se desean como Enzo y yo.

jueves, 23 de junio de 2011

sin tapujos




Solo quiero decirte que no esoondo nada, que todo puedo mostrarte.

miércoles, 22 de junio de 2011

Ajies mexicanos


Quiero relatarte lo que me paso, que para mi ha marcado profundamente mi vida sexual y emocional.
Estoy casada hace cuatro años con un marido, casi perfecto. Nuestra relación ha sido y es buena, con excelente dialogo y entendimiento. Sexualmente muy bien, ya que lo hacemos semanalmente, con un buen rendimiento y satisfacción para ambos, si el llega primero nunca deja de darme sexo oral hasta que yo llegue a la meta.
Vivimos en una gran casona, donde residen mi cuñada, su marido con sus hijos, mi otro cuñado y su señora, y siempre nos hemos llevado de maravilla.
Pero algo ha cambiado sustancialmente.
Por razones de trabajo mi esposo ha viajado a México, para la reunión del GAFI, Grupo de Acción financiera Internacional, a los efectos de intentar no bajaran la nota a nuestro país por el famoso lavado de dinero.
Llego bien, y estuvimos incluso chateando un rato. Así que luego de revisar mis actividades para la semana, decidí ir al yacusi a relajarme un rato. Así lo hice, volviendo a mi habitación en un estado de sopor, calor y fragor, producto del calor y de las sales perfumadas. Mi conchita a la que había prolijeado, rasurando sus bordes, estaba necesitando mantenimiento.
Me tumbe sobre nuestra cama, quedando profundamente dormida. Mis sueños me llevaron a una loca aventura, encontrándome en un paradisiaco lugar, donde un príncipe viril me tomaba desde atrás, levantaba mi cuerpo, sobando mis tetas a tiempo que abría mis piernas introducía un falo enorme, obligando a mi cuerpo recibir sin preámbulos tamaña invasión.
Fueron uno, dos, cinco, ocho embestidas, en cada una de ellas el avance aumentaba entrando mas profundamente en mi, profundizando con ello el goce……goce que deje tildado por un instante al darme cuenta de que no estaba soñando sino que alguien me la estaba metiendo desde atrás, tomando desfachatadamente mi cuerpo, aprisionando mi desnudez con la suya, sin violencia pero en un continuo movimiento que enloquecía mis sentidos.
Fue una vaga idea de que mi marido estuviera devuelta, mas era imposible, por la distancia, o por el tamaño del miembro que me estaba sometiendo a una dilatación vaginal como nunca había sentido…..por lo que intente prender el velador a tiempo que preguntaba con ronca voz……- Quien sos, ¡que haces !
- Calma Graciela, soy yo Luis, que vine a darte una sorpresita.
- Menuda sorpresita me estas dando Luisito…..pero vamos, vamos, acábame pronto que si nos descubren estamos listos.
No era mi intención, hacer escándalo, una, porque el acto ya estaba en proceso de ejecución y otra que no quería estropear ni mi relación matrimonial ni aquel momento de pleno goce al que mi cuñado Luis me estaba llevando.
- Vamos a gozar, Gracielita, porque te vi, tan atractiva, desnuda, con esa cosita tan bien depiladita, con esas nalgas rosadas, hinchados los labios de tu conchita, y esas tetas tan duritas….. que no me pude contener.
- Cállate… hijo de puta y cógeme, cógeme….. que quiero ahora disfrutar tu ataque sexual.
Mis movimiento aumentaron nuestra frotación, mi vagina recibía en toda su profundidad una enorme variedad de sensaciones rozada por aquella enorme pijota de Luis. Su pija, era apretada por mi estrecha cueva, dándole sin dudas una rigurosa bienvenida.
Como pude me fui girando, para seguir cogiendo enfrentados, abrir mis piernas a los solo efectos de que su tranca tuviera el espacio suficiente de llegarme tan inmensa era. Así explote en un impresionante tembladeral donde no podía contener mis espasmos orgásmicos.
El me lleno la concha de leche. Estábamos ambos acabados….
Pero no era esa la cuestión, el había violado territorios de su hermano, no siendo yo quien para impedírselo ahora, pero si podía pedir resarcimiento, exigiéndole permitiera dar rienda suelta a mis instintos.
Debí dejarle acariciar mi cuerpo, para que se volviera a calentar, que mirara mi desnudez prendiendo la lamparita, que yo se la lamiera, besara y chupara para volver a sentirla dura, bien al palo.
Me la volvió a meter, ahora estando yo bien despierta, recibiendo aquello con ojos y piernas bien abierta, con los sentidos puestos en el placer que me daba aquella infidelidad de mi cuñado, aquella situación por mi soportada heroicamente, tan sorpresivamente reconfortante.
Tenía una pijota enorme, seductora, imposible de no prestarle atención.
Volví a inundar mi sexo con líquidos de un orgasmo increíble, especial para darme vuelta y ofrecerle mi colita….. mas el, esa tarde noche….. no pudo aguantar y se acabo en un balbuceo lánguido, aflojándose lentamente.
Fue semanas después, de que el GAFI hubiera bajado la nota a nuestro país, que primero bajo a lamer mi cueva, luego me hizo acabar y finalmente me dio por la retaguardia.
Nada se ha sabido de la infedilidad de Luis con su hermano, pese de que los encuentros son bisemanales con un condimento digno de compararse con los ajjies mexicanos o putas pario que trajo mi marido de regalo.

