Estábamos en el
jardín de casa, en una cena con tres amigos
de mi marido y ellos pusieron el grito en el cielo ante mi comentario sobre la
influencia negativa de la web en el rendimiento sexual de los hombres, sumado
al futbol y los amigos.
Descartaron rotundamente de que internet pudiera ser rival
del sexo matrimonial o causa de la desaparición del deseo.
Son ellas las que
prefieren navegar en la web antes de tripular una cama.
No se quien se
distrae mas, por algo nosotras hemos igualado a los hombres en el rubro infidelidad,
y es ello causa de haber estado desatendidas.
Me levante,
contorneando mi figura dejando al grupo de amigos que habían cenado en casa,
entre ellos mi marido, retirándome a mi habitación, pues ellos siempre hablaban
de futbol y si una sacaba otro tema, te
llevaban siempre la contra.
Algo también tenia
que ver el vinito espumante ingerido en la cena, que me aturdía un poco
bastante.
Ellos siguieron la
discusión, y en determinado momento, fue Julio mi marido, que respondiendo a lo
que sugería uno de sus amigos, de que había quedado claro que lo que yo quise
decir es que no se me daba lo suficiente…… comento con la siguiente frase…”
Cuando se incumple con la cuota Hilton se perjudican los productores, y todos
los puestos de trabajo vinculados a la carne. No se puede estar orgulloso de un
fracaso”
Todos se quedaron
estupefactos. Julio estaba reconociendo que su cuota sexual dentro de su
matrimonio no era la adecuada. Yo bien lo sabia, porque la sufría, la
necesitaba pero lo soportaba.
Miguelito miro su cigarrillo gastado,
contorneo su cabeza al tiempo que lo apagaba en el césped del jardín…. Tomo
otro cigarrillo diciendo…. Todo lo que comienza a extinguirse debe ser
encendido nuevamente….a tiempo, buscando reunir las condiciones necesarias para
que nada se diluya provocando esas perdidas.
Es que muchas
veces, el que debe producir se encuentra solo, sin el apoyo necesario de otros
también interesados en mantener esa cuota asevero mi esposo.
Si las empresas se
asociaran, dijo Alberto, cumplirían con
la totalidad del cupo de alta calidad Hilton que le fue adjudicada a un
productor.
Raulito, se paro
giro mirando el horizonte, y pregunto ¿Y
la carne donde está?
Las miradas se
cruzaban, entrecruzaban, algunas de entendimiento, otras de consulta, pero
todas cargadas de una morbosa picardía que ellos cuatro solían tener. Desde
niños, desde siempre, como amigos compinches que habían crecido compartiendo
muchas cosas de sus vidas.
En la soledad de
mi dormitorio, recostada en la cama matrimonial, disfrutaba de muy buena música
de Mahmoud Fathy, semidesnuda con tules afines a los temas que escuchaba, en un
ambiente de perfumes que yo mismo había seleccionado para nuestro dormitorio.
Compenetrada en
mis delirios de bailarina árabe, apenas percibí que mi esposo entraba
quitándose la camisa, para inclinarse junto a mí comenzando con caricias que yo
conocía como preámbulo de algunas secciones de fuerte contenido. Lo deje hacer.
Lo hacia bien, muy bien, provocando que
me pusiera cachonda. De veras.
-
Tenemos visita esperando en el pasillo….. dijo
de pronto.
Eso de visita, no tenía
para mi, desconocimiento, porque ya veníamos fantaseando con visitas de
terceros en nuestra cama, como para elevar nuestra libido, libido que yo si
levantaba porque ya me había entrado a gustar eso de fantasear con terceros.
-
Aja, le dije jugando…. Y quien se quedo para la
fiestita?
-
Los tres Laurita, los tres están listos para ti.
-
Los tres son mucho, dije aun jugando… prefiero
ir probándolos de a uno….
-
Es que es solo para que elijas la mejor verga,
para hacer la mejor fiestita…..
-
Si es solo para elegir, entonces diles pasen…
-¡Adelante muchachos !!
Estaba yo tan solo
con una diminuto biquini, colaless, sin nada con que taparme a aquella
inesperada irrupción de los amigos de mi marido. No era juego era verdad que
ellos estaban allí afuera…. Y ahora allí adentro, desnudos….. mas desnudos que
yo….. blandiendo sus porongas al aire con total desenfado….. y yo mirando todo
eso.
-
Puedes elegir la mejor…. Dijo mi marido.
-
Deja verte desnuda Laura, así nos pajeamos y ves
lo que puede ser tuyo… dijo Raúl.
No respondí
palabra, pero sentía ahora el ritmo de la música penetrar como dardos en mi
cabeza, pensando, que se habían precipitado las cosas de tal modo que no sabia
yo como enmendarlas. Decidí, mostrarme
provocativamente poniéndome de rodillas y levantando mis manos acompañando
aquellas panderetas que sonaban para que yo aceptara la realidad.
Pronto aquellas
tres pollas eran masajeadas por sus propios dueños, mis tetas recibían las
caricias de mi marido. Este al ver que yo me prestaba a su juego, bajo las
manos para quitar mi biquini y frotar abriendo mi peludita conchita ahora ya
mojada por la emoción.
Me cachondeo el
panorama, eran tres pijas diferentes, en tamaño, grosor, color y forma.
-
Puedes tocarlas si quieres…..
-
Eso, Laurita, tómamela, es para ti…
-
Si, te la dejo, pajeame cariño….
-
Apriétalas como aprietas la mía, dijo Julio.
Yo estaba devolviendo los masajes a mi marido, y este me
pasaba cada vez mas seguido su mano por mi raja, a punto de que se abrían los
labios como deseando mas.
Gatitas de sudor
aparecieron en mi rostro y cuello, señal de que estaba yo ya frenéticamente
caliente tan solo con ver aquellas cosas.
Fue Miguel el que
avanzo hasta el borde de la cama, con su fierro tan, pero tan cerca, que apenas
tuve que mover la mano para sentir la tersura de una polla acorvada, durísima,
con un capullo rojizo muy hinchado, ….. La palmoteé primero, luego la acaricie,
para frotarla tomándola en toda su circunferencia.
-
Delicioso, Laura, lo haces muy bien, dijo el
primer adelantado.
Pronto tuve la de
Alberto, en la otra mano, una polla gruesa, recta, puro musculo, de esas que
apetece manosearlas desde la base de los testículos hasta la punta. Así lo hice,
mientras mi marido magreaba mi cuerpo mientras yo seguía bailado desnuda para
mis ofrecidos concursantes.
Raúl se acerco, se tendió en la cama, pensando
yo que esperaría su turno….. pero fue impresionante ver como metió su cabeza
dentro de mis piernas , con intenciones de lamer mi caliente conchita. Prendido de mis piernas, acerco mi cueva a su
boca, dándome unas lamidas deliciosas.
-
Noooo, dije, uno solo ….. si…… volviendo la cara
para decírselo a mi esposo.
-
Vamos Laura, si no elijes bien, te comemos los
cuatro…. Eh
Debo elegir,
entones, pensé, para tener finalmente ese trío que tantas veces hemos
fantaseado con Julio. Pero, no se bien…..
Gire otra vez mi
cabeza para volver a mirar lo que se me ofrecía, y encontré la verga de Miguel
ahora en mi cara, rozando mi cuello, mis orejas, mi boca, la que abrí para
darle unas chupaditas.
Incline mi cabeza,
ahora jadeando porque Raúl me daba tanto gusto que me estaba por correr, y
quise palparle el bulto, un bulto largo, flaco, como una daga….. Impresionante
bicho.
Me saque la polla
de Miguel de la boca y me incline aun mas para chupar la de Raúl, quien hizo
movimientos como de estar fallándome la boca….. eso me gusto.
No había soltado yo
en ningún momento la polla de Alberto, y este se arrodillo a mi lado, para comenzar
a saborear mis tetas. A los primeros mordiscos a mis pezones, exhale los
primeros grititos de placer….
Mi marido abrió
mis piernas y desde atrás, metió su pijota en mi cuevita, la que abrí con
placer enorme, al mismo tiempo que mi primera corrida se hacia presente…..
Dos me chupaban
las tetas desaforadamente, el otro metía su pijota en mi boca, mientras mi
marido me fornicaba entrándome con unas ganas fantásticas.
-
Cual quieres, volvió a preguntarme.
-
Ohh, ajjj ahhh, las tres, las treees……ahhhhhh, ahhhhh…
Mi orgasmo era
profundo, mis temblores y tironeos de electricidad elástica impresionantes…..y
me estaban llevando al sumo de pedir las tres pijas ……. Si, me quería coger a
los tres.
-
Ah, putita….. te vamos a coger los cuatro…… si
aguantas.
-
Quiero pija, quiero tenerlas bien adentro……
Mi maridito, se
hizo a un lado fruto de una acabada impresionante….. y eso fue motivo de que
otra me entrara sin permisos, sin preámbulos, sin que yo tuviera que rogarle
nada.
Aquello fue
renovante, me fornicaba duro, bombeándome con energía….. lo que apuro mi
corrida a profundos latigazos…… Que me matas, Raulito, me matas…… ah….
Vamos potranca
caliente, que te vamos a demostrar que no perdemos las ganas por nada del
mundo.
Alberto me follo,
acostándome, enroscando yo mis piernas en su cuerpo, para sentir al máximo su
rabo en mi cuevita…… cuando yo comencé a gritar de placer, el muy flojo se
acabo a mares….. Pero por suerte tomo su lugar Miguel.
Hay, Miguelito,
como me haces gozar, hijo de tu madre……. Dame, dame más.
Que buena que
estas, Laurita, ahoraaa déjame hacerte la colita….. si.
No puedo
precisar, cuantas veces me la metieron y cuanto tiempo duro aquello, pero me
preste a todo lo que quisieron, a poses que ellos imaginaron y yo goce
desaforadamente.
Era tal mi
calentura que no había tomado conciencia que me estaba haciendo fornicar por
cuatro buenos machos, sin aflojar yo ninguna insinuación a sus instintos.
Mi boca tenia
impregnada la suave sensación de la piel de las pollas, mi cuevita abierta de
par en par, jadeaba y se dejaba entrar con placer, mi colita sentía cierto
ardor por haber recibido visitantes varios.
Fue la primera
vez, que tuve orgasmos secos….. me corría pero ya no había en mi lechita par
derramar….. todo era por puro vicio.
Recuero haber
estado cogiendo con gusto, placer y cansancio.. hasta quedarme completamente
rendida y dormida, pero nunca dije, basta….
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