Felicies intercambiantes

martes, 6 de diciembre de 2011

Rutina diaria

Rutina diaria Después de que mi amiga me insistiera es que me decidí a contar mi historia para vuestro grupo. Me llamo Marisa, 38 años, casada, 2 niños en edad escolar y con muchas ganas de vivir. Mi rutina es levantarme temprano, preparar el desayuno, para los cuatro, y luego ellos se van. Mi esposo lleva los niños al colegio y de allí a su fábrica. Yo los reojo a la tarde y esperamos a que llegue el, pasadas las 20 hrs. Nuestra casa es grande, cómoda, replica de la vecina, porque ambas las construyeron para la familia, la nuestra y la de mi cuñado. Pero ellos se fueron a vivir a otra ciudad y la alquilan. Esta unida al frente por el jardín, y al fondo por un gran patio. Las cocinas ambas vidriadas, dan una frente a otra, dejando ver que hacen los vecinos allí. El patio no tiene separación y ambos caminitos entre el césped lleva a las parrillas con un gran quincho y al final del terreno una enorme pileta. Cuento esto porque fue el motivo que hizo a esta historia. Además de la circunstancia de que mi cuñado alquilo la casa a tres estudiantes del interior que son nuestros vecinos. Hace dos años que viven junto a nosotros, y tenemos cierta confianza, a punto de que son ellos los que cuidan el jardín y todo el patio. Muchas veces cenan con nosotros. Mi rutina después de la cena es preparar todo para el día siguiente de mi esposo e hijos, ya que ellos se van al dormitorio temprano, y luego ordeno y dejo la cocina limpia. Eso fue motivo de que descubriera que los vecinos me espían, y se entiende, porque tengo un buen cuerpo sumado a que por lo general ando cómoda en mi casa. Los días de calor, adoro darme un chapuzón en la pileta, antes de irme a la cama. Ese día todo fue como la rutina, una vez que los niños dormían, pase por mi dormitorio y mi esposo estaba ya roncando….. Me quite la ropa, me puse mi salida de baño y fui a la cocina. Ordene todo, decidiendo ya que había escuchado a mi esposo hablar con los vecinos de que cambiarían el agua esa tarde, los había visto trabajar por la tarde, allá en el fondo, así que debería estar estupenda. Mire hacia la pileta y estaba todo a oscuras, por lo que decidí ir a disfrutar una bañito a la luz de la luna. Estaba estupenda, así que deje mi bata sobre las piedras y me sumergí dejando caer mi cuerpo en un goce con aquella maravillosa sensación húmeda. Hice varios escarceos marinos, y de pronto vi dibujada en el borde una figura humana….. que pronto descubrí era la de Hernán, uno de nuestros vecinos. Sin prisa pero sin dejar salir mis partes dela agua, comencé a acercarme hacia la orilla donde estaba mi bata de baño. - Hola Marisa, como esta el agua? - Buenísima, respondí. - Como vos, sonó otra vos pero desde el otro lado de la pileta…. Era Sergio, que me miraba sin sacar los ojos de mi figura sumergida. - Que hacen aquí chicos, dije…. Nunca vienen. - Es cierto, pero siempre espiamos. - Eso no esta bien, porque estoy desnuda. - Así es como nos gustas, dijo el que estaba sentado mas lejos, a tiempo que se levanto y comenzó a caminar hacia donde yo tenia la bata….. era Luisito, el más joven de los muchachos. Si bien yo sabia que los había muchas veces provocado, por eso de que todas tenemos de ser un poquito exhibicionistas, jamás pensé que ellos decidieran presentarse con aquel la naturalidad tan atrevida. Al sentir que Hernán se había tirado a la pileta, apure mi nado hacia el borde. Pero ya estaba Luisito sobre ella. Me apoye en el borde tomándome de la punta de la escalerita, y le pedí mi prenda…… - No se la des, dijo Sergio….. ahora la veremos como deseamos, bien desnudita. - Y por que me quieren ver desnuda. - Porque nos calientas mucho y nos hacemos las fiestas