martes, 21 de junio de 2011

El amigo del rarito


Cuando mi hijo nació, uno de los que me vinieron a visitar al sanatorio fue Ernesto. Sentí una sensación extraña o precariedad de ideas cuando el y mi marido se saludaron y estuvieron dialogando animadamente. Pero todo fue normal, a punto de cuando se retiro Ernesto, mi esposo me comento que a pesar de ser “rarito” ese muchacho era educado y al parecer buena gente.
Ernesto siguió viéndome, acompañándome en las comparas y hasta llevando el cochecito con mi nene. Y paso lo inevitable, que íbamos a su casa, le daba la leche al nene y mientras este dormía nos desnudábamos para amarnos intensamente.
El día que llego Sergio, el amigo de Ernesto, fui a conocerlo, y me pareció un muchacho extraordinario. Supe que sus ausencias eran por que era marino mercante. Además pude informarme que no tenían relaciones.
Ya a los pocos días, estando yo de visita, el muy confianzudo de Ernesto, mostro a su amigo sus ultimas fotos, entre ellas las que había hecho con mi modelaje estando yo embarazada.
Sergio, miraba las fotos, me miraba a mí, miraba las fotos y volvía a mirarme de una forma muy sugestiva. Excelente, excelente, decía, una mujer maravillosa, como para comerte toda….. con las ganas que traigo…. Uffff.
- Supongo que no me van a dejar con las ganas, verdad?
- Por mi parte no hay problemas amigo, sabes que aquí compartimos todo.
- Yo no estoy tan segura, no tenemos confianza.
- Pues veras que fácil es ganar confianza cuando las ganas abundan.
Pronto habían decidido ellos llevarme a la cama, lo que provoco en mi una enorme alarma sensitiva que no me dejaba pensar ni reaccionar como correspondía.
Pronto el nene estaba en su cochecito, dormidito, mientras se dormían también mis neuronas, parada entre los dos hombres, uno me abrazaba desde adelante, mimoseando me y el otro desde atrás refregándome su cuerpo y metiendo sus manos por debajo de mi sostén, aprisionando mis pechos.
Los dos me besaron, entre los dos me desnudaron, los tres comenzamos a jugar con objetivos claros.
Sergio deslizo una mano por debajo de mi trasero con mucho desparpajo, acariciando mis nalgas. Sus dedos se movían agiles y con uno de ellos apoyado sobre la línea de mi cola, jugueteaba en mi ano., primero, para ir entrando lentamente, cada vez mas adentro de mi culito. Sumado aquello al manoseo que daba Ernesto a mis tetas, torturando mis pezones con caricias, pellizcos y apretones. Sergio ya tenia su otra mano sobre mi raja, ya húmeda, desando ser tocada, abriendo los labios carnosos, para dejar a la vista el botón descapuchado de mi clítoris bien hinchado.
Me estaba dejando magrear a gusto, tal me lo habían pedido, mas cuando las cosas fueron por fuera del libreto, yo acepte sin oponer resistencia alguna, colaborando para que se animaran mucho más.
Digo esto porque Sergio ya no usaba solo sus manos, había metido su cara entre mis nalgas y me chupaba el culito con su lengua degenerada, haciéndome derretir de placeres, que para cuando su lengua llego en su lento avance hasta mi clítoris, pasando por toda mi raja, tuve una extraordinaria explosión orgásmica.-
- Epa, dijo Sergio, esta señora es un volcán activo ¡!!
- Te lo dije Sergio, que es lo mejor de lo mejor.
Mis sentidos me traicionaban ruidosamente, no dejándome comportar jadeaba con gritos de placer, mas aun cuando pude ver que ambos desnudos refregaban sus tiesas vergas en mi cuerpo entregado al placer.
Brevemente, fue el contacto de mis labios con la verga de Ernesto, esa que me tenía cautivada, entregada y ahora seria la que me haría fiestera….. Profunda fue mi admiración al tener entre mis manos la verga dura de Sergio, una empinada fruta venosa que parecía no ser real…. Por lo enorme y dura.
Se la chupe con ganas, pero tanto el como yo, sentimos la misma necesidad….. y sin mas, me tire para atrás, abrí mis piernas de par en par, mire a Ernesto y dije- Quiero que me coja tu amigo….. quiero probar su verga ahorita mismo……
Me sentía desconocida, no era yo, pero quería aquello adentro….bien adentro…… que me fue taladrando, abriendo, ensanchando….. mas, mas…. Maaaassss….. Hasta hacerme gritarles obscenidades, …. Puto, cornudo, tu amigo me folla y gozo…. Gozooooohh.
Sergio no pudo contener las respuestas que yo daba a sus movimientos, sacándomela a punto de correrse a chorros…… tomando su lugar mi amante Ernesto…. Que con una calidad enorme, me ensarto para enseñarme que el era el dueño de mi cuerpo, que era el que mejor me cogía. Seguía yo suspirando, con orgasmos continuados.
Fue la primera vez, que tuve dos hombres, pues al acercarse otra vez Sergio, estábamos en posición de perrito, así que mientras recibía la embestida de Ernesto, comencé a lamer la de Sergio.
No demoro este en tenerla otra vez al mango, y como si ellos hubieran sabido el libreto, como si fueran expertos, pronto me ubicaron de tal modo que abierta de piernas, separada mi humanidad en dos, recibía una verga por delante y la otra por detrás.
Yo no estaba llorando, no, pero brotaban lágrimas de mis ojos, como si por allí también estuviera en orgasmos….. Es lamentablemente indescriptible la sensación que se siente, por lo plena, por lo maravillosamente sensual y entregada que una se encuentra con aquellas cosas tan cerquita provocando tantas sensaciones en el mismo momento.
Ambas sentí en mi culito, mientras a ambas abrían mi cuca, sin saber ya cual era cual….. Maravillosa esencia del sexo de a tres.
Fueron semanas intensas que creí, en un comienzo una fiesta, pero luego para mi felicidad supe que podrían ser rutina.
Podrían dije…. Porque ellos un día invitaron a la pareja de Víctor y Yamila…. Para demostrarme que podía haber algo más intenso que aquello que yo estaba viviendo con ellos.
Ellos, me hacían sentir por separado, juntos, uno aflojaba y el otro cubría su mando….. yo era pasto de sus deseos, de mi lujuria, porque pese a que mi marido sigue diciendo que nuestro vecino es rarito….. yo me pregunto….. Quien es el rarito, el coronadito de mi marido o el amante que me hace gozar de unas fiestas formidables?

Quien es el rarito?

