Felicies intercambiantes

viernes, 12 de octubre de 2012

El poker da ganacias.


El póker da ganancias. 

 Candelaria, era sin lugar a dudas la mujer mas linda que había yo visto alguna vez. Siempre iba al club Español, donde nos reuníamos con los muchachos del barrio. Se caso con Federico, el hijo del agenciero. Fue una gran fiesta en nuestro pueblo, Calchaquí. Bellísima la novia, re-fuerte, atractiva, felina, un bombonazo.

   Todas las tardes de los viernes, allí nos reuníamos a tomar algo, contarnos nuestras vidas, y jugar al póker.

   Las reglas eran claras y por las dudas siempre las ponía en evidencia El turco, regente del lugar: las deudas se pagaban al contado, nada de jugar pidiendo “fiado”.

   Así fue que perdí una noche mi moto Zanella, ya que había quedado sin fondos y la aposte. Se la llevo Federico, sin más. Me la tuve que aguantar, ahorrando largo tiempo para comprarme otra.

   El Fede era suertudo, jugaba bien y casi siempre salía bien parado, pero allá por el mes de febrero, comenzó con mala racha.

   Ya varias veces con el negro Coutiño, el carnicero; Marcos, el de la cerealera; Chiche, de la estancia de Fleitas y yo Pedro, un modesto servidor que trabaja en la barraca de ramos generales, le habíamos dado escarmiento al Federico, ganándole algunos buenos pesos.

   Pero aquel viernes de marzo, comenzamos mal, nos llevaba a todos muy mal barajados, cuando de pronto al caer la noche, comenzamos a repuntar, principalmente Coutiño y yo.

   Allá en el otro saloncito, estaban las mujeres, la de casi todos, menos la mía, porque no tenia, andaba guacho desde hacia un tiempo.

   Yo las miraba a todas, y para que andar mintiendo, me gustaban todas, pero a Candelaria, bueno, la veía con otros ojos, con aquella carita de angel, siempre bien arregladita, vistiendo tan interesantemente que su hermoso cuerpo quedaba siempre bien presentado y resaltado, sobre todo sus hermosas tetas, su cintura, aquella colita respingada, atractiva como el néctar a las abejas.

   Cada vez que pasaban por cerca nuestra mis ojos se iban detrás de los traseros bamboleantes, principalmente si la paseante era Candelaria.

   Federico estaba como nervioso, Coutiño, le había ganado varias manos con buenas apuestas, pero ahora todos pasaron y el me quiso correr con su apuesta pero yo tenia en la mano un trío de reyes que me decían, dale, juégatela….. Y doble la apuesta….. Ganándole a su trío de nueves. Así fue que lo deje seco al Federico. Y el muy calentón en lugar de levantarse e irse, quiso seguir jugando… y para colmo de males, El Turco lo provoco, diciéndole….- Sos capas de jugarte a tu mujer, con tal de pedir revancha.

   Federico, sonrió confiado, soberbio, arrogante…… Me la juego a la Cande, contra todo lo que hay jugado en la mesa, en tres manos.

   Te la hago corta, lo dimos vuelta como una media…. Por boludo.

-       Mañana traigo la plata, dijo con cara de póker.

-       Nada de mañana, dijo el Turco….. pagas lo que jugaste, y listo. Tu mujer una noche para todos los que estaban en la mesa.

    Lo discutimos entre todos, y ganaron los que querían cobrar tal cual lo apostado…. El domingo a la tarde…. En el cuartito del fondo… se pagaría la apuesta.

   El sábado me quiso devolver la moto…. Lo pensé, pero como dije, soy de los que se bancan todo, menos a los arrogantes. No hubo transa, ni arreglo posible.

   Llegamos todos puntuales, el cabizbajo anuncio que en media horas se haría presente la pagadora. Cabizbajo acepto la copa con la que le invitamos.

    Fue puntual, llego a la hora indicada. Fui el que le abrió la puerta, para verla impecable, bien natural con los ojos cubiertos de un celeste pigmento que la hacia como diferente, con brillitos en todo su rostro. Con un tapado que cubría todo su cuerpo, camino firme haciendo resonar los taquitos de sus botas en el piso de madera lustrada.

   Acepto la copa que le ofrecimos, bebiendo su contenido en sorbitos, como degustándolos lentamente, lo que nos puso a los cuatro cobradores en sobre aviso que ella estaba a plena conciencia y a gusto. Al pagador, Fede, su marido, le aparecieron las primeras gotitas de sudor frio en el rostro.

    Los cuatro estábamos de pie frente a ella, éramos Coutiño, Marcos, Chiche y Fleitas, más yo, por supuesto. Creo que ninguno sabía muy bien que hacer en ese momento. Fue ella quien empino la copa a fondo apoyándola sobre la mesita como pidiendo otra. Mientras Chiche fue por la bebida ella sin decir nada comenzó a soltar uno a uno los botones de su tapado, que poco a poco se fue abriendo dejando ver su suave piel desnuda, para regocijo de nuestros ojos.

Fue repentino cuando la copa estaba nuevamente llena, ella fue por ella moviéndose como una gatita en cuatro patitas, dejando caer aquella única prenda de vestir con la que había llegado…. Las botas negras la hacia mas atractiva y su diminuta bikini mostraba toda su hermosura. Si bien yo sabia que ella estaba muy buena, verla allí en directo me producía un violento entusiasmo, pues sus senos eran una fruta madura, su respingado y carnoso culito un poema que buscaba palabras para seducir, todo su cuerpo una fantasía real.

   Si antes estábamos sin resolución ahora estábamos paralizados. El Turco que estaba allá en el rincón sin intervenir, alcanzo un mazo de cartas haciendo señal para que ella se apoyara en el sillón cama cubierto de blancos y mullidos almohadones que dominaba el centro de la pequeña habitación.

 - ¿Tu no juegas? Turquito….

- No, yo no estaba en la partida Candela, estoy aquí para que se cumplan las reglas. El que saque la carta más alta es el que pude acariciarte primero y comandar las acciones. Pero tú elijes cualquier cambio.

   Ella le pidió que le quitara la tanguita y las botas cosa que nos hizo poner todos con la cosa dura, porque ella se movía lento y el Turco parecía un partener para ese momento, la dejo completamente desnudita.

    Nos acercamos a ella para que repartiera las cartas, pudiendo comprobar que su perfume era sublime, sumando esa aroma a su mirada viciosa, me sentí confundido.

    Mas confundido aun fue saber que me había tocado la suerte y erra el primero en poder acercarme a ella, tocarla, mimarla….. y hummm lamer sus senos con aquellos pezones como roca. Pase la mano por su espalda, su cintura, sus nalgas y cuando ella se recostó en el sofá, pude apreciar lo firme de la musculatura de sus piernas tan bien torneadas. Pase la mano por su apenas insinuante mata de pelitos púbicos…. Bien recortaditos. Me incline para besarle el chochito a tiempo que sentí la protesta de Fede con la sonora respuesta del Turco….

-       Mirarla, tocarla y besarla, sin restricciones zonales.

Ella llevo su mano a mi bragueta…. Y pidió algo impensado por todos….

-       Los quiero a todos desnudos, como estoy yo.

Puta madre, me costo sacarme los pantalones y aparecer allí con la poronga enarbolada mirando el techo, para que ella me diera unas cuantas caricias que fueron para mi mucho mejor de lo soñado.

   Mi tiempo termino y fue el turno de los otros. Todos le metieron mano, la besaron sin dejarle nada sin lamer y ella estaba sonriente, moviéndose caliente, gozando de lo que hacia. Disfrute aquel espectáculo, manoseándome la polla, sin pajearme porque estaba a punto de estallar, vendo aquella diosa dejarse magrear por mis amigos. Mire a Fede…. Que también se había bajado los pantalones para masturbarse el muy cornudo, porque ella sobo la poronga de cada uno de mis amigos.

-       ¿En serio que tu no intervienes Turquito?

-       No mi amor, estoy con la cosa bien dura, pero nobleza obliga, no debo.

-       Entonces, volvemos a repetir la tanda….. comenzando con Pedrito.

  Genial pensé, con las ganas que tengo de disfrutar otro poquito de aquella situación de franeleo a la mujer del Fede. Me acerque a ella y ellos rodeaban la escena ahora mucho mas cerca que al principio.

   No bien me le arrime, me abrazo para hacerme sentar junto a ella, tomando mi falo se inclino para chuparme la verga. Esa fue la señal de que empezaba algo mas parecido a una fiestita y vislumbre que aquello podría terminar en orgia.

   Es que Candelaria con todo lo que le habíamos hecho estaba súper excitada, muy caliente, con evidentes ganas, con su conchita bien húmeda y ardiendo.

    Pronto estaba arrodillada chupándome la verga mientras sus manos masturbaban a Chiche y Marcos al mismo tiempo. Coutiño se la refregaba en la espalda y Fleitas se tumbo en el piso para meterse entre sus piernas comiéndole las mieles.

   Pronto mi resistencia llego al límite, escapándome hacia atrás para que Marcos ocupara mi lugar, y así comenzamos a rotar de lugares.

   Justo cuando yo estaba detrás de ella, se levanto de su posición arrodillada, quedando con las piernas abiertas inclinada hacia adelante…… giro su cara mojada por las chupadas reiteradas de las vergas….. a tiempo que me dijo…..!Métemela Pedro!

  El reclamo de Fede fue en vano…. Porque no había comenzado a protestar cuando yo ya le había metido mi verga hasta incrustar mis huevos contra las nalgas de su mujer.

   El Turco se lo llevo al rincón serenando las cosas…. Acordamos que ella elegía que hacer y con quien, estamos….. Así que déjala que ella dirá cuando termina esto.

   Todos oímos eso, para regocijo y comenzar a gozar a Candelaria sin el menor de los remordimientos.

   Se la saque…. Volví a metérsela bien profundo y ella gimió atragantándose con la polla de Chiche. La bombee a gusto y ella se giro varias veces, para agradecer y gritar que se estaba acabando como yegua.

   Me retire para no llenar su vientre con mi leche, pero tan solo tome una toalla que me alcanzo el Turco, para secarle primero la cara a Candelita, después limpiar el tuco blanco que manaba de mi pija.

 Ya los otros se la estaban cogiendo, una era mas gruesa que la mía, otra mas larga, otra mas corva, no obstante ella pidió volver a chupármela porque dijo haberla sentido genial. En realidad se que fue porque soy el único soltero del grupo, y eso habría de traer connotaciones.

   Note que cuando Coutiño se la mando a guardar, ella se atraganto con mi polla pero pronto volvió a darle chupa ditas geniales. Ninguno de ello le acabo dentro, por lo que cuando ya estaban completando la vuelta, ella me dijo ahora venís vos, se tumbo boca arriba abrió las piernas y me pidió que la follara con ganas. La segunda follada fue más buena que la primera, y así cumplimos toda la segunda ronda. Creí que se terminaba pero nuevamente reclamo mi presencia, para sentarme y montarme como koala.

   Eso hice y ella volvió a regalarse un orgasmo, apretó mi cuerpo, me abrazo fuerte y grito, - Ya cobraron, ya cobraron…esto es lo ultimo, pero sepan que yo también me las voy a cobrar. Yo prendido de sus caderas, vi que me venia nuevamente, pero ella me retuvo atenazado entre sus brazos y piernas, pidiéndome despacito, casi íntimamente que la llenara caliente. Era mucho mejor ese viaje ganado que todos los que había perdido con mi motoneta Zanella. Montados el uno en el otro cabalgábamos a puro goce y placer. Sus pechos bailaban al ritmo de mis movimientos y su cuerpo era todo un símbolo de sexualidad femenina.

 Mis amigos de fiesta se marcharon a ducharse, ella resoplo en un increíble nuevo orgasmo, confundiendo sus sollozos con los de Fede que aún en el rincón era asistido por El Turco.

   Ella me beso en la mejilla y fue por su esposo. Recupero su tapado de piel, y se fue a duchar con el Turco. Allí supimos luego que el Turco se la empomo con ganas, pero era legal, estaba fuera de la zona de reglamento.

   Aquello fue el inicio de una amistad con Candelaria y el Fede, pero por ahora voy a dejar cerrada la etapa de esa noche que fue como de candelarias encendidas.
 
(la historia sigue contando Candelaria en "La moto del plan canje")

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