Felicies intercambiantes

martes, 22 de junio de 2010

El me desvirgo


El me desvirgó y me dio placer.

Aquellos encuentros con Mauricio siguieron sucediéndose, pero no eran de mi plena satisfacción.
Yo me ponía muy cachonda viendo como el se dedicaba a hacer servir a las yeguas con el pastor, que se las ensartaba a todas.
Pero a mi solo me besaba, hacia sexo oral y de vez en cuando me penetraba analmente…. Y yo pretendía que me desvirgara totalmente.
Supe de su propia boca, que fue mama, al que el confeso lo que hacia conmigo que le prohibió bajo pena, que hiciera otra cosa conmigo, y también supe que la relación que tenia con mamá era de larga data, y que habían hecho tríos con mi viejo.
Ese mi papá que anuncio, que vendría a la estancia, con su nueva novia, lo que hizo que mi madre se fuera ese mismo día.
Yo no quise ir con ella porque tenía la esperanza de que Mauricio no cumpliera con la palabra empeñada y me rompiera el virgo de una vez por todas.
Cuando Silvia, mi mama se fue, llegaron Leonardo, mi papa, Maria José, su novia, y Vicktor, el hijo de esta.
Pronto comprendí que mi papa, mucho mas mayor que la linda Maria José, hacia una pareja de tortolitos bien despareja, pero yo nada tenia que opinar.
De lo que si tendría que opinar es del chico de la señora, Vicktor, que resulto ser un muchacho esplendido, que me cautivo tan solo con mirarme y sonreír.
Fue de pronto el amigo ideal para estar en esa casa tan grande. La recorrimos, le mostré todo los galpones, caballerizas, criaderos, depósitos de la finca. Además hablábamos de música y otras cosas mundanas.
Le enseñe a montar, y fue explicándole como se ensilla un caballo que tuvimos nuestros primero roces algo interesantes, ya que al poner un brazo sobre su cabeza, el se acerco me tomo de la cintura y me beso. Yo me deje llevar y nuestras lenguas se entendieron por primera vez.
Esa tarde salimos a cabalgar, y yo pensaba llevarlo al arroyo con fines insospechados, pero debimos regresar ya que el comenzó a sentir un fuerte ardor en la entrepierna.
Fruto de los pelitos de las piernas, el roce con la montura para quienes no están acostumbrados, es fatal…. Le irrita la piel de una manera tremenda.
Cuando se apeó, caminaba como montado a un barril, con las piernas abiertas…. Muy cómico quedaba así, Vicktor.
Ya en su dormitorio, le lleve una crema para aliviar su quemazón, y como el lo permitió, yo extendí la cremita primero en sus pantorrillas y luego pase a la intimidad de su entrepierna.
Curiosa yo, me hice la descuidada y le roce varias veces el bulto, bulto que comenzó a ponerse interesante.
Cuando el acaricio mi cabeza, yo busque la cabeza de aquel bulto, y le saque la pija fuera del calzoncillo, para allí mismo chapársela muy suavemente al comienzo, pero luego le di tantas chupeteadas juntas que lo hice acabar en un mar de lechita. El me manoseo toda, me dijo cosas muy chanchitas, desde putita a que me iba a partir al medio.
Fue en aquel cuartito, al otro dia a la hora de la siesta, que desnudos los dos, nos besamos todo, todo…. Y me extendí en la cama abriendo mis piernas hacia arriba para que el me metiera su duro y largo miembro…..
No me dolió, quizás eran mis enormes ganas de tener un falo dentro, si, sentí desgarrar mis entrañas, allí en mi cuevita, pero fue un solo instante de rotura y pronto sentí aquello caliente que me hacia rosquillitas por todo mi cuerpo.
Cuando el se percato de la sangre de mi desvirgue, yo ya había tenido mi primer orgasmo con una polla dentro….y estaba para mas si el no hubiera parado aquel rico mete y saca, medio asustado.
Yo le pedí que siguiera, y el me puso de rodillas en cuatro patas, lo que me hizo pensar que me haría el hoyito….. Pero no, me la metió desde atrás en mi rajita, lo que fue mi primer polvo a lo perrita. Una deliciosa experiencia.
Teresa, la mucama de la casa, se entero por las sabanas, y fue con esa joven señora que aprendí sobre lo que debería haberme enseñado mi mama sobre el sexo con hombres. Nos hicimos muy amigas y de ella supe muchas cosas que mas adelante he de confesar.
Con Vicktor teníamos sexo a la mañana en el campo o el arroyo, a la siesta en su cuarto y por las noches en el mío.
Me sentía plena y el siempre inventaba alguna variante para metérmela cada vez mas adentro y provocar mis placeres. El que en pocos meses mas pasaría a ser mi hermanastro, fue el que se quedo con mi virginidad tal como yo lo necesitaba.

miércoles, 9 de junio de 2010

En haras "La preñadita"


Salimos de la capital cuando los primeros rayos del sol asomaban en el horizonte.
Atrás quedaban no solo la oscuridad de la noche sino el encierro de aquel convento que aunque convengamos fue últimamente agradable pues no la pasaba mal, tampoco era lo que yo aspiraba para mi vida.
Papá había dispuesto que llegado el fin de l curso me trasladaran a nuestra residencia de campo. Una estancia con desarrollo agrícola-ganadero que tenía como rubro principal el criado de caballos de raza, fundamentalmente para el juego de polo. La marca era haras “La preñadita”, conocida mundialmente.
Amilcar, el viejo chofer de papa conducía cauto, precavido, lento como una tortuga en aquella autopista enorme. De pocas palabras el, me centre en mi música y a poco tiempo quede dormida.
Mis sueños fueron varios pero repasaron mi año en el colegio, mis nuevas amigas, las preceptoras, la profesora de música…. Y como si fuera un viaje hacia el final de mi viaje, recordé mis épocas de niña allá en la estancia.
Cabalgar, recorrer el campo, jugar, ayudar en la cocina o tareas era el único entretenimiento, salvo aquella atracción que sentía yo por visitar el establo donde cuidaban los padrillos de raza. Sementales a los que se les prodigaba el mejor de los tratos ya que de ellos dependía el futuro de las crías. Y aquellas yegüitas que venían a ser servidas, y alguna potranca que debutaba, que era mi mayor desvelo.
El viejo Pacho era el patrón allí en el establo, y trasmitió todo su conocimiento a su hijo Mauricio, nacido de la también criada Dorita.
Mauricio era bastante mayor que yo, pero era el mas joven en aquella inmensidad campestre. Era mi amigo del alma. Compinche me había permitido observar lo que prohibido tenían para mi, ver como el padrillo se montaba a las yeguas. Aquella adrenalina me había impactado siempre pues su ambiente me traía deseos sexuales que nunca había podido descargar allí.
Llegamos y todo era como novedoso a pesar de estar todo muy impregnado en mi.
Mamá estaba y pronto supe que continuaban sus líos matrimoniales.
Era ella una modelo, aun joven, elegante y de buenos modales, pero lo que contrastaba con papá era la edad, pues el la doblaba en edad.
Pronto supe que Mauricio era ahora el encargado de las haras, pues era el heredero de la sabia enseñanza de su padre fallecido.
Eso me permitió, pasearme a mis anchas por el establo, visitando aquellos hermosos animales. En esos recorrido me di cuenta que Mauricio me miraba con insistencia, y fui al frente con decidida intención….. – ¿Te gusto Mauricio?
- Paaa, Yamilita, estas hecha una mujercita atractiva.
- Dime, cuando va a servir ese padrillo a alguna yegüita?
- Mañana, seguramente….. por?
- Porque quiero verlo, de paso aprender con intenciones de que me pase lo mismo.
- Paa, nena…. No seas mala…. No provoques, menos sabiendo que sos la hija del patrón.
Mauricio seguía siendo el mismo pelotudo de siempre y al parecer me seguiría esquivando…. Pero ahora yo sabia exactamente lo que pretendía de el.
Al otro día, no me perdí detalle, de aquel maravilloso espectáculo que es ver como se le para al caballo aquel enorme y largo pijón…. Como se va cebando a la yegüita hasta que esta se deja montar…. Y es todo tan rápido y violento cuanto la ensarta metiéndole aquello tan exquisito hasta hacerla relinchar…
Me moje, me toque, me acerque a Mauricio, me le recosté… y este tuvo un gesto de avance, me acaricio las tetas, me apretó un poco pero cuando yo pensaba que íbamos por buen camino…. Me rechazó nervioso. – No podemos nena…. No podemos…
Las cosas ocultas muchas veces no tardan en aparecer.
Mi dormitorio esta pegado al de mis papis, separado por un gran placard doble, o sea que para ambas lados de las piezas es placard.
Yo sabia de niña, que entrando al placard, podía moviendo una madera, pasar al placard del cuarto de mis padres y de allí, espiarlos.
Pero nunca los vi haciendo nada extraño.
Ahora papá no estaba, no había venido, y solo estaba mamá….. Entonces de que eran esos ruiditos que se sentían?
Y fui a mi lugar de espía….. Y esto es lo que vi.
Pamela, mi mama, estaba desnuda en cuatro patas sobre la gran cama…. Se inclinaba con dedicación en un evidente acto sexual…. Se estaba chupando una enorme polla…..sacudiendo su melena a un lado y otro. Se relamía y su lengua jugaba de tal modo sobre aquel músculo que deba como chasquidos jugosos, que atravesaban ruidosos el ambiente.
Ohhh, que sorpresa, cuando el hombre se incorporo, musculoso, atlético, masculino, vigoroso con aquella polla endurecida…… era el mismísimo Mauricio, que fue directamente a meterla desde atrás al cojinete de mama….. Que cuando se sintió atravesada comenzó a moverse acompañando y haciendo mas intensa la embestida que le daban. Un rato así, y mama se acostó, abrió las piernas y Mauricio se extendió entre las piernas de ella. Otro buen rato así….
Ella se levanto, el se acostó boca arriba y ella lo cabalgo como 20 minutos hasta estallar por 5ta vez creo, para relinchar ella también allí arriba del macho con las que le estaba metiendo los cuernos a papá. Yo tuve un orgasmo acariciándome, y mentalmente se lo dedique a Mauricio. Mi mamá era infiel, y Mauricio un tramposo.
Por eso fue, que decidida, lo encare, le dije lo que había visto y lo puse contra la pared. También le conté mis experiencias.
Si no hacia lo que yo le pedía, se iba a saber…. Y se armaba un lío.
Allá en lo alto del establo, arriba de unos fardos de alfalfa, pude comerle aquel rabo hermoso, dándome el placer de su lengua en mi cuevita. Me puse cachonda, cachonda, hasta le pedí que me desvirgara…. Y me puse en cuatro….. El me la refregó una y otra vez, pero finalmente me la dio por mi experimentado culito. Experimentado con cosas de plástico, en el colegio…. Pero fue aquella la primera pijota que entro en mi interior….. La goce muchísimo. Como yo tuve como 10 orgasmos, el aprovecho para prometerme que me desvirgaría mas adelante…. Que así estaba bien. Cuando mamá se fuera, lo haríamos en mi pieza. Aquellos días fueron inolvidables, por que el sexo anal me gusta, me permite tocarme con mis dedos la cuquita y pajearme al mismo tiempo que me dan bomba.
Yo se que el siguió acostándose con mamá, pero Mauricio es un gran macho…. Y un gran amigo.

sábado, 5 de junio de 2010

y el conto sus vicio



Yo le conté en el relato anterior a mi medio hermano y a ustedes como me habían despertado mis vicios aquellas preceptoras del convento…… ahora estaba disfrutando con el cosas diferentes, pues si bien me gustan las chicas mi mejor placer esta con los hombres.
Pero quede intrigada con lo que el me había contado de su tía y decidí indagar mas y en un descanso después de habernos dado una ducha le pregunte…. Che Victor, cuéntame… que paso después con tu tía.

…..Pues fue algo inolvidable, la tía Leticia fue una maestra que descubrió todos mis sentidos sexuales, y la pasábamos muy pero muy bien. Tan bien que al parecer descuidamos ciertos detalles y mi madre se entero del buen jaleo que tenía su hermana y su hijo.
Una mañana sentí como discutían en la cocina..
- Pero como podes hacerme eso?, Leticia, con tu sobrino.
- Mira hermana, yo no lo busque, fue una cosa que nació, surgió, se dio…. Y yo que hacia tiempo no tenia sexo, bueno…. No pude aguantarme hacerme el festín con el potro de tu hijo.
- Pero vos sos casada, Leticia, y es menor que vos!
- Si Maria José, pero hace cuanto que estoy acá.... eh, lejos de el, además si vos supieras lo bien armado que esta tu hijo, y lo supe-rmacho que es, entenderías que mi debilidad tiene justificativo.
- Bueno, lo que quiero es que se termine esto, si.
Era sábado, mi madre salia a hacer compras y mi tía fue a contármelo, yo le dije que las había escuchado, y no perdimos tiempo y nos dimos como en la guerra. Yo no me resignaría a perder aquellas tetas, aquella cola, aquella almeja que me volvía loco.
Pero las cosas a veces no son como uno quiere, ese mismo domingo mi tía estaba viajando a su ciudad.
Mi desolación era enorme, y pronto la tristeza comenzó a ganar terreno y me sentía bajoneado a más no poder….
Mama se dio cuenta y quiso aconsejarme…. Pero que podía decir ella que fue la causante de que Leticia se fuera? Por más que me hablo de situaciones indebidas e incesto, yo no estaba para entender pavadas.
El calvario seguía… y cuando sentía el ruido de la ducha, la recordaba, cuando entraba al baño después de mamá, sentía ese perfume de jabón y calorcito que taladraban mis sentidos.
Había pasado una semana y ya me encontraba destruido…. Por eso esa noche espié a mama en el baño…. Y recordé a la tía…. Me escondí para manosear mi muñeco…. Mama salio de la ducha, su cuerpo tan parecido al de Leticia, me hacia daño…. Era mas rellenita, mas tetoncita, mas culoncita, en realidad, estaba mucho mas buena, mas hembra, que se yo….
Cuando paso para el dormitorio, salí de mi escondite, totalmente al palo. La seguí como para seguir espiando y darme una pajeada monumental.
Mamá entro al dormitorio cerro la puerta pero no con llave. Silenciosamente la abrí. Ella estaba sentada en la cama, con un pote de crema en la mano en la tarea de encremar su encantador cuerpo.
La poca luz del velador de noche, me daba aun una imagen deliciosa poniéndome al tope de mi calentura. Mi entusiasmo, me hizo una mala jugada y sacudiendo mi mano, golpeé la puerta….
Ella me miro, y sin sobresaltarse solo preguntó… Que haces ahí,
Victor?
-Nada, te vi y me puse así….. Mostrándole mi polla a full….. ves mamá, esto me pasa todo el día porque no está la tía.
Dejo el pote sobre la mesita de luz, enfrento su cuerpo mirándome, pero sin taparse siquiera, como si el estar desnuda ante mí fuera normal…. Y me dijo…..- Mira hijo, yo te comprendo, pero tu debes entender que las cosas deben ser hechas de acuerdo a normas sociales…. Y no como una las sienta…. Entiendes.
- De que normas me hablas mamá, cuando la naturaleza te dota de sentidos que te llevan a ser sensible, a tener placer, a ver, como te estoy viendo, a darme cuenta que estas mejor que la tía, que estoy ahora recaliente contigo…. Que ya no sos ni serás mi mamita, sino que te veo como Maria José, una hembra de primera…..
Mi discurso, no fue lo único que no dejo hablar a Maria José, fueron las acciones, porque avance hacia ella, y mientras con una mano la empuje sobre la cama con la otra apague el velador…… y allí, ella tendido su cuerpo, con las piernas hacia abajo, recibió el peso de mi cuerpo, que extendí, abrazándola totalmente….
Su reacción fue sacarme, así creo, pero pronto estaba besando yo sus tetas, con la intención de hacerla entender que me pasaba…. Y ella de pronto estaba tomando mi polla….. Te voy a calmar chiquito, te voy a calmar… y comenzó a pajearme de tal modo que me deje llevar….
Subí mi cuerpo arriba de la cama, para que ella tuviera mejor ofrecida mi polla….. Pero me moví de tal modo que mi cara fue sobre su sexo…. La resistencia apareció, pero sus manos estaban ocupadas en mí, frotando mi dura herramienta, por lo que abrí sus piernas y comencé a comerla de la manera más estremecedora que se me pudiera ocurrir…. Quería a toda costa, calentar a Maria José, mi perversión estaba en pleno desarrollo.
Concentrado en mi tarea, no necesite cuidar mis tiempos de llegar, al comienzo, porque en cuanto ella comenzó a devolverme con movimientos pélvicos las embestidas de mi lengua contra su concha depilada, tuve que retacearle mi cosa porque estuve a punto de acabar.
Ella comenzó a gozar, sus manos por lo poco que se alcanzaba a ver, estaban ahora auto frotándose las glándulas mamarias, sus tetas estaban muy ricas, y aquel coñito depilado abierto y jugosos, era como para más….
Cuando ella volvió a insistir para que la dejara pajearme, volví a estirarme, pero ahora no solo me pajeaba la muy zorrita de Maria José, ahora estaba enseñándome como ella también sabía chupar muy bien mi pija.
Mi mamita Maria José, se acabo ruidosamente….y eso me gusto mucho…
Ya dócil ella, la subí a la cama, la frote un poquito, abrí sus piernas, las separe, las subí al aire y fui a poner mi polla contra su conchita aun palpitante…..
- No, cariño, eso no, eso no.
- Pues seguro que no, seguro que no lo vas a poder resistir.
Apreté sus dos piernas debajo de mis axilas, y mi cuerpo contra el suyo, de modo que pronto se la estaba metiendo….. Tuve intenciones de enterrársela a fondo, pero sus suspiros, sus no, no, no….. Cada vez mas tenues, me indicaban que pronto estaría reclamando por mas, mas.
Yo percibí que estaba haciendo lo correcto. Que aquella maravillosa mujer estaba necesitando de sexo tanto como yo. Que en el momento final, ella es hembra, yo macho, que los vericuetos sociales están bien escritos pero no especifican cuando debe haber una excepción.
Cuando sentí que ellas abrazaron mi cuerpo, solté sus piernas, las que ella siguió levantando enroscándolas en mi cuerpo.
Fue ella la que en la desesperación sexual, busco besarme, darme su lengua con gusto a mi poya, y saboreo en la mía sus propios jugos.
Creo que ella busco acabarme así…. Y yo intente resistir con éxito, alargando aquello más de diez minutos….
Decidí intentar mostrar mis habilidades, y desde esa posición, fui girando su cuerpo, hasta ponerla con una pierna estirada en la cama, ella bien de costado y la otra pierna hacia arriba, así, le entre bien adentro, sintiendo su placer en mi piel.
Cuando seguí volteándola, ella debió naturalmente apoyarse en las rodillas, y así ya en cuatro, se la di con mucha pasión.
La abrace tomándola por detrás de sus encantadoras tetas, fue un disparate como se sacudía para tener placer, y cuando ella llegó en un ruidoso orgasmo yo ya no pude contenerme mas y explote sacándole la pija para acabar sobre la curva de las nalgas de su trasero.
Encendí el velador, la mire, la acaricie, lleve su mano a mi pija aun humeante, diciéndole…. Es tuya mamá, es tuya Maria José.
- Es una locura esto, dijo, mientras sus manos frotaban mi leche que pudo recuperar de su espalda…. Es una locura, pero quiero hacerlo de nuevo….
- Sos un amor, fue lo único que respondí.
Pero vaya que lo pensé, esta es una tigra, me sorprendió ella ahora…pero sabia yo que podía darle mas, y comencé a jugar con su bello cuerpo, gozando con la mirada, dándole placeres con mis frotaciones fuertes a veces, muy suaves otras….. Así ella se fue poniendo caliente a tal punto que se vino a poner mi falo al palo.
No se cuanto tiempo estuvimos haciendo el amor esa noche, pero seguro que fueron varias horas….. Amanecimos abrazados como dos amantes bien satisfechos.

Aquella confección de mi hermanastro, me calentó de tal manera, que le exigí al menos una horita para mí.