Los porqués de haber tomado la decisión de compartir mis experiencias, las encuentro en haber conocido a Yamila que relata en la web esas sensaciones y de un comentario que hizo mi marido sobre nuestro vecino, punto que dio inicio a todo el resto de esta historia que la divido en tres partes. Ese comentario fue: “Me parece que nuestro vecinito Ernesto es bastante rarito….no se le conoce novia y siempre recibe por unos días a un morochito….. es extraño verdad”
Quizás, le respondí, pero no le di mayor importancia. El Ernesto en cuestión era un muchacho estudiante, por lo demás gentil, ya que varias veces lo encontré en el supermercado y me ayudo a traer el changuito con la mercadería.
Cuando mi embarazo comenzó a notarse, fue mayor la atención que recibí de mi vecino, pues siempre estaba atento a alcanzarme para ayudarme y hasta se ofreció para hacerme los mandados.
Por razones bastante comunes en los hombres, pero inexplicables, mi esposo comenzó a no intentar tener sexo conmigo, dado que se me notaba ya la pancita. Eso me molesto bastante, pero no tenía otra que aguantármelas.
Un medio día, luego de que Ernesto se ofreció a pagar unas facturas que se me vencían, fui hasta su departamento a llevarle el dinero, y tan solo al entrar vi su prolijidad en el decorado de su ambiente, notando que se destacaba una foto mural de una mujer embarazada, artísticamente tomada, donde la desnudez era evidente pero lo que resaltaba era la preñez de la mujer.
- Que linda le dije, curiosa,-
- Es mi hermana, con mi sobrinito…. Se las tome para un trabajo de exposición, estudio arte e imagen.
- ¡que interesante! Me ha impactado esa foto.
- Mira, tengo aquí el álbum completo.
Me dedique un rato a mirar aquellas bellas fotos de la hermana de Ernesto, artísticamente desnuda mostrando sus atributos y su estado embarazoso.
Estaba yo imaginándome haciendo poses para un fotógrafo cuando Ernesto, adivinando mis pensamientos, se ofreció a realizar un nuevo trabajo, si es que yo aceptaba ser su modelo.
Lo pensaré dije…..
Exactamente una semana después, estaba yo en el living de Ernesto, donde este preparaba sus elementos creado allí en su propia casa un estudio fotográfico. Mis nervios se notaban, porque a pesar de que suponía que el era tal como decía mi marido “rarito”, nunca había estado posando, y menos mostrando desnudez.
Soy una mujer bonita, de muy buenas curvas, esbeltos pechos, caderas bien formadas, un muy bien redondeado trasero, piernas largas, etc.…. Como dicen muchos, una mujer interesante. Desnudarme frente a aquel muchacho, me excito bastante, mas aun era porque mi esposo no me había tocado sexualmente en los últimos 15 días. La frialdad con la que me trataba, me molestaba, haciendo que mi desazón aumentara, como ahora aumentaban mis sensaciones de calentura al ver que aquel “rarito” me observaba con atención.
El, preparaba sus elementos fotográficos, mientras como si fuera una cosa normal, alagó mi estado físico, diciendo que envidiaba la posibilidades que tenia mi marido, en tenerme, y en disfrutarme en ese estado.
- No siempre atraemos las mujeres embarazadas, dije…. Ya que mi marido al parecer no siente atracción alguna por mi, en este estado.-
- Como siempre, dijo el, Dios le da la mejor comidita a quienes no tienen dientes.
Ambos sonreímos, y comenzamos la sección fotográfica. Yo poniendo diferentes poses y el contorneando su cuerpo para lograr la mejor toma, sin dejar de alagarme con sus comentarios sobre mis atributos. La verdad que no sabía que eso me pondría tan cachonda y caliente a la vez. Mi marido no era un sujeto reemplazable, pero la discordancia de la situación por el creada más la que estaba viviendo en aquel lugar con mi vecino, hicieron olvidarme de ciertas moralidades propias de las pacatas señoras fieles.
Ernesto retocaba los tonos de mi piel, con aceites y con polvitos que prolijamente distribuía con un pincel. Ese cosquilleo aumentaba mis sensaciones. Sensaciones que con sus palabras también incrementaba, explicando que no había tenido oportunidades de tener para su cámara un mujer tan preciosa y agradable. Mi ego a alta temperatura, disimulaba algunas posiciones evidentemente eróticas en las que el me ponía para hacer las tomas.
Muy cauto el, comenzó a rozar mis senos, aplicar el pincelito en la punta de mis pezones, quizás probando mis posibles rechazos o hurgando en debilitar cualquier resistencia a sus caricias. Como para que el no se sintiera extraño o pensara que yo pudiera estar incomoda, le dije que estaba extrañamente muy a gusto con la situación, poniéndome a disposición de todo lo que el pretendiera para lograr las mejores fotografías.
Quizás eso lo animo aun más, porque no solo se permitió abrir mis piernas, tocármelas, rozar ya en forma de caricias mis tetas, mi cuerpo…. Y permitirse comentar que si mi marido no se calentaba con la mujer excepcional que tenia, no me merecía.
Creo que entre ambos apareció la sinceridad, el alagándome, yo disfrutando de sus miradas, sus caricias y las poses en que el me ponía. Yo contándole el giro que dio mi marido desde que quede embarazada, y el ya propinándome algunos masajes que me obligaban a decirle que me gustaba esa situación……. Pues lo estaba ya disfrutando y no se como contarlo porque la versión verbal de algo que nos parece mentalmente ilimitado, es de difícil explicación. Pero ustedes son lectores comprensivos y van a entender.
Me sentí tensa y note que el temblaba ligeramente, me acariciaba mientras demostraba su excitación cada ves mas abultada. Desprendí los botones de su blanca camisa, con una habilidad de quien busca recompensas, entonces sus manos en mis pechos hacían círculos redondos, culminando en la punta de mis ya endurecidos pezones,
Apreté mi cuerpo contra el suyo, mientras mi boca buscaba aquella joven boca, mi mano derecha busco dentro de su yoghi el abultado tesoro que allí parecía surgir. No tenia calzoncillos, lo que me facilito bajar el pantalón de gimnasia para sentir piel a piel una cosa caliente, viril, pero lo mas interesante, durísima y larga pija…. era lo que tenia el ya no tan “rarito”. Su peluda entrepierna, encerraba en aquella mata unas bolas testiculares bien puestas, de donde salía aquel cabo que ya acariciaba mi mano de puta a rabo.
Mi beso suaves, comenzaron a ser respondidos por su ímpetu, mordisqueándonos ambos con verdadero deseo y complicidad…. susurrándole yo sobre la sorpresa que había tenido al descubrir su briosa virilidad. – Que hermosa polla tenis Ernesto ¡
- Toda suya señora, esta para servirla.
Aquello me resulto confusamente interesante, pues baje mi cuerpo para encontrarme cara a cara con aquella hermosísima pija. – que grande es! Por favor, que hermosa! Me la metí en la boca y comencé a besársela lentamente, recorriendo aquella larga fruta que también tenia un buen grosor…. Imaginándome lo que seria tener aquella cosa para disfrutarla toda. Si bien no sabia que hacer, me metí varias veces aquello dentro de la boca para chupársela como una hambrienta, que en realidad era como estaba, muy hambrienta.
El si supo que hacer…. Pues tomo mi cuerpo, mientras me decía, - la chupas delicioso mi reina, así que te voy a corresponder un poquito…su lengua recorría mis pechos, mordisqueando a mi placer, bajo por mis panza cariñosamente, besándola con dulzura, para ir a encontrarse una vulva húmeda, deseosa y allí comencé a gemir y pedirle que no parara de darme placer. El olor a hembra lo tenia a el bien erguido, por lo que busque su pijota otra vez para chupársela, mientras el seguía hurgando en mi concha ya bien abierta, donde el lamia alrededor de mi clítoris como para ponerme aun mas deseosa de sus servicios.
Nuevamente fui yo la que no pudo dejar las cosas mas demoradas, pues sentándome en el sillón, abrí las piernas y le pedí…. – métemela despacito, despacito… que no aguanto mas ¡!!
El se incorporo, viendo yo aquella cosa que me pareció otra vez, enorme…. Pero que a esa altura yo la quería bien adentro. Se inclino apoyándose en el sillón y hábilmente apoyo la cabezota de su polla en mi abierta conchita, refregándola tan fuerte y rico que mi gritito de placer se confundió con un ruego…. Metemela yaaaaaaaa, y huuuuuy, ahhh, la sentí entrar con tanta presión que abría mi cueva en una similitud de algo inaugural. L sostenía mis piernas con sus musculosos brazos, haciendo que i cuerpo estuviera a su merced, sin apretar mi pancita. Mi mojada conchita recibía las arremetidas de aquello que se clavaba profundamente en mi ser. Cada vez que se perdía dentro de mí me obligaba a la desesperación y placer gritar la satisfacción con grititos sollozantes.
Lloraba yo mi corrida orgasmal, con una pasión que agradecia diciéndole a aquel machito que era de lo mejor, que aguantar un poco mas, que me la diera asi…. Asi…. Assiiiiiiii…. Y no te acabes tu por favor…. No me acabes adentro…. Pero hazme gozar… asiii, asiiii, asiiii… Me coorria yo una y otra vez, mientras el a vees para no terminar, la sacaba frotándola solo por el lado de afuera.
Fue cuando dijo….. ¡No aguanto más! ….. Ponte en cuatro que te quiero tener.
Supe que era inevitable sacrificar mi placer para darle el suyo….. y me puse tal el me lo pidió, acomodándome arriba del sillón, entreabriendo mis piernas para ponerse en posición de perrito.
Fue notable, pero me dio otra sorpresa, ya que comenzó a metérmela desde atrás hasta que yo otra vez volví a mis orgasmos, y el aprovecho a abrirme el culito con sus dedos….. Cosa que me ponía aun mas frenética y gozadora…..
Saco su polla de mi cueva y la apretó en mi ano, para comenzar a empujar y empujar….. cosa que a pesar de que yo colaboraba, entraba con mucha dificultad…. Fueron largos minutos de lucha, de avance y retroceso, de gemidos de placer y dolor, de lágrimas mas palabras de aliento e incentivo…. Pues varias veces a pesar de mi pobre culito, le grite, - Metemela toda, toda, que quiero me hagas bien tuya…..
- Excelente mamita, ahí tienes….. cuando se dio por satisfecho con sus avances, comensando entonces a moverse lentamente, gozando mi cuerpo con toda su inmensidad, con toda mi entrega.
- Quee es eso…. Le espete, cuando sentí que su pija escurría una enorme catarata de lechita bien caliente en mi interior…… oh, nunca había sentido yo cosa igual….. mi concha aun se mojaba con mis jugos, mi cuito ardía como fuego y sentía que me lo llenaban a mas no poder.
Se que desde ese día, soy además de todo, adicta al sexo anal, porque creo que hasta me cambio la manera de caminar. Ernesto tenia una enorme verga, pero mi colita la recibía para que el se acabara dentro de mi, después de darme una fiesta de goces bien adentro de mi embarazada conchita.
Aquel “rarito” de Ernesto, paso a ser mi amante. Durante mi embarazo, nos cogíamos dos veces por semana. Solo tuvimos un impass cuando nació el nene.

Examen reprobado


Resultado del examen.
Estuvimos estudiando desde la mañana.
Ya a la tarde, nos tendimos a descansar unos minutos en su cama. Cama matrimonial pues pronto se ha de casar con Elías, su novio.
Elías vendría después de su trabajo. Hasta esa hora estudiaríamos….. Aunque ahora estábamos jugando con nuestros cuerpos muy cariñosamente.
Ella se quito su blusa, lo que me hizo poner hambrienta, pues tiene unas tetas de esas que me dan vuelta la cabeza…… pronto, estaba yo chupándoselas con entusiasmo.
Ella revoloteaba con sus manos mi cuerpo dándose a la tarea de desnudarme. Me encantaba que lo hiciera. Sus manos masajeaban tan ricamente mi cuerpo encendiéndolo cada vez más….
Apoyo su cuerpo sobre el mío, ya ambas completamente desnudas, rozando nuestras pieles calientes con la lujuria de mujeres bisex, que juntas hacen del lesbianismo un pasatiempo.
Me entregue a sus deseos, cuando se inclino a chuparme mi húmeda cuevita…. Hembra decidida mi amiga María Laura, metía su lengua en mi hoyito trasero para volver chupando y revoleando la lengua hasta mi botón clitoriano….. Me desparramaba yo en jugos…. Le devolví los besos, comiéndole su depilada rajita, a la que pronto vi temblar en un bello orgasmo….Cuando ella subió besando mi cuerpo, mordiendo mis pezones, para revolcarnos en besos y aprietes de dos calientes mujeres.
Yo me había corrido con su lengua, conociéndome sabia que debía parar ahí por que de lo contrario entraría en un punto de éxtasis que requeriría horas quitármelo…..
Basta, por favor María Laura, que no puedo ya contenerme….. Tú tienes con quien coger esta noche…. Yo solo el dildo que me regalaste…..
Su lengua recorrió mi boca, se retiro lento, sus bellos ojos encararon los míos, dibujando una tierna sonrisa, me hizo un piquito con un – Tu también puedes disfrutar…….ven aquí Elías….
Ni un solo segundo paso de sus palabras y el sentir las manos de Elías en mi espalda….. Su habano erguido pasó frente a mis ojos directamente apuntando a la boca de mi amiga.
Pruébalo tu también, dijo, comprensiva al notar mi mirada maravillada frente a aquella arma tan fibrosa que tenia allí, pegadita a mi cara…..
A mi amiga María Laura y a Elías los conozco de hace tiempo y jamás hubiera pensado que eran tan abiertos de mente…..se la besamos entre las dos, sintiendo yo una enorme admiración por aquel artefacto……. Que ella me regalaba y disfrutaba también mientras nos mirábamos profundamente a los ojos, chupándosela muy unidas nuestras bocas húmedas.
El acariciaba de a una mis duras y pequeñas tetas y lo mismo hacia con las de redondas y grandes de su novia…… moviendo su torso como fornicando nuestras caras.
-Te gusta, me dijo ella, mirándome fijamente.
- Que habano delicioso te comes guachita….. Le dije como respuesta.
- Tu también te lo puedes comer amiguita…..
Mis ojos se revolearon con imaginando fuera mía….mas sabia que ella jamás podría a llegar a decir lo que si dijo….. – Cógela Elías, quiero que la cojas mientras yo la beso.
Estremecida por aquella situación, tan solo fui pasto de mis deseos, viendo que el se corrió hacia atrás, ubicándose entre mis piernas.
Ella tomo una en ademan de abrírmelas, mas yo hice el resto, separándolas de par en par ofreciendo mi conchita abierta, al tiempo que la abrace, no se si para no ver como me la metía el novio de mi intima amiga o para agradecerle aquella regalía que me estaba haciendo.
Era evidente que yo estaba necesitada de una buena verga, que me abriera la vulva caliente, me la dilatara hasta hacerme sentir el goce del roce con algo contundente.
Elías me la metía y sacaba para mi frenesí, María Laura devolvía los besos que yo le daba, pellizcaba mis pezones sabiendo todo lo que aquello significaba para quien ardía con solo una de sus caricias.
Mis gritos eran solamente acallados por la presión de la boca de mi amiga, que disfrutaba mi acabada tanto como yo……..abrazadas, yo orgasmando el se la metió a ella y ella acabo en un par de minutos.
Fueron unos minutos de silencio, de placer, de descanso, porque breve fue el parate…. Ya que ella me puso en cuatro, recorriendo ambos mordiendo mis glúteos, me lamieron toda, y cuando el me la metió desde atrás yo comencé a llorar de placer, sacudiéndome como una cebra en carrera hacia la pradera….. Siempre acabando sin parar…..aun cuando el me la fue metiendo en mi mojado culito, que se abrió para recibir aquel aparatoso miembro…… allí se acabo Elías.
Ella me contuvo, me beso, me mimo largo rato…. Luego repusimos la situación. Situación que se fue repitiendo muchos días….. hasta el dia del examen, en donde ambas fuimos eliminadas con malas notas. Sonreimos, lo intentaremos de nuevo, haciendo buenas notas en lo otro mientras preparamos otra vez la materia.

Cuidando al papi


El mismo día que mamá me llamo para decirme que papá había tenido un accidente viaje hacia mi pueblo y casa paterna.
Nada me lo impedía. Estaba de vacaciones en mi trabajo de maestra. Vivía sola en aquel pueblito desde hacia 8 meses pues me había separado de mi marido, con el cual estuve casada un año.
Llegue y estuve acompañando a mama, pero casi todo el día estaba en el sanatorio con papá, que estaba postrado, con múltiples quebraduras debido al violento accidente automovilístico.
Su profesión de piloto de turismo carretera, había cobrado venganza de ese hombre tan triunfador.
Como mi mama trabaja en su negocio, fui yo la que acompañe a papa en todo.
Semanas después lo teníamos en casa. En buen estado de salud, recuperándose. Eso si, no caminaba porque tenia una pierna enyesada, ambos brazos inmovilizados, pero una entereza notable, digna de el.
Aprendí desde el primer día en el sanatorio a oficiar de enfermera. Cuidarlo, ayudarlo en todo, bañarlo y estar atenta a todo lo que necesitara.
No me fue difícil, ni me asusto, darle de comer en la boca. Tampoco me dio trabajo tomar su pene para ponerlo dentro del papagayo cada vez que quería orinar. El si, algo se ruborizaba.
Siempre, siempre, estaba repitiendo,- Gracias nena, gracias nena.
Sucedió que cuando lavaba sus genitales con agüita tibia, note que el bulto se le ponía algo tieso, e intensifique curiosamente el lavado, con más agua calentita, hasta notar que la pijota de papa se ponía cada vez más dura y grande.
-Oh, disculpa nena, disculpa.
- Es normal papi, no te preocupes.
El cerro los ojos mientas yo intentaba ahora sacar el jabón y secar aquella enorme pijota que tenia enfrente. Note que el suspiraba, entrecortadamente.
Dime cuenta de que el estaba caliente, necesitado de desahogo, por lo que decidí hacerle una pajita caliente, comenzando a acariciar desde la misma base de sus testículos, recorriendo todo el entorno de su larga pija. Estuve largo rato jugando con ella, disfrutándola visualmente tanto como con el tacto de tenerla entre mis manos. El termino siempre con los ojos cerrados, suspirando, respirando entrecortado pero solo diciendo….. Gracias nena, gracias nena.
Siempre cuando regresaba mama, yo tenía todo listo. Cuando ella se iba a la mañana temprano, yo tenía todo el día para estar con mi papi.
A los pocos días de haber comenzado aquella nueva tarea de darle un gusto sexual, estaba yo tan inquieta conmigo mismo que necesitaba masturbarme. Y así lo hice una tarde después de atenderlo.
Al otro día, me pareció tonto, no hacerlo junto a el, y así comencé a masturbarme con una mano mientras que con la otra lo pajeaba a el. El gozaba y yo también, al mismo tiempo.
El se dio cuenta y nada dijo, y solo hablo cuando yo ya supercaliente con aquella pija enorme de papa, comencé a masturbarme ruidosamente, y sin meditar consecuencias, me incline a chuparle las bolas, el tronco, el musculo entero, metiéndome aquello hasta llenar mi boca. El solo dijo, eso no nena, no nena, ahhhh nena, ahhh nena, gracias nena, gracias nena.
Fui por mas y puse mi coñito junto al brazo extendido de el, para que fuera el mismo el que me diera gusto con sus dedos.
Estuvimos dos semanas acabándonos así, con tanto esmero y cariño que solo con una mirada, nos decíamos las ganas que teníamos de hacerlo. Yo no sentía culpa alguna con mi papa, si, a veces me ponía algo incomoda cuando le contaba a mama, como había sido el día, sin mencionar aquel secreto que teníamos con el papi.
Era hermoso quitarme las bombachitas, quedando con la conchita desnuda y ofrecérsela a sus manos, mientras le chupaba todo su sexo. Mas hermoso fue entender que el me pedía que le diera el gusto de dejármela lamer por el. El me mostraba la lengüita, moviéndola y mi conchita se humedecía de ganas. Así hacíamos en 69, yo teniendo cuidado de no aplastarlo y el dándome un gusto tan grande que me conmocionaba hasta la locura.
Esa locura apareció de pronto, sin tapujos, sin vueltas, porque estando en ese juego de mutuas lamidas, me transforme. Quizás enloquecí de placer, pero me deje llevar por mis instintos y ya saliendo de aquella posición de 69, me le senté en la pijota de papito, enterrándomela hasta sentir que me estallaba la conchita contra sus huevos. Lo cogí con unas ganas locas hasta regalarme dos orgasmos seguidos.
- El solo decía entrecortadamente…… gracias nena, gracias nena.

lunes, 20 de junio de 2011

Una fiesta especial


Una fiesta especial
Julio, me hizo señas primero y luego se acercó para indicarme que nos iríamos a nuestra casa.
Comencé a despedirme de los parientes y allegados que estaban esa noche de fiesta en casa de mis suegros, fui por mi abrigo al tiempo que sonreía a todos saludando con mis manos. Me lleve puesto el sillón negro por delante, porque algo ebria estaba, tastabille, pero no deje de sonreír, volviendo a saludar a los sobrinos de Julio, quienes me hicieron divertir a lo grande con sus anécdotas, cuentos, versiones subidas de tono muy entretenidas, eróticas, jugosas y cachondas.
En el viaje, mi esposo me dijo,…. estas bebida Yamila. Tu también,…. Julio, le respondí.
-Todo bien, aunque el show que distes bailando con los chicos fue algo subidito.
- Fue divertido, me sentí plena, mientras ellos disfrutaban del movimiento.
- Mas bien se pusieron bastante ardientes, refregándose con tu cuerpo, se calentaron y yo también te confieso que me puse bien a tono, supongo que vos también ardías?
- Me conoces bien, y sabes que la bebida me sube, bailar también, y que se yo…. Si me puse algo cachondita, lo reconozco.
De allí en adelante mi marido era el que hablaba y hablaba, yo solo respondía monosílabos, quizás porque el quería saber hasta donde era yo capaz de seguir aquel juego y yo confundida no sabiendo bien que responder.
El volvía a reiterarme sus fantasías morbosas de verme con otros hombres, a pesar de conocer mis inseguridades, nacidas de mi educación y moral religiosa. Sabia el que yo respondería a su calentura, haciéndole una buena fiestita intima en la cama, para calmar sus ínfulas de macho demasiado comprensivo, compartidor y moderno. Comencé por acariciar su entrepierna, notando que ya tenía preparada su cosota.
Llegamos, mientras el insinuaba tomar otra copa, yo dije---- para mi basta y subí a ponerme cómoda. Refresque mi cara, quitándome una a una mis prendas, para luego tomar mi bata celeste de dormir, cubriéndome solo con ella, me senté en la cama, untando mi piel con una suave crema regenerativa, mientras lo esperaba a el.
Como es su costumbre, el estaba en el baño, duchándose, se, que para venir luego hacia mi encuentro, a lo que seria sin duda una buena velada matrimonial. Así que cuando apareció completamente desnudo, yo ya había dejado mi crema, esperándolo, confundiéndonos en un tierno abrazo como previa de besos que vendrían por mil…..
El bajo las luces de la consola, lo que me llamo la atención, pero pronto supe porque?
- Invite a Juancito y Mariano, a quedarse en casa, y se van a duchar….. asi que mejor lo hacemos en penumbra….
- Oh, dije, no hay problemas….. aunque mi sexto sentido hizo que mi cuerpo, pensamiento y todo se pusieran en guardia.
Julio, comenzó a lamer mi cuerpo, como con ansias, pues llego a mi clítoris haciendo atajos, para ponerme en estado de excitación muy pronto, pero también me puso en alera amarilla, porque supuse que quizás las visitas no estaban en nuestra casa por pura casualidad….y si tuviera yo que decidir…. Bueno…. Que decidiría?..... en realidad me gustaría que fuera como lo pensaba, pero tampoco estaba bien preparada.
Note que Julio tenia la polla muy tiesa, durísima, cuando en realidad soy yo la que se la pongo así, chupándosela….. Ahora el ya la tenia como un fierro al rojo vivo, cosa que me alarmo mucho mas….. y mucho mas después de que sin preámbulos, mientras yo acariciaba su hermoso pollon, el acariciaba mis tetas, jugaba con mi clítoris expectante, soltó sus intenciones…..
- Ellos vinieron a seguir el juego en la cama….. Invitados por mí por supuesto.
- Me lo imaginaba querido, me lo imaginaba….pero si vos estas loco, no vengas luego ha hacerme cargo de tus locuras….. Porque ya sabes que si me provocan me pongo muy pero muy loquita.
Creo que fui clarísima, el apenas me lo proponía, teniendo ya todo liso, yo, aceptaba sin mas aclaración, que si había responsable, el cargaría con los cuernos.
- Lo único que te pido, es que no me dejes sola…. le dije.
Apreté su cuerpo contra el mío, como para sentirme segura, como para tener un instante mas, como para repasar, esas fantasías que el me fue creando, como para repasar lo que yo había visto en películas, en otras versiones, no en mi propia vida real.
A pesar de la baja luz, los vi entrar a ambos, sonrientes, con sus físicos trabajados, bien moldeados, ambos peladitos, ambos con una buena cosa entre sus piernas….
Yo tenia mi libreto en mente, mientras ellos hablaban y explicaban como se sentían, como deseaban estar allí, como me veían, como los calentaba mi presencia, yo me senté en la cama, para tomar aquellas cosas, frotarlas en mis pechos, dándoles los primeros besitos, que fueron luego lamidas, y finalmente unas cortitas chupadas.
-Esta muy fuerte Yamila, el tío nos dice que además son una fiera en la cama, por lo que queremos tomarte examen, premiarte y dejarte como una hojita seca…..
Yo debería actuar como una “indignada”, pero no llenaría ninguna plaza, ni conseguiría que nadie me acompañara en algún reclamo…. Ya que de eso nadie se indigna, al contrario, apoyan a quienes quieren apoyarte, pero el coñito…
- Que lindas pijas tienen, chicos…..encantadoras, llenas de vida, como para gozarlas una semana entera….sin sacarlas.
Mi marido abría mis piernas, lamiendo mis jugos, lengüeteaba sobre mi ya bien expuesto clítoris, que se salida de la vaina, curiosamente caliente, como pidiendo guerra.
Los chicos acariciaban mi pelo, mi cuello, mi espalda, los senos, y finalmente todo mi cuerpo entregado a sus manos morbosas. Extendiendome cuan larga soy sobre la cama, me producían tanta sensación de regocijo, sus palmaditas, toques, besos, chupadas y de mas que gozaba yo una entrega tan a gusto, que no sentía vergüenza es pronosticarles…. Como los voy a coger!!!….. Muchachitos…. como los voy a gozar!!!
Así extendida, recibí una a una las tres pijas, para chuparlas, mientras sentía que mi cuerpo era pasto de sus más variados vicios de juego previo…. Que cuando fueron dedos dentro de la vagina, creí que estallaría sin mas….. asi que decidí ir por mas….. pidiendo sin preámbulos……- ¡Quiero una pija, ahí…. Ahoooora, por faaavooor…
Hubo un momento de duda, pero pronto ellos decidieron quien abriría el camino de nuestra felicidad….. -Mariano querido, despacito, despacito……. Bien adentro, asiii, bien adentro….. papi, papi, me la mete, me la meteeee ahhhh…Juanchi….. después vos, ahhhh como coge Marianito….. ahhhh.
Estaba deseosa de que Juanchi, me la metiera, porque mi morbo pedía aquella gruesa poronga que yo besaba, acariciaba una y otra vez…. Era grande…. Y mi calentura pedía tenerla adentro….. pero Marianito, lograba aprovechar mis debilidades haciendo que les entregara mi primeros gritos de placer, repiqueteando en saltitos electrizantes…. Un comienzo de orgasmo sensacional……
Aun persistía en su dureza cuando Mariano me la saco, para dejar a mi marido ocupara el lugar, - Mi rica….. te la abrieron muy bien….. eh….. bien abiertita….. eh…. Ahora quiero saber hasta donde te entro yo…. Eh….. para que venga ese con su pijon a abrirte mas y mas……-
Yo gozaba a mas no poder….. porque lo notaba a Julio tan caliente, que me provocaba mas en mi orgasmo, ….- Hay papi…. Te quiero….. te quiero…… y quiero que me hagas coger mucho…mucho, mucho… por tus sobrinitos, ahhh…
Pronto estaba con las piernas enhorquetadas a la cintura de Juancito, recibiendo aquel pollon que me partía como si fuera yo una sandia madura….. que manera de metérmela! por dios!, que forma de entrar y salir de mi cuevita!
Se que de allí pase a ponerme con una pierna sobre la cama y la otra afirmada al piso, donde se que los tres me la metieron desde atrás, mientras yo chupaba pijas mojadas en mi propia concha, el olor y los jugos eran provocativos. Si se eso, es porque no se bien, como siguió el circuito, pero si se que me hicieron ver el cielo a través de mi vulva abierta. Siempre tenia una bien encartada, bien adentro. Mientras las otras se reponían.
La claridad de la mañana nos encontró a los cuatro desnudos, ellos cogiéndome en varias posiciones, hasta que acepte me la dieran allí donde los vicios se ponen muy degenerados…… mi ano se les abrió para que pudieran llenarme de lechita.
Dormimos muchas horas, y fue al atardecer cuando recibí por primera vez, dos vergas al unísono, que a pesar de haber estado explotando muchas veces, me hizo estallar como un volcán ….. hijos de puta…. Me parten….. Me gusta. Me gusta.
La verdad es que me gustaba en serio, yo que dudaba, a pesar de que veía que las mujeres se ponían frenéticas en la doble, yo dudaba….. pero es tan bueno que supe instantáneamente que aquello era como para repetirlo siempre.
Dije cosas incongruentes, tales como que los chicos se quedaran a vivir con nosotros, que quería tenerlos siempre adentro….que quería morirme gozando con ellos….
Se que no han de faltar quienes quieran acompañar a mi marido en darme placer, e imaginándome a quien invitaría a nuestra cama, me desmaye fruto de los incontables orgasmos que me dejaron totalmente fundida.

martes, 14 de junio de 2011

Un cambio radical


Hace algunos días que tuvimos el fin de semana estupendo con el camionero Mauricio. Se fue prometiendo integrar a nuestros juegos a su mujer Soraya. Ella al menos por fotos es una verdadera diosa. Mi marido quedo impactado con su físico.
Tal como lo había prometido Mauri, llego una encomienda paga con una caja sin membretes. Era la famosa Lousiana Lounger que me había prometido regalar.
Me moría de intriga pero espere que llegara Vicktor a casa para abrirlo entre los dos.
Sacando el envoltorio se podía leer: “El Sofá del Amor- con 3 Penes Intercambiables”
Si algo era inoportuno era que llegara visita. Efectivamente teníamos visita, y eran nada menos que mi prima Elide con su marido Oscar mas el zafado de Jorge, otro primo.
No teníamos mas remedio que recibirlos y atenderlos, pero a poco de estar Elide descubrió el paquete que estábamos indagando por lo que procedimos a explicar que nos lo habían enviado de regalo y no sabíamos bien como funcionaba.
Fue fácil inflarlo porque tiene una bomba de inflado incorporada dijo Jorge. Y en unos segundos estuvo el sofá en plenitud.
Color negro de agradable textura, enseguida me le puse encima, y supe que era muy cómodo.
A ambos lados tiene esposas para sujetar pies y manos, lo que implica algunas variantes de juego.
Vicktor lo primero que hizo fue atarme para ver que sentía yo.
Cómoda sonreía sin saber lo que vendría.
Me abrió la blusa dejando mis pechos al aire
Atada de pies y manos acostaba boca arriba no pude defenderme, y menos evitar las miradas indiscretas de Oscar y Jorge.
Estaba yo cómoda, y tenia entre las piernas el adminiculo al que Elide y Vicktor buscaban el uso.
El adminiculo es donde se ponen los penen intercambiables. Esos penes son de tamaños, formas y texturas diferentes, 17, 14, y 12 ctm.
Pronto fue el mismísimo Oscar el que eligió el más pequeño para probar. Cosa que me llamo la atención, primero porque lo creía un tonto, y segundo de que si seguían iban a presenciar algo que en su cabeza no estaba como admitido.
Y coloco el apartito.
Ya en ese punto yo como que me resistí, pero los tres me indujeron a que me lo acercara…… y tanto me le acerque que Vicktor corrió mi tanguita para dejar que penetrara en mi conchita un puntita del aparatito.
Oscar pronto descubrió que con el control remoto inalámbrico el aparatito vibra.
La pucha, que cuando lo probo me sentí que me acercaba al ridículo. Atada por mi propio marido, sintiendo la socarrona risa de Elide festejando la ocurrencia de su marido Oscar que ahora además de hacerlo vibrar controlaba un sistema de movimiento de sube y baja que me estaba haciendo sucumbir en el deseo de aflojarme y enterrarme aquel vibrador recién conocido.
Fue mi marido el que se dio cuenta de que me estaba dejando llevar por el goce, y sin más, me levanto la pollerita, arranco mi tanga, dejándome con el pubis a la vista de los visitantes. El prolijo cavado de mi pubis dejaba ver que los labios vaginales se abrían ante el invasor mecánico, que jugos emanaban desde el interior de mi cuevita denotando que aquello me estaba llenando de placeres.
Me sujetaba en las ataduras que me apresaban par removerme a piacheri, no importándome yo que ellos se pusieran a festejar mi entrega al regalo recién recibido.
Note que Oscar estaba al palo, y se refugiaba detrás de su mujer. Los otros dos también lo estaban.
Porfi, que me van a hacer explotar.
Si, que goce, dijo Oscar, en una actitud desconocida.
Hay, hayyy, si me van a hacer acabar denme dos pollas para tocar. Quiero la de Jorge aquí y la de Oscar acá.
Fue así que los descoloque, y con un vamos, vamos…. Elide y Vicktor azuzaron a los hombres.
La de Jorge la conocía de mi juventud, era corta per gruesa como pocas, la de Oscar me sorprendió por su buen tamaño. Liberadas mis manos mee aferre a ellas, pajeandolas suavemente mientras me dejaba llevar a un orgasmo mecánico imparable.
Estaba en pleno apogeo cuando vi como Elide se sacaba la bombachita, se quitaba la remera dejando sus grandes pechos al aire decidida a suplantarme.
Oscar estaba irreconocible, porque se movía a mi ritmo y hasta acepto acercarla a mi boca. Se la chupe un poquito, mirando que mi marido se bajaba los lienzos, dejando su pijota al aire.
Se acerco, libero mis piernas. Yo me tire encima de Oscar, intuyendo lo que vendría.
Elide tomo mi lugar, le pusieron el de 14 centímetros. Ella se acomodo solita, y Jorge comenzó a juguetear con el inalámbrico. Mi marido ayudaba a acomodarla mientras yo continuaba chupando la dura verga del marido de mi prima.
Sin soltar el inalámbrico Jorge vino por detrás y me apoyo la polla. Elide acariciaba la pija de mi marido, por lo que sentí ganas de definir los tantos.
Me pare junto a Oscar, lo abrace, bese y le dije al oído….. Cógeme por favor! Cógeme.
Me arrodille dándole el trasero, para tomar la poronga gruesa de Jorge. Tardo algo en arrodillarse Oscar, quizás fue pidiendo permiso a su mujer, porque esta jadeando atino a decir…. Cógetela mi amor! Que te tiene ganas.
Mire a mi marido que tenia una cara de satisfacción estupenda, sabiendo muy bien a donde estaba yo llevando las jugadas.
La pindonga que la tenia bien guardada a esa pijota el marido de Elide…. Me la mando adentro en dos o tres estocadas, par comenzar un pistoneo rítmico y continuo.
Vi que incrementaba su ritmo hasta llegar a ser frenético, comprendí por que ese cambio cuando gire par mirar a Elide, que ya no estaba acostada en el sofá, sino de rodillas sobre el, bien abierta de piernas, jadeando como loquita mientras mi marido se la metía hasta los huevos.
Eso era lo que había producido en Oscar, tanta alucinación, porque me lleno la vagina de leche bien caliente.
Se tiro sobre una silla, observando el panorama. Yo me acerque a Elide par acariciar su pelo, tetas y rostro mientras Jorge se dio el gusto de metérmela en la húmeda concha caliente.
Mi marido llego a pleno. Y se retiro a limpiar. Lo que fue aprovechado por Elide para tirarse en el colchón sofá de espalda, metiéndose otra vez el juguetito en la conchita. Dejando su culazo al aire…. Donde fue precisamente su marido a intentar fornicárselo.
Lo intentaba y no podía, pero luego de gran trabajo logro hacérselo par el relamido gemido de su mujer que acabo como fuente surgente de plaza griega.
Que había pasado con Oscar?
Porque aquel cambio tan radical?
Fue el mismo luego que nos recompusimos y dialogábamos entretenidos.
Había entrado en una pagina de Relatos de Intercambios, leyendo y leyendo se puso cachondo, caliente y comprendió que lo que su mujer le había insinuado era para la felicidad de ambos.
¡!!Mira vos!!!

Rencuentro con el rutero


Rencuentro con el rutero
Hola, soy la señora del amigo que conto la experiencia con el camionero, allá en la laguna de Junín.
Tengo 32 años, soy rubia, medidas normales, algo tetoncita y caderudita. Fogosa además por lo que hemos podido comprobar bastante calentoncita.
Después de haber tenido esa experiencia semi fallida en Mendoza, por que el marido de mi prima se comporto como un flojo, surgió lo del camionero con su doble cabina. No fue la de Mendoza la primera como conto mi marido sino que habíamos tenido un encuentro de besos y caricias con un matrimonio que conocimos en un boliche, y como quisimos ir por más fue que hable con mi prima, la que si se había encamado en nuestra casa previa intentona en su Mendoza.
Aclarado esto les cuento que, lo de la laguna de Junín fue categóricamente estupendo, por como se dio y por lo bien que la pasamos. Mauricio, el camionero se metió en nuestras fantasías sexuales, ya que lo mencionábamos y yo con solo eso me pongo a mil.
Como habíamos cruzado celulares, esperamos que nos llamara, pero paso cerca de un mes y nada, así que resolvimos llamarlo, pero lamentablemente su celular daba fuera de servicio siempre. Nos frustramos un poco pero no decaímos en nuestro entusiasmo, mas de que estuvo otra vez en casa mi prima, la que dice se va a buscar un chongo si su marido no cambia de actitud.
Para esos días mi esposo busco una alternativa y dio con un muchacho del súper, al que lo tienen por súper volteador. Lastima que no pudimos arreglar para que viniera cuando estaba mi prima.
El sábado que vino, estábamos llenos de expectativas. Hicimos la previa, repasamos el libreto, y pusimos todo en orden. El chico no era tan desinhibido y pretendía llevarme al cuarto sin que estuviera mi esposo en casa. Nos costo acondicionarnos y convencerlo.
Igualmente la experiencia no estuvo muy buena, ya que mi esposo solo quedaría de voyeur, sentado, mirando.
Todo comenzó con buena onda igual, ofreciéndome yo toda desnuda, mientras el me toqueteaba toda yo lo desnude, y le hice una flor de chupada en su pingota.
Cuando la tuvo dura, me pidió que me pusiera en cuatro. Yo lo aprecie allí todo lampiño o depilado, tan musculoso que me calentó su juventud. Me hubiera gustado que al menos me la hubiera besado un poquito compensando la chupada que yo le había hecho.
Me la metió sin miramientos y yo algo tensa y no tan mojada sufrí aquella intromisión pero el goce me recalentó enseguida.
Comencé a subir de temperatura casi al instante, pero antes de llegar a mi meseta de satisfacciones, el chico se acabó, dio unos pocos brincos y se le bajo la batata.
- Ya esta dijo.-
- Ok, espera que te la subo de nuevo. Dije solicita.
- No, ya esta, ya te cogí, estas rebuena che, pero ya me hiciste acabar como loco.
Allí termino la sección. No hubo caso. El muchacho se despidió diciendo que le había gustado, que quería volver y que lo llamáramos cuando quisiéramos.
Quede algo frustrada, me bañe y regrese al dormitorio, donde mi maridito con la mejor de las ondas, quiso explicarme de que había sido un encuentro positivo.
No comparto su opinión, o lo que el quiso tapar, no me gusto quedarme recaliente, menos aun de que mi esposo no participara. Así que ahora se la chupaba a el mientras sus dedos recorrían mi cuerpo jugando hasta ponerme feliz. Quería guerra y lo iba a desafiar.
Justo ahora suena el teléfono? Démoslo, y sigamos con lo nuestro….. espete.
- Puede ser un cliente. Dijo el.
- Ah, si ola, como estas tanto tiempo…….si, si……….esta bien, si. Si tomate un taxi que te esperamos en casa. Chau.
Yo no lo podía creer, porque el que llamaba era Mauricio, el camionero, que estaba en la Capital y venia ya para casa. Que bueno…. Que bueno….abrace a mi marido con furia calenturienta, le pedí que me cogiera un poquito…… que quería recibir a nuestro amigo allí en la cama, lista para darme un festín.
Mi marido paso crema perfumada sobre mi cuerpo, me masturbo, metió sus dedos en mi cuevita y me lubrico el culito….. por la dudas, dijo.
Yo contenía la respiración para no irme en orgasmo con solo la excitación de saber lo que podría venir. Y casi me vine cuando llamaron a la puerta, el ring sonoro pareció repiquetear en mi clítoris conmoviendo todo mi ser.
Prolijeé la suave sabana con la que cubría mi completa desnudez.
Al instante de ver a Mauri, mi alegría fue expresiva, demostrando mi emoción, viéndolo allí en mi alcoba parado, tan grandote como lo recordaba, vestido como vaquero americano, jean, camisa a cuadritos, ancho cinturón negro y bello como yo lo tenia en mis recuerdos cuando fantaseábamos con el. Su cabellera prolijamente natural, sus blanquísimos dientes y una sonrisa que inspiraba confianza y calentura. Tenerlo allí parado a los pie de nuestra cama, era una provocación.
Me arrodille tapamdome un poquito, para ir a abrazarlo. Al hacerlo deje caer la sabana, para que mi cuerpo desnudo quedara a su vista, comenzando a besarlo al mismo tiempo que lo desnudaba.
Con una de sus grandes manos recorrió mi espalda, del cuello a la entrepierna. La otra acaricio mis senos, pellizco mis pezones, una y otra vez como repitiendo una coreografía de mis sentidos.
-Mauri, te extrañaba tanto, que no podía hacer el amor sin recordarte un poco.
-Yami, yo los extrañe y buscaba en cada vuelta del camino.
Fue sin duda una suerte que el nos llamara, porque nosotros no podíamos comunicarnos con el, su mujer le había tirado el celular, al enterarse de la aventura que tuvo.
Baje su pantalón y el hizo el resto. Me enfrente a su chorizo ya semi parado y comencé a saborearlo en toda su inmensidad. Tomaba sus bolas con una mano y levantaba hacia arriba para mandarme la cabezota bien adentro de mi garganta. Le hacia tirabuzón con la lengua para ponerlo tan caliente como yo.
Vicktor, estaba al costado de la cama, observando y disfrutando. Le acerque mi cuerpo para que me diera unas chupeteaditas en la vulva ya abierta y caliente.
Gire como perrita que busca acomodarse para echarse, para comenzar ahora a chupar la polla de mi marido, ofreciendo en grupa mis intimidades para que el ya desnudo Mauricio me besara la espalda, la cintura, las nalgas el culo y mi cueva llena de mieles ardientes.
Era evidente que no podía aguantar mas ese enorme placer sin que surgieran mis explosivos grititos al momento que me brotaba la leche caliente desde mis entrañas.
Goce por unos instantes mas la lengua de Mauricio, y esta vez volví a girar para que fuera mi marido el que me la metiera primero. Sin dejar de explotar en seguidilla, recibí el falo de mi esposo bien dentro de mi cuquita en fuego. Volví a chuparme el vergon de Mauricio, esta vez acostándolo en la cama. Tenerlo allí era magnifico y provocaba que no bajara la intensidad de mi placer.
- Vicktor, viéndote coger a tu mujercita, pienso en que cuando te traiga la mía, la vas a hacer gozar de lo lindo. Porque después que se enojo, fue cambiando de actitud, a tal punto que ahora sabe de que vine para ver si era posible un encuentro.
- Si Mauricio, cuando me la traigas la vamos a coger a las dos.
Me sacudí intensamente con la falo de mi esposo bien adentro. Aquello de traer a la mujer de Mauricio, también me recalentaba. Me saque de un solo empellón a la pota de Vicktor, dejándosela humeante y a punto de caramelo.
Mientras el se la pajeaba ahora, yo monte a Mauricio, al borde mismo de los pies de la cama, lo que permitía a este afirmarse en el piso para darme empellones desde abajo.
Que manera de gozar, porfi…… y era tal mi calentura que mire a mi esposo, pidiéndole que fuera ahora por detrás. Mi culito estaba a punto, y se lo ofrecí con cariño.
Me aferre a los brazos de Mauricio, resistiendo el repetir de enviones que me daba Vicktor para metérmela por detrás.
- Como chilla tu mujercita Vicktor.
- Es que goza la tuya y le esta entrando la mía.
Quise decir que me provocaba temor aquello, pero no quería dejar de hacerlo, quería decirles que fueran despacio pero no me salían palabras, solo gemidos, suspiros y gritos de un goce descomunal. Cuando las sentí bien adentro a ambas, seguí chillando, llorando de placer, sostenida por los brazos de Mauricio y tomada desde atrás por mi Vicktor.
Perdí noción del tiempo, no sabiendo si me estaba acabando, meando o yendo a mares de jugos. Ellos dicen haberse acabado dos veces sin sacarla siquiera. Lo único que estoy segura, de que nunca había estado en tal estado de placer tan emputecida.
De pronto me vi, acostada en la cama, franqueada a ambos lado por dos hombres maravillosos, que me acariciaban mi debilitado cuerpo.
- Que feliz me han hecho muchachos!
- Que putita que eres Yamila.
- No quisiera que me dejaran de lado, nunca.
Ahí Mauricio nos conto que después de haberle confesado a su mujer su aventura, esta se puso furiosa por un tiempo, pero lo perdono y pidió jugar a mas. Primero con juguetitos que tenían, luego le insinuó un perrito, pero esta le dijo que prefería un hombre a un perro.
Que le llevo un equipo Luisiana Lounger. Que es un mueblecito inflable, para que gocen las mujeres, pero que ella al verlo tan decidido le dijo que aceptaría tener intercambios con gente afín. Así es que recupero el número y vino a llamarnos. Eso si, nos pidió que de este nuevo encuentro no dijéramos nada porque se le podía volver en contra otra vez.
Ellos se bañaron y luego yo me levante, me di una ducha caliente y me puse un conjuntito muy livianito y coqueto encima de una pequeña tanguita.
Salimos a cenar a un lindo lugar de puerto Madero. Prolongamos la sobremesa ya que decidimos que Mauri se quedara esa noche en casa. Al otro día, Vicktor lo llevaría temprano hacia donde había dejado su camión.
Mauricio hizo un par de llamadas. Una a su casa para saludar a su mujer y contarle que estaba tomando algo con nosotros, que estábamos de acuerdo en recibirlos en casa, y que estuviera tranquila que la iban a pasar muy bien. Otra llamada fue a un amigo par encargarle un mueblecito Lounger para obsequiármelo.
Mauricio es increíblemente fogoso, porque me miraba con cara de te quiero volver a coger, que me turbaba un poco. Así es que regresamos a nuestra casa con la seguridad que el jaleo sexual estaba asegurado.
No bien entramos Vicktor puso música y ambiento el lugar bajando las luces. Baile un poco con cada uno, pero pronto mi marido me quito la chaquetita, y el diminuto sutién fue a parar al sillón. Me magrearon con habilidad y delicadeza, provocándome una excitación novedosa.
Cuando bailaba con Mauricio, su bulto se ponía tieso, y como el es emprendedor, me pidió que yo pusiera un pie sobre el sillón, para tomarme desde atrás, así me balanceo un poco pero pronto sentí entre mis piernas su polla dura. Su jean callo al piso junto con el calzoncillo, lo que hizo que yo sintiera su desnudez en mi trasero. Levanto mi falda, corrió mi tanguita hacia un lado y así vestida de la mitad para abajo, comenzó a follarme de parada. Asi bailando al ritmo de la música, con su pomelo dentro de mi supe de otra novedosa forma de gozar. Se dio maña para comenzar a bajarme la pollerita ms la tanga, y pronto quede de medias y de tacos puesto. Al parecer eso puso también a mi marido de buen humor, porque ya estaba desnudo y al palo.
Mauricio me la saco y fue Vicktor el que me abrazo desde adelante, para levantarme en el aire ensartada en su pijon endurecido. Asi que con las piernas al aire, se las enrosque en el cuerpo, bien clavada, levantada como koala cariñosa.
- Tomala por atrás Mauricio, ordeno mi marido.
- - Me van a romper, dije con mentirosa osadía.
- Veras que te gustara mucho Yamilita, dijo Mauri, al tiempo que apoyaba la punta de su vergon en mi agujerito trasero.
Por suerte era experto y no empujaba mucho, solo mantenía el espacio que yo le iba dejando ganar con mis pequeños movimientos de esfínteres. Así de pronto sentí que me taladraba el culito, lleno de carne, mientras seguía yo colgada de la concha con el palo de mi maridito.
- Que me hacen locos, me quieren volver loca, loca…. Ohm, me corro, me acabo, me voy al mismísimo infierno con esas dos vergas dentro ,,,,, Hahn, ahhammmmm
Ya era cierto que a la tarde en pocas horas me habían cogido tres pijas, que me habían hecho el culito y penetración doble, y otra vez ahora la doble pero colgada de la pija de mi marido.
No podía aguantar y otra vez lloraba de placer, pidiéndoles que me llevaran a la cama y me cogieran hasta morir.
Así lo hicieron y me cogieron con ferocidad de amantes cariñosos y fogosos.
Si me sorprendía la fogosidad de Mauricio, más la de mi marido que lo notaba como nunca, repitiendo una y otra vez, espléndidas cogidas en distintas posiciones.
Ellos se agotaron finalmente y yo quede rendida físicamente, pero finalmente rendida ante la diosa del sexo, mi conchita era la mas feliz de las conchas.