lunes, 11 de octubre de 2010
Aprendiendo a jugar pool
Hace cinco años que estoy casada con mi Guillermo.
El tiene 30, yo 25, y hemos estado siempre muy unidos disfrutando de sus logros comerciales, que han permitido terminar nuestra casa con algunos agregados, como pileta de natación, gimnasio, sauna, y lo mas reciente la salita de juegos con mesa de pool, el verdadero hobby de Guille.
Todo bien, salvo que se vino con unos cuantos amigos a la inauguración de su sala de juegos. La pasaron muy bien después del asado toda la tarde jugando al pool.
Yo pensé que todo terminaba allí, pero equivocada estaba ya que organizo una reunión para el sábado pasado.
Me comenzó a molestar la idea de que eso se repitiera y pasara a ser moneda corriente, ya que el entusiasmo de Guille, era tal que me pidió que les preparara refrigerios y atendiera a sus amigos, procurando que no les faltara bebidas frescas y algo para picar.
Sabiendo que Guille es celoso, quise romper su costumbre de invitar a los amigos, vistiéndome de una manera bastante provocativa.
Ayudada de mi buen físico, aquellas prendas eran ideales para atraer las miradas masculinas.
Axial que desde temprano visite varias veces la salita, llevando cositas frescas pero calentando el ambiente, evidentemente los ojos de los amigos de Guille, me perforaban la piel bien expuesta. Pero Guille ni se inmutaba, tal era el embobamiento que tenia con su mesa de pool.
Se quedarían allí por la noche, y hasta prepararon cuchetas para dormir.
Las horas pasaron, estuve mirando TV, y cuando la noche ya entraba, decidí irme a mi cuarto.
Los hombres seguían en la salita de juego. El ruido a los golpes de taco y bolas se sentía constantemente.
Me prepare para darme una ducha, tirada en la cama me quede dormida mirando una película aburrida que ya había visto.
Pero algo sucedió.
Ellos tomaron mas de la cuenta, sucediendo lo que es común, Guille se puso ebrio, con el resultado de siempre, le vino sueño y se tiro en una de las cuchetas que había previsto para sus amigos.
Yo ni me entere, en mi dormitorio, durmiendo despatarrada tirada en la amplia cama, semi desnuda como para ir a la ducha.
Y que pasó?
Que los amigos de Guille se fueron, menos dos. Que cerraron la puerta a los que se fueron, comprobaron que mi marido dormía profundamente, subieron a nuestro dormitorio para encontrarse con el espectáculo que daba yo, con aquella posición, mostrando mis nalgas desnudas.
Sentí unas manos separando mis piernas en la penumbra, ya que apagaron el televisor, mas pensé en Guillermo y lo deje actuar alegrándome de que se dignara a darme un poquito de fiesta.
Aquel gesto de abrirme las piernas, fue facilitado por mi maniobra de abrirme de para en par, lo que permitió recibir de lleno en mi rajita una boca hambrienta de sexo.
El impacto fue formidable, agradable y prometedor. Lleve mis manos para tomar la cabeza de Guille….. pero aquel pelo rizado no era el de mi marido.
Al instante que recibía la sorpresa de comprobar que el que lamia mi concha no era mi marido, recibí un empello sobre mi torso, de quien aprisionaba mi cuerpo con firmeza.
Tranqui, Yami, soy Roberto, ….. y Lucio, que te vamos a dar lo que anduviste buscando.
- Nooo, dije….. pero su boca aprisiono la mía…. Y la otra boca me hacia perder la razón y la lógica.
Entre besuqueos y manoseos sobre mis pechos, Roberto me contó que Guille dormía la mona, que ellos estaban solos y que estaban muy locos por lo que había yo provocado esa tarde.
Me afloje sin resistencia, porque yo también había sentido que mi provocación hacia ellos tenía como correlato una sensación de ganas de cogermelos.
Moví mi pelvis demostrándole a Lucio que mis planes eran de colaboración total. Separe mis ropas para que me tuvieran desnuda y respondí con besos y algunas caricias hacia Roberto.
Mi calentura aumentaba rápidamente, tanto que no bien desprendió su pantalón aquel amigo, manote un hermoso aparato. Roberto me ofrecía su verga, mientras terminaba de quitarse su ropa….. Y yo le succionaba el aparato tan entusiasmada que el debía retirarlo por instante para no dejarse correr tan rápidamente.
-Que bien la chupas zorrita….. que rico, que rico….
- A mi también me la va a chupar? Pregunto Lucio, acercando su verga.
Nada dije, la tome con cariño y me la lleve a la boca, inclinando mi cuerpo sobre el.
Roberto fue hacia atrás, y pensé que tomaría ahora el, el lugar de su amigo…. Pero fue su enorme aparato el que sentí entrar en mi rajita, expuesta, caliente y ofrecida.
Sentí estupor porque era la primera vez que engañaba mi marido, pero el goce de tener aquel pedazo dentro me evito entrar en divagues filosóficos, para si entrar en divagues de contorneos sexuales.
Llegue ahogada por el miembro que tenia en la boca, a jadear una tremenda acabada con el aparato de Roberto, el que me la metía hasta los huevos y la sacaba casi toda otra vez para ensartarme todita….
Me giraron, me pusieron en cuatro, haciéndome probar una y otra las vergas en la boca, mientras uno me ensartaba desde atrás.
Que manera de coger que tenían esos hombrecitos !!!
Fácilmente estuvieron metiéndomela más de una hora seguida. Yo perdí todo sentido y me preste a ponerme en todas los poses que ellos pretendieron de mi.
Hasta me sorprendi a mi misma cuando me preguntaron si la quería en la colita…. Y yo respondí ….. si que quiero.
Se fueron a la madrugada. Yo quede exhausta, feliz pero con sentimientos encontrados.
Me sorprendí despertarme con Guillermo a mi lado. Me levante para darme la ducha, rogando que no se diera cuenta de la fiesta que me habían dado sus amigos.
Esa semana fue de inquietud, pero al parecer mi marido no se percato de nada, porque me comunico que el sábado volvían sus amigos a otra jornada de pool.
Fue cuando reaccione y le conté a Guille que sus amigos me habían gozado el sábado anterior en su propia cama.
Me miro, sonrío, y soltó su mejor frase: No me vas a correr con eso, lo haces para molestarme, mas no vas a impedir que vengan, pues, los conozco muy bien.
Mi ansiedad fue en aumento, mas no bien llegaron ellos, cruzamos algunas palabras y comprendí que todo estaba en orden.
Todo en orden, en cuanto a Guillermo, mas me comunicaron que todo seguiría en orden si yo no levantaba la perdiz, ni delataba nada.
Ellos serian solo tres ese sábado, y los tres irían a mi cama…. Luego de dejar bien dormido a mí marido.
- No, tres no, dije.
- Si, Mauricio es un chico joven al que lo vamos a hacer debutar.
Un novato, pensé, puede llegar a ser divertido.
Esa noche, temprano aun…. Lucio sonriendo me dijo… Arriba mi niña, espéranos arriba que te vamos a llenar de regalitos para que surja esa potra que tenés escondida.
Subí, me prepare, perfumadita, bien sexi para recibir al novato.
Subieron los tres, comenzando ellos a dar una lección a su joven amigo, mostrándole lo que me hacían, para que el chico luego lo hiciera.
Me sentí tremendamente puta, sirviendo de madama para el debut de Mauricio, gozando lo que los tres me hacían.
Tuve algo de miedo, ya que Mauri, estaba muy bien armado, a pesar de su joven edad. Pero eso no fue nada comparada a la sorpresa que me dio, cuando me comenzó a coger, porque cogia, cogia y cogia sin parar a pesar de sacarme orgasmo tras orgasmo.
Fue tal la paliza que me dio, que quede floja, tremendamente floja, para cuando me hicieron la tripleta; Montada en Mauricio, Roberto metió su aparto en mi colita, mientras yo chupeteaba por enésima vez la verga de Lucio.
Roberto y Lucio acabaron por última vez, pero Mauricio necesito de toda mi imaginación para moverme y moverme para hacerlo estallar.
Hoy día es una rutina, las visitas periódicas de los amigos de Guille. Ese trío de amigos vienen a jugar al pool casi todos los sábados.
El que me visita entre semana, al medio día, es el joven Mauricio, que viene a tomar clases de pool femenino haciendo sentirme una reina indecente en sus brazos inagotables, tacada tras tacada.
domingo, 29 de agosto de 2010
Aprendiendo a compartir
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sábado, 28 de agosto de 2010
martes, 22 de junio de 2010
El me desvirgo
El me desvirgó y me dio placer.
Aquellos encuentros con Mauricio siguieron sucediéndose, pero no eran de mi plena satisfacción.
Yo me ponía muy cachonda viendo como el se dedicaba a hacer servir a las yeguas con el pastor, que se las ensartaba a todas.
Pero a mi solo me besaba, hacia sexo oral y de vez en cuando me penetraba analmente…. Y yo pretendía que me desvirgara totalmente.
Supe de su propia boca, que fue mama, al que el confeso lo que hacia conmigo que le prohibió bajo pena, que hiciera otra cosa conmigo, y también supe que la relación que tenia con mamá era de larga data, y que habían hecho tríos con mi viejo.
Ese mi papá que anuncio, que vendría a la estancia, con su nueva novia, lo que hizo que mi madre se fuera ese mismo día.
Yo no quise ir con ella porque tenía la esperanza de que Mauricio no cumpliera con la palabra empeñada y me rompiera el virgo de una vez por todas.
Cuando Silvia, mi mama se fue, llegaron Leonardo, mi papa, Maria José, su novia, y Vicktor, el hijo de esta.
Pronto comprendí que mi papa, mucho mas mayor que la linda Maria José, hacia una pareja de tortolitos bien despareja, pero yo nada tenia que opinar.
De lo que si tendría que opinar es del chico de la señora, Vicktor, que resulto ser un muchacho esplendido, que me cautivo tan solo con mirarme y sonreír.
Fue de pronto el amigo ideal para estar en esa casa tan grande. La recorrimos, le mostré todo los galpones, caballerizas, criaderos, depósitos de la finca. Además hablábamos de música y otras cosas mundanas.
Le enseñe a montar, y fue explicándole como se ensilla un caballo que tuvimos nuestros primero roces algo interesantes, ya que al poner un brazo sobre su cabeza, el se acerco me tomo de la cintura y me beso. Yo me deje llevar y nuestras lenguas se entendieron por primera vez.
Esa tarde salimos a cabalgar, y yo pensaba llevarlo al arroyo con fines insospechados, pero debimos regresar ya que el comenzó a sentir un fuerte ardor en la entrepierna.
Fruto de los pelitos de las piernas, el roce con la montura para quienes no están acostumbrados, es fatal…. Le irrita la piel de una manera tremenda.
Cuando se apeó, caminaba como montado a un barril, con las piernas abiertas…. Muy cómico quedaba así, Vicktor.
Ya en su dormitorio, le lleve una crema para aliviar su quemazón, y como el lo permitió, yo extendí la cremita primero en sus pantorrillas y luego pase a la intimidad de su entrepierna.
Curiosa yo, me hice la descuidada y le roce varias veces el bulto, bulto que comenzó a ponerse interesante.
Cuando el acaricio mi cabeza, yo busque la cabeza de aquel bulto, y le saque la pija fuera del calzoncillo, para allí mismo chapársela muy suavemente al comienzo, pero luego le di tantas chupeteadas juntas que lo hice acabar en un mar de lechita. El me manoseo toda, me dijo cosas muy chanchitas, desde putita a que me iba a partir al medio.
Fue en aquel cuartito, al otro dia a la hora de la siesta, que desnudos los dos, nos besamos todo, todo…. Y me extendí en la cama abriendo mis piernas hacia arriba para que el me metiera su duro y largo miembro…..
No me dolió, quizás eran mis enormes ganas de tener un falo dentro, si, sentí desgarrar mis entrañas, allí en mi cuevita, pero fue un solo instante de rotura y pronto sentí aquello caliente que me hacia rosquillitas por todo mi cuerpo.
Cuando el se percato de la sangre de mi desvirgue, yo ya había tenido mi primer orgasmo con una polla dentro….y estaba para mas si el no hubiera parado aquel rico mete y saca, medio asustado.
Yo le pedí que siguiera, y el me puso de rodillas en cuatro patas, lo que me hizo pensar que me haría el hoyito….. Pero no, me la metió desde atrás en mi rajita, lo que fue mi primer polvo a lo perrita. Una deliciosa experiencia.
Teresa, la mucama de la casa, se entero por las sabanas, y fue con esa joven señora que aprendí sobre lo que debería haberme enseñado mi mama sobre el sexo con hombres. Nos hicimos muy amigas y de ella supe muchas cosas que mas adelante he de confesar.
Con Vicktor teníamos sexo a la mañana en el campo o el arroyo, a la siesta en su cuarto y por las noches en el mío.
Me sentía plena y el siempre inventaba alguna variante para metérmela