manuales con tu figura. - Yo no los provoque, ni me imaginaba que pasaba eso…..disculpen. - Disculpa tu diosa…. Dijo Hernán a tiempo que abrazaba mi cuerpo desde atrás….disculpa que tengamos este deseo, pero mira como nos ponemos con tu presencia….. Ya estaban Sergio y Luisito con los pantaloncitos quitados dejando ver unas vergas duras, tan duras como la que sentía entre las nalgas de mi cola. - Hay chicos están calientes…. Fue lo que atine a decir… - Calientes con vos, y calientes como vos. No se que sabrían ellos, pero evidentemente se habían percatado de que mi marido no era de esos que satisfacen a su mujer como corresponde…. Porque la mayoría del tiempo me la pasaba ardiendo, deseando sexo, con ganas, ganas que muchas veces me la autosatisfacía. Pronto las manos de Hernán habían recorrido mi sexo, mis tetas y ahora abrían mis piernas… empujándome hacia arriba…. Luisito se sentó en el borde, tomo de mis brazos sacando hacia afuera la mitad de mi cuerpo, que se bamboleaba sin poder apoyar para intentar defensa. Pronto mi cara estaba incrustada en la polla de Luisito…. Sergio se apodero de mis tetas, frotándolas con una suave energía que me provocaba sensaciones….. Pero mas sensaciones era lo que comenzó a darme Hernan, que abriendo mis piernas metió su cabeza entre ellas comenzando a comerme la húmeda almeja. Fue todo tan impensadamente rápido, que no se si los deje hacer o ellos eran unos salvajes. No me negué en ningún momento…. Mas bien pase a ser activa, ya que chupándole la verga a Luisito, mis primeros jugos daban honor a las lamidas de Hernán……. Cuando Sergio, saco mi pierna hacia afuera, ya tenia su polla lista para mandármela adentro, así bien abierta de piernas me hizo sentir como me taladraba la cuevita. Mis goces comenzaron a ir en aumento…. Cada vez mas cachonda…. Acepte con agrados chuparlos, que me dieran un una, dos y tres….. Clavándomela en turnos. Con las tres goce como loca. Ellos creo que acabaron dos veces, yo infinidad de orgasmos….. me manosearon, me besaron, me dieron un placer desconocido…. Lujurioso, atrevidamente degenerado. Luego de una ducha, me acosté junto a mi marido que seguía roncando…. No podía dejar de pensar y sentir aquellas sensaciones que cosquillaban en mi cuerpo, todo manoseado, abierta mi cueva de par en par por aquellas tres jóvenes pollas. Al otro día la rutina comenzó como siempre, aunque yo no era la misma. Era la infiel esposa, que había tenido sexo con los tres jóvenes vecinos, en la misma noche. Pero estaba quedándome corta…. Porque cuando entro Sergio a la cocina, sonriendo, mostrando sus hermosos dientes…. Se acerco, beso mi mejilla diciendo: - Vamos que te estamos esperando en casa. - Están locos. - No, la que te vas a poner loca sos vos con lo que te tenemos preparado. - Es que no voy a ir…. - Vas a venir diosa….. por que te gusta la fiestita. No entiendo mis bajos instintos, pero entre por la cocina de los vecinos, me llevaron al dormitorio, me desnudaron y pronto estaba yo haciéndole la fiesta a los tres. Jamás había tenido sexo con dos hombres, ahora lo hacia con los tres al mismo tiempo. Me calentaron tanto tanto, que acepte me la metieran en el trasero….. y llorando gozaba sus cogidas….. como una puta en celo. No tardaron esa misma mañana en hacerme una doble, que fue triple porque mientras tenia una detrás otra bien ensartada adelante, le chupaba la polla al que esperaba turno. Mi rutina hoy en dia es coger y gozar con los tres todas las mañanas…. Algunas noches también me dan placer…. Pero tengo ayuda en mis labores diarias, ya que son una preciosura de chicos serviciales. A veces lo comentamos con mi esposo, …. La suerte que tuvimos en tener tan buenos vecinos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario