Felicies intercambiantes

martes, 24 de mayo de 2011

Partela en dos Negrito !


- Pártela en dos negrito. Dale lo que está esperando.
Evidentemente, Juancho no había perdido el sentido del humor ya que al decirme eso estaba aprobando lo que hacíamos.
Mientras yo tomaba fuertemente de las caderas a su mujer, esta apretaba mi humanidad contra sus nalgas ofrecidas.
Mercedes estaba recontra buena, y no me iba yo a perderme ese festín. Así que afirme mis rodillas en el borde de la cama matrimonial de los dueños de casa y ensarte desde atrás a la bella mujer. Se la metí suave pero firme, sin darle tiempo a arrepentimientos o a esquives de ultima hora, llegando mi miembro hasta las entrañas calientes de aquella concha abierta para mi.
Ella suspiro fuerte tomando aire profundamente en un jadeo de placer. El la miro complaciente con una mueca de aprobación y festejo, ella le devolvió la mirada con cara lasciva y morbosa sensualidad.
Cuando Yamila me llamo y me explico que no era para fijar una cita con su matrimonio, sino, para preguntarme si estaba dispuesto a iniciar una pareja amiga en un trío, dude un poco pero acepte porque me pueden las ganas de tener sexo.
Yamila me había “pintado” como un morocho con buen miembro, respetuoso, afable y amante del buen sexo. Quizás me vendió bien, aunque yo me considero una persona normal. Con ellos tenemos encuentros cada dos o tres meses, y fueron si para mí los primeros en eso de compartir. El dice que le agrada como trato a su mujer y ella dice que le gusta tener de ves en cuando esas sensaciones de una buena polla taladrándola.
Así fue que aceptada la nueva pareja, nos encontramos en una confitería céntrica.
Iba yo con mi pantalón blanco y chaqueta azul, camino hacia mi cita cuando me distraje mirando un trasero de esos que te hacen vibrar los pendejos de los cojones como para que comience a pararse la pinga. Aquel culo en movimiento, detrás de la delgada tela de un pantalón de buen precio, siguió delante de mí justo, justo y precisamente para entrar a la confitería donde yo tenía mi cita.
Pensé en olvidar mi cita, pero no podía fallarle a mi amiga Yamila, entonces, mientras perdía de vista aquel bombón me dirigí a la barra, donde la pareja a debutar se me presentaría, si es que estaban de acuerdo en aceptarme por mi “pinta”.
Salude al barman, pedí uno a las rocas, pensé en girar y recorrer el lugar con la mirada buscando aquello que me había sobreexcitado, pero no tuve tiempo.
- Hola Simón, veo que eres puntual.
- Hola, supongo que tu eres Juancho.
- Exacto, amigo, el mismo que viste y calza.
- Pues tú dirás en que puedo servirte.
- No, no, amigo, a mi no me tienes que servir…. Jejeje, es a mi Mercedes, con el aval, la presencia y quizás participación de su hombre, que soy yo. Ya me aclaro nuestra común amiga que tu eres hetero al igual que yo. Ven conmigo que mi señora también vino a la cita.
Caramba, rayos y recorcholis !!!, seguí a Juancho, hasta la mesa donde estaba sentadita aquella diosa que me había impactado por su hermoso trasero ¡!!!! No podía caber en mi. No debía cometer errores y dejar escapar aquel manjar que prometía ser Mercedes.
La amplia sonrisa de ella me trajo tranquilidad, sus perfectos dientes blancos, me pintaron una mujer coqueta y cuidada, su escote dejaba sin aliento a quien quisiera imaginar lo que continuaba debajo de la blusa. Claramente tenía unos pechos en concordancia con aquel culito que mi vista ya había gozado.
Me explicaron una y otra vez, sus intenciones e inexperiencias, y yo una y otra vez mi experiencia con mujeres y mi corta trayectoria como par tener de tríos matrimoniales.
