Felicies intercambiantes

lunes, 19 de diciembre de 2011

Una goleada en 90 minutos.


Una goleada en 90 minutos.





   Soy Inés, tengo 42 años, casada jovencita tenemos un hijo de 19 años. Soy delgada, pelo liso castaño, buen estado y fogosa.


   Jamás engañe a mi marido, porque no tuve necesidad, pues el me basta por completo.


   Fuimos de excursión a la montaña los tres, con tres amigos de mi hijo de similar edad. Una gran cabaña, pero como tantas otras de la montaña, tenia todos los ambientes comunicados, sin puertas. Poco espacio quizás para los siete, y menos para tener intimidad. Así nos arreglamos y ya llevábamos una semana compartiendo esas hermosas vacaciones.


   Ellos salen casi todos los días, y por las noches juegan y ven películas, casi todas condicionadas, por lo que yo solo miro de reojo y los dejo hacerse la croqueta tranquilos.    Hoy se han ido mi marido, mi hijo y dos de ellos al puesto vecino, porque juegan en Japón, Barcelona y Santos. Como no captamos señal y solo vemos Dvd, no les quedaba otra que ir a ver su equipo favorito.


   Tan solo quedo Hernán, el distinto,… distinto porque prefiere jugar al ajedrez que andar pateando pelotas, distinto porque tiene una mirada dulzona que atrae y es muy alegador.


   Cuando ellos partieron, yo recién me levantaba, así que comencé a poner algo de orden en el living donde dormían los chicos, todos tirados en colchonetas y sillones. Ropa por todos lados y desorden por donde se mire.


   No me percate, que Hernán, no dormía, pues así pensaba yo, y muy livianita de ropas, con mi salida de cama, sin sostén, sin bragas, andaba mostrándole sin saber, mis curvas y partes íntimas.


   No tenia nada debajo de mi batita porque me había acostado desnuda, esperando que mi esposo se decidiera a hacer algo, ya que veníamos de todos esos días sin sexo, pues como dije, no había intimidad en la casona, y el temía que los chicos vieran algo. Así que solo puesta mi batita, era buen panorama para Hernán desde su silloncama.


   Fue en unir y venir que me percate que su polla estaba endurecida, y lentamente el se la manoseaba disfrutando un suave masaje, asumiendo yo que se pajeaba por mi.  Eso me puso a mil. Subí un par de escalones decidida a desaparecer de allí y vestirme, pero mi instinto hizo que volteara la cara para ver por última vez aquel hermoso ejemplar de polla que tenía el muchacho.


    Fue como un shock, pues baje los mismos escalones que había subido…. Sin detener la marcha, fui acercándome a Hernán, que seguía haciéndose el dormido, pero sin soltar su pedazo.


   Me acerque, cuando el abrió los ojos, mirándolo le di un beso en la boca, lo abrace, nos besamos por unos minutos, hasta que con una mano tome su  verga a tiempo que le decía….. -Se que estas despierto Hernán, que me has estado mirando. Yo también he visto lo que hacías y lo que tienes en manos.


-          Si quieres mirarla bien, hazlo, pero déjeme verla desnuda señora Inés.


-          Nada lo impide Hernán, no es nada malo, mirar y tocar……


Mi mano sintio aquella piel aterciopelada del miembro joven del muchacho, su dureza, su carne dura y joven….. Pase la mano desde sus testículos levantándole la polla por forma emblemática….. al tiempo el, paseo sus manos por mis tetas con una libertad absoluta.


   Me incline sobre su cuerpo, porque mi limite me dejaba ir por mas, no podía perdérmelo, y me meti aquel chupetín en la boca….. el paso una des sus manos por mi entrepierna y cuando sintió que yo se la chupaba, jugueteo con mi clítoris…..recorriendo mi vagina con sus dedos.


-          Ahh, sabes donde nos gusta a nosotras, Hernán….


 Su verga presentaba una enorme erección por lo que comencé a chuparla de una manera deliciosa dado vueltas a su glande con mi lengua. Me detenía dejándola entrar hasta lo profundo de mi garganta para luego lamerla de arriba abajo, con pequeños chuponcitos en el glande.


-          Y tu la chupas muy rico Inés….. déjame chuparte toda, por favor.


  Me tiro al suelo en la colchoneta, dejándole yo hacer lo que resulto un festín de besos y lengua. No dejo un solo centímetro de mi cuerpo sin recibir sus besos.  Recorría con lengua mis largas piernas, hasta llegar a mi vagina, se detenía, olía, contemplaba su palpitante estado y lamia. Mi vulva dejo salir abriendo los labios a un apretado botoncito rosa, que su deliciosa lengua  comenzó a enloquecer, y toda mi humanidad se quebró ante sus caricias a mis senos.  Un pellizco mas a mis pezones y entraría en éxtasis.


    Me puso tan caliente, pero tan caliente, que fui yo la que apoyo una pierna sobre el sofá abriendo las piernas, le ordene con suavidad…… - cógeme Hernán, cógeme por favor…..


   El muchacho se arrodillo entre mis piernas, levanto con sus manos mi trasero, llevando su pedazo a golpear mi conchicta semi abierta….. la refregó una vez, otra vez, pero no coincidía con la entrada, por lo que mi desesperación hizo que tomara su polla y la guiara hacia mi felicidad.


   La metió lentamente, estremeciéndome locamente en un sofocón de lujuria y deseo….. mi mente sabia que eso no era correcto, que estaba mal, prohibido, pero eran las mismas razones que me empujaban a querer hacer lo prohibido, lo que estaba mal, lo incorrecto…… pero inmensamente placentero.


  Su bombear me llevo al primer orgasmo, he intente darle placer moviéndome como una perra, mas el embistió con creces y me saco otro orgasmo que me hizo gritar de placer…….


   En esa misma posición, comenzó a girar mi pierna levantada, lentamente, hasta que me tuvo de costado, cogiéndome con una sincronización, que me derretía a mares.  Llevo más allá mi pierna, hasta hacerme gemir de goce, cada vez más, hasta que me tuvo en cuatro patas.


 Me jalo desde las tetas, desde los hombros, de la cadera, de los pelos, abriéndome las piernas….. me confundió tanto sentirme tan bien cogida, que por nada del mundo podría arrepentirme.


   De pronto me la saco, y comenzó a buscar esas poses que aprendió en las películas, se sentó y me tuvo clavada arriba, mientras mordía mis tetas, así lo hizo poniéndome de frente y de espalda. Yo comencé a perder la razón, ya no podia saber si me estaba orgasmando o muriendo de placer. 


  Ya ambos semi parados, me estaba partiendo en dos, con las piernas sobre el sillón, me metió el dedo en el culito, por lo que grite una catarata de epítetos y brotaron de mi una cascada de flujos orgásmicos. Llore asustada, porque nunca había sentido una cosa igual. Fue cuando comprendí aquello de que una debe estar bien caliente para tener sexo anal….. evidentemente nunca lo había yo estado, pero Hernán lo había conseguido…..


   Quise pedirle que me rompiera el culo virgen, pero no me salían palabras….. el me follaba y follaba con una dulce energía que me seguía matando de placer……


  Así se acabo, dentro de mi conchita….. temblando, con escarceos de caballo desbocado…. Atornillado a mi cuerpo….. ambos jadeando, sudorosos…. Sorprendidos.


   El entro a la ducha cuando yo salí, nos dimos un dulce beso, como el que nos dimos al separar nuestros cuerpos.


Barcelona era campeón intercontinental por goleada.


Cuando el salió, lo abrace con cariño, lo bese…..y tan solo dije…..


 – Esto puede terminar aquí…. Si lo prefieres.  Pero si quieres una amante….. cuenta conmigo.

martes, 6 de diciembre de 2011

Rutina diaria

Rutina diaria Después de que mi amiga me insistiera es que me decidí a contar mi historia para vuestro grupo. Me llamo Marisa, 38 años, casada, 2 niños en edad escolar y con muchas ganas de vivir. Mi rutina es levantarme temprano, preparar el desayuno, para los cuatro, y luego ellos se van. Mi esposo lleva los niños al colegio y de allí a su fábrica. Yo los reojo a la tarde y esperamos a que llegue el, pasadas las 20 hrs. Nuestra casa es grande, cómoda, replica de la vecina, porque ambas las construyeron para la familia, la nuestra y la de mi cuñado. Pero ellos se fueron a vivir a otra ciudad y la alquilan. Esta unida al frente por el jardín, y al fondo por un gran patio. Las cocinas ambas vidriadas, dan una frente a otra, dejando ver que hacen los vecinos allí. El patio no tiene separación y ambos caminitos entre el césped lleva a las parrillas con un gran quincho y al final del terreno una enorme pileta. Cuento esto porque fue el motivo que hizo a esta historia. Además de la circunstancia de que mi cuñado alquilo la casa a tres estudiantes del interior que son nuestros vecinos. Hace dos años que viven junto a nosotros, y tenemos cierta confianza, a punto de que son ellos los que cuidan el jardín y todo el patio. Muchas veces cenan con nosotros. Mi rutina después de la cena es preparar todo para el día siguiente de mi esposo e hijos, ya que ellos se van al dormitorio temprano, y luego ordeno y dejo la cocina limpia. Eso fue motivo de que descubriera que los vecinos me espían, y se entiende, porque tengo un buen cuerpo sumado a que por lo general ando cómoda en mi casa. Los días de calor, adoro darme un chapuzón en la pileta, antes de irme a la cama. Ese día todo fue como la rutina, una vez que los niños dormían, pase por mi dormitorio y mi esposo estaba ya roncando….. Me quite la ropa, me puse mi salida de baño y fui a la cocina. Ordene todo, decidiendo ya que había escuchado a mi esposo hablar con los vecinos de que cambiarían el agua esa tarde, los había visto trabajar por la tarde, allá en el fondo, así que debería estar estupenda. Mire hacia la pileta y estaba todo a oscuras, por lo que decidí ir a disfrutar una bañito a la luz de la luna. Estaba estupenda, así que deje mi bata sobre las piedras y me sumergí dejando caer mi cuerpo en un goce con aquella maravillosa sensación húmeda. Hice varios escarceos marinos, y de pronto vi dibujada en el borde una figura humana….. que pronto descubrí era la de Hernán, uno de nuestros vecinos. Sin prisa pero sin dejar salir mis partes dela agua, comencé a acercarme hacia la orilla donde estaba mi bata de baño. - Hola Marisa, como esta el agua? - Buenísima, respondí. - Como vos, sonó otra vos pero desde el otro lado de la pileta…. Era Sergio, que me miraba sin sacar los ojos de mi figura sumergida. - Que hacen aquí chicos, dije…. Nunca vienen. - Es cierto, pero siempre espiamos. - Eso no esta bien, porque estoy desnuda. - Así es como nos gustas, dijo el que estaba sentado mas lejos, a tiempo que se levanto y comenzó a caminar hacia donde yo tenia la bata….. era Luisito, el más joven de los muchachos. Si bien yo sabia que los había muchas veces provocado, por eso de que todas tenemos de ser un poquito exhibicionistas, jamás pensé que ellos decidieran presentarse con aquel la naturalidad tan atrevida. Al sentir que Hernán se había tirado a la pileta, apure mi nado hacia el borde. Pero ya estaba Luisito sobre ella. Me apoye en el borde tomándome de la punta de la escalerita, y le pedí mi prenda…… - No se la des, dijo Sergio….. ahora la veremos como deseamos, bien desnudita. - Y por que me quieren ver desnuda. - Porque nos calientas mucho y nos hacemos las fiestas manuales con tu figura. - Yo no los provoque, ni me imaginaba que pasaba eso…..disculpen. - Disculpa tu diosa…. Dijo Hernán a tiempo que abrazaba mi cuerpo desde atrás….disculpa que tengamos este deseo, pero mira como nos ponemos con tu presencia….. Ya estaban Sergio y Luisito con los pantaloncitos quitados dejando ver unas vergas duras, tan duras como la que sentía entre las nalgas de mi cola. - Hay chicos están calientes…. Fue lo que atine a decir… - Calientes con vos, y calientes como vos. No se que sabrían ellos, pero evidentemente se habían percatado de que mi marido no era de esos que satisfacen a su mujer como corresponde…. Porque la mayoría del tiempo me la pasaba ardiendo, deseando sexo, con ganas, ganas que muchas veces me la autosatisfacía. Pronto las manos de Hernán habían recorrido mi sexo, mis tetas y ahora abrían mis piernas… empujándome hacia arriba…. Luisito se sentó en el borde, tomo de mis brazos sacando hacia afuera la mitad de mi cuerpo, que se bamboleaba sin poder apoyar para intentar defensa. Pronto mi cara estaba incrustada en la polla de Luisito…. Sergio se apodero de mis tetas, frotándolas con una suave energía que me provocaba sensaciones….. Pero mas sensaciones era lo que comenzó a darme Hernan, que abriendo mis piernas metió su cabeza entre ellas comenzando a comerme la húmeda almeja. Fue todo tan impensadamente rápido, que no se si los deje hacer o ellos eran unos salvajes. No me negué en ningún momento…. Mas bien pase a ser activa, ya que chupándole la verga a Luisito, mis primeros jugos daban honor a las lamidas de Hernán……. Cuando Sergio, saco mi pierna hacia afuera, ya tenia su polla lista para mandármela adentro, así bien abierta de piernas me hizo sentir como me taladraba la cuevita. Mis goces comenzaron a ir en aumento…. Cada vez mas cachonda…. Acepte con agrados chuparlos, que me dieran un una, dos y tres….. Clavándomela en turnos. Con las tres goce como loca. Ellos creo que acabaron dos veces, yo infinidad de orgasmos….. me manosearon, me besaron, me dieron un placer desconocido…. Lujurioso, atrevidamente degenerado. Luego de una ducha, me acosté junto a mi marido que seguía roncando…. No podía dejar de pensar y sentir aquellas sensaciones que cosquillaban en mi cuerpo, todo manoseado, abierta mi cueva de par en par por aquellas tres jóvenes pollas. Al otro día la rutina comenzó como siempre, aunque yo no era la misma. Era la infiel esposa, que había tenido sexo con los tres jóvenes vecinos, en la misma noche. Pero estaba quedándome corta…. Porque cuando entro Sergio a la cocina, sonriendo, mostrando sus hermosos dientes…. Se acerco, beso mi mejilla diciendo: - Vamos que te estamos esperando en casa. - Están locos. - No, la que te vas a poner loca sos vos con lo que te tenemos preparado. - Es que no voy a ir…. - Vas a venir diosa….. por que te gusta la fiestita. No entiendo mis bajos instintos, pero entre por la cocina de los vecinos, me llevaron al dormitorio, me desnudaron y pronto estaba yo haciéndole la fiesta a los tres. Jamás había tenido sexo con dos hombres, ahora lo hacia con los tres al mismo tiempo. Me calentaron tanto tanto, que acepte me la metieran en el trasero….. y llorando gozaba sus cogidas….. como una puta en celo. No tardaron esa misma mañana en hacerme una doble, que fue triple porque mientras tenia una detrás otra bien ensartada adelante, le chupaba la polla al que esperaba turno. Mi rutina hoy en dia es coger y gozar con los tres todas las mañanas…. Algunas noches también me dan placer…. Pero tengo ayuda en mis labores diarias, ya que son una preciosura de chicos serviciales. A veces lo comentamos con mi esposo, …. La suerte que tuvimos en tener tan buenos vecinos.