Así llegamos a la segunda cita y entrevista.
La tercera vez que me llamo Juancho, para acordar un nuevo encuentro de acercamiento, fui algo atrevido…..
- Mira Juancho, te voy a ser sincero……yo ya los conozco lo suficiente y ustedes a mi también, y en vista que yo ya estoy muy, pero muy caliente con tu mujer, preferiría no seguir masoqueandome, y optar por definir o dejarlo en el recuerdo.
- Pues precisamente eso, quería decirte….. Mercedes quiere y sueña con que le hagas lo que le haces a su amiga y yo quiero verlo y sentir que lo doy lo mejor.
- Entonces?.
- Te esperamos en casa, tipo 22 horas. Ok.
- Ok, Juancho, allí estaré amigo.
Corte y llame a Yamila, quien me conto lo que había hablado en estos días con Mercedes y todo lo que esta estaba esperando de mi….. Que era precisamente lo que yo estaba con ganas de darle….. Una espectacular cogida.
Siendo las 20 horas, ya estaba preparándome para la noche. Una noche a la que esperaba impaciente, expectante, suponiendo que mi sexo tendría con que gozar, y por ello lo lavaba con esmero y cariño, casi una paja pensando en Mercedes.
Debí hacer tiempo cerca de la casa de mis nuevos amigos, para no llegar antes. Así que entre en un barcito y me tome uno a las rocas, lentamente, tal como quería que surgiera esa noche mis placeres con aquella tan deseada dama.
Cuando el deseo es genuino, no hay que perder el impulso de expresarlo.
Así se los exprese a ambos ya dentro de su casa. Un living que dejaba saber que la pareja tenía un buen pasar, mas un buen gusto para el hogar.
No estaba yo nervioso, pero ella vestía una frágil solera en un verde limón, que hacia resaltar sus prendas intima color negro, lo que me provocaba cierto temblor casi novedoso. La mire intensamente, porque una mujer como aquella era para mirarla con los ojos bien abiertos, sin perderle detalle a la talla de la diosa.
Ella se movía expresándose con naturalidad, sonriente, por lo que me estaba diciendo que si se había vestido así, era porque estaba bien de acuerdo con lo que se vendría, tanto que además me regalaba su belleza para que yo estuviera a tono con sus propios deseos.
Ella dio el puntapié al inicio de acciones con un simple,…… vamos muchachos.-
Juancho, la abrazo desprendiendo lentamente los botones de su solera dejándola en su lencería intima. Que bien resaltaba su figura aquel conjuntito. Como dejaba en contraste con su blanca piel aquella sedosa negrura de un fino tul transparente.
- El resto lo sacas tú, me dijo Juancho, animándome.
- En la habitación dijo ella, pasando delante de mí, indicándome el camino al dormitorio.
Que hermoso culo, moviéndose contorneadamente delante de mi, me marcaba el camino…… por lo que resolví decirlo claramente.
- Que hermosura de cuerpo tienes Mercedes, que espalda, que maravilloso culito con estilo querendón!.
- Todo a su tiempo, Simón, que primero quiero conocer tus atributos.-
Tenía unas suaves manos con las que despojo mis ropas, frotando sin cesar mi ya tieso miembro. Jugaba con el como poseída, mirando de vez en cuando a su Juancho, que miembro en mano se pajeaba suavemente.
Se nota que el le insinuaba ir por mas, porque ella decía una y otra vez …. Te parece? Te parece?....
Cuando comenzó a besármela yo perdí el control mental porque rogué como un infante, pidiendo limosnas…. Puedo tocarte Mercedes?, me dejas probarte…?
Sus manos buscaron las mías guiándolas a sus tetas…. Terciopelo de piel blanca calientes, duras, preciosas….
Ya mis manos fueron invadiendo aquel cuerpo, probando limites, mi boca tomo contacto con aquellos carnosos pezones, para comenzar giros en círculos concéntricos cada vez mas amplios, mas húmedos, mas sabrosos.
Su cuello supo de mis besos, mas besos, que bajaban hasta tocar aquel pubis de recortados pendejitos.
- Chúpamela Simón…. finalmente pido ella.
Su vulva carnosa era como dos gajos jugosos de una fruta abierta, tan notoriamente carnosos que se me parecían unos meloncitos hinchados…. que al abrirlos mi lengua dejo al descubierto un clítoris rojizo, braza candente a la que no bien roce suavemente estremeció furiosamente a la diosa de fuego. Y me comí toda aquella fruta…
- Ahhh, que rico me la come, Juanchito…. ¡Mira como me la come papito !!
- Eso Simón,¡ prepárala para ensartarla como naranja para muestra!!!
Mercedita, lanzo sus primeros epítetos soeces, fruto de su calentura magistral, y brincando como una cabrita se me puso en cuatro ofreciéndome su raja entre sus piernas abiertas, mientras su colosal culo al aire, me ataia enormemente.
- Ponemela despacito. Dijo… a lo que respondiera su marido Juancho aquellas palabras del principio.
- Pártela en dos negrito. Dale lo que está esperando.
- Pártela en dos negrito, que la quiero ver gozar.
Así fue que comencé aquel bombeo, aquel mete y saca, para que la diosa gozara. Ellos no dejaban de mirarse, incentivarse con palabras desde cariñosas a salvajes, de cariñito, papito a cornudo, de mamita linda a puta reventada….. de todos se decían mientras yo la cogía cada vez con mas ímpetu.
Lanzada en una catarata de orgasmos, ella se encabrito y tirándose con las piernas bien abiertas sobre la cama, me pido que la montara de esa forma…. a lo que estirándome cuan largo soy, me apoye sobre aquel cuerpo carnoso, que cual planta carnívora envolvió el mío, con brazos y piernas.
Minutos después yo exprese mi eminente estado de explosión, lo que ella no permitió, zafándose hábilmente.
Me tire casi exhausto aun sin acabar, para que ella me montara tan tiernamente que me ponía al borde del abismo pero no me dejaba estallar……. Así fue que moviéndose sobre mi, beso a su marido, al que comenzó a chuparle la pija.
Cuando lo tuvo a punto, me dio unas rápidas embestidas, sabiendo que con ello me despediría de mi calentura en una acabada atroz…… y salido yo de abajo, ella se hizo encular por su marido.
A poco más de un mes, repetimos el encuentro, pero fue cuando ella sin salirse de arriba mío le pidió a su marido que se metiera por detrás.
Su ritmo va lento, al principio y a medida que sube su temperatura llegando al clímax, se bambolea tanto que nos baila cien comparsas carnavalescas en pocos minutos.
Profunda gozadora Mercedes, se las enterraba hasta el tronco y gritaba como desaforada, pidiendo que no aflojáramos….. pero era imposible aguantarle el tren a esa diosa de fuego….. siempre nos termina primero, y digo siempre, porque me llaman casi todos los meses. Así es que comparto esos dos bellos matrimonios, el de mi querida Yamila, a la que valoro como la mejor y Mercedes que tiene un fuego inapagable.

viernes, 13 de mayo de 2011

Jugando con el inalámbrico


Jugando con el inalámbrico


Tito tiene un signo de sexo en el cerebro. Así es, mi marido, siempre esta buscando cosas nuevas para nuestra cama y nuestra pareja.
Cuando me fue indagando sobre eso de intercambio de parejas, lo tuve que ir frenando de a poquito. Si le acepte jugar con consoladores, vibradores y otras cuestiones.
Quien le consigue esos equipitos, es un amigo de la oficina. Lo conocí hace algún tiempo, y hasta salimos en pareja con su señora. Yo se que quizás ellos pretendieron otra cosa, pero no paso de charlas y quedamos como buenos amigos, tanto que este años hemos salido dos veces a bailar juntos.
Hace poco, el amigo trajo una novedad que le enviaron de Europa, un masturbador femenino con mando a distancia. Mamasita que cosa que me resulto especial.
Es como una tanguita, que te la pones con elásticos ajustables, que tiene un triangulo como mariposa con cuerpo de gelatina que te calza justo en la pepa. Te la pones, y cuando accionas o accionan el remoto comienza a masturbarte vibrando justo sobre tu botoncito…… y te vuelve loca, o al menos a mi me derrite toda.
Tiene como siete ritmos diferentes, lo que me provoca variedad y me saca jugos importantes, y al ser inalámbrico mi marido juega con hacerme orgasmar en los lugares más exóticos.
A mi me gusta usarlo porque disfruto mucho, aunque acabarme en la confitería, o en el cine, ha sido cosa para mi extraña.
Su amigo Matías y la esposa Isabel, nos han vuelto a invitar para que salgamos a tomar algo con ellos. El sábado pasado quedamos de encontrarnos.
Tito, mi marido, insistió un poco para que me pusiera el arnés con remoto, y así lo hice.
Cuando nos encontramos, Isabel, para mi sorpresa me pregunto si tenía puesta la tanguita, y allí me enteré de que ella también la llevaba puesta.
El bolichito es agradable, con buena música y discreto.
Fue Matías, el que comenzó el juego, haciendo que Isabel se sonrojara por la acción del masajeador clitorial. Reímos por la ocurrencia.
Fue Tito también el que sin que yo pudiera impedírselo que comenzó a provocarme cortitas excitaciones, a lo que yo reclame a mi esposo, cordura.
Cuando me explico que era un juego, yo ya estaba húmeda y bien cachonda.
Así que cuando ellos propusieron jugar para ver quien lograba que su mujer acabara primero, yo solo atine a reírme. Isabel también parecía excitada y nerviosa.
Así que comenzaron a provocarnos con las vibraciones, ambas nos pusimos cachondas, pero así gozando no lograbamos llegar al clímax.
Fue tremendo, furibundo, brutal, ellos cambiaron de remoto, y por el solo hacho de saber que era Matías el que me estaba provocando eso, a través del control remoto explote sin miramientos viendo que a Isabel le ocurría lo mismo.
Ambas éramos mujeres calientes, cachontas y también trasgresoras, no había dudas.
Quede en una sola pieza, gimiendo e intentando contenerme, no se si por la vergüenza o la novedad.
Ya Matías pidió a Isabel que soltara el vibrador, que se puede separar del arnés, y una vez que lo tuvo, sin reparos se lo ofreció a Tito, para olfatear lo que había logrado. Este olfateo mirándome pero les dijo…..- Muy rico, muy rico.-- A ver Yamila, dame el tuyo para comparar…..
Yo algo celosa, lo saque pronto para poder marcar con mis olores la nariz de mi marido…… pero este muy suelto de cuerpo se lo ofreció a Matías.
Matías me miro, y no solo olfateo el vibrador, lo saboreo pasándole su lenguaza, hasta metérselo en la boca y chupar los restos de mis jugos.
- Exquisitos, puedo asegurar que son exquisitos….. pruébalos Isabel…. Y acto seguido le paso mi pequeño vibrador a su mujer para que esta también lo lamiera.
- Si ella fuera de mente abierta, seguramente que te dejaríamos saborearlos directamente, dijo Tito, para ponerme mas furiosa y descontrolada.
- - Yo tengo la mente como la tengo y no estoy para esas cosas, al menos por ahora, dije, como para no ser tan grosera.
- Pues, esperaría mil años, para saborear de nuevo tus jugos, dijo Matías.
Hablamos de lo que había pasado, con aquel juego, donde yo tuve que admitir que me había excitado mucho mas con el mismo artefacto, tan solo en manos de otro que no fuera mi marido. Ellos sacaron de eso explicaciones filosóficas que yo no quise escuchar.
Así que entre cabildeos, ideas, reflexiones y copas, nos retiramos de aquel bolichito.
- He amigo, tu no estas en condiciones de conducir y yo tampoco….. así que caminemos.
Era real, ambos estaban en copas, mejor dicho, los cuatro estábamos algo empinaditos.
Caminamos y a las pocas cuadras, Tito propuso pasar la noche en el Motel del Centro, cosa que aceptamos al unísono, pues nuestras casas quedaban bastante lejos.
Ellos en la pieza 23, nosotros en la 24.
Nos duchamos y pusimos cómodos en la cama, dispuestos a jugar a pesar de las copas.
Sentimos los golpecitos en la puerta, seguro que eran ellos, dije….. Y así era.
Entraron, y yo tapada con la sabana, los salude extrañada.
- Mira amigo, dijo Matías, que yo no pueda saborear los jugos de tu mujercita, no significa que tu no puedas saborear los de la mía, además hemos venido, por que Isabel quisiera ofrecerte ese honor.
- Será un placer, respondió Tito.
Están borrachos, me dije, pero quede tan absorta y confundida, que no atine a decir ni ah.
Isabel se recostó en la cama, y pude ver como ella misma abría sus piernas, tomaba los labios de su vagina, abriendo su sexo para que mi marido la viera y fuera por ella.
Tito se inclino y perdió su cabeza entre las piernas de Isabel, la que pronto revoleaba los ojos como poseída, sintiendo lo que mi marido sabia hacer, pues era un experto en chuparme la concha.
El atrevido de Matías, saco su polla para dársela a mamar a su mujer, así completaban un trencito los tres.
Tito perdido entre las piernas de Isabel. Isabel abierta de piernas abrazada a las piernas de su marido chapándole el pingo….. y Matías mirándome con una cara de goce que me enternecía…… tanto, que retire la sabana, abrí mis piernas y lo deje acercarse lo que pudo, el resto me acerque yo para que comenzara a comerme el coño.
Lo hacia riquísimo, y verlo allí entre mis piernas, tener a la vista su pijota a la que a mi temperamento conmovió, con su grosor, tamaño y textura.
Acaricie primero sus brazos, luego su cabeza, y cuándo estaba por llegar al clímax, lo vi. moverse ágil saliendo de las manos de su mujer para arrodillarse entre mis piernas.
Fue un instante de incertidumbre, pero tan fugaz que no llegue yo a recapacitar, pues cuando quise sacar conclusiones ya la tenia toda adentro.
Se movio, fornicandome, y le respondí con movimientos prendiéndome de su humanidad.
En mi tercer orgasmo, fue que mire al costado, donde mi Tito, prendido de las caderas de Isabel, la clavaba en posición de perrito. Nada le preocupo que estuviera yo allí despatarrada, ensartada por su amigo, más bien, que lo excitaba pues la emprendía fogosamente contra las nalgas de su amante.
Matías me puso en cuatro, y me la dio desde atrás, quiso probar el hoyito, pero no se lo di, igual acabo como loco fornicandome con furia.
Ese fue el final de aquella visita. Se fueron a su cuarto.
Mi marido me abrazo, me beso con gusto a concha de otra mujer, y penetro mi cuevita recién cogida por su amigo.
Lo abrace fuerte mientras me llenaba.
- Te gusta esto, verdad, hijo de mil putas, te gusto verme cogida por tu amigo, verdad?
- Vos bien sabes, que siempre quise que gozaramos todo lo que se pueda gozar.
- Pero no tenés miedo que me vuelva una puta?.
- Al contrario, te quiero bien putita, para probar miles de variantes.
Aquellos chirimbolitos vibradores que traía de vez en cuando, fueron pasando a desuso, y comenzamos a jugar con conchas y vergas verdaderas.
Eso mejoro nuestras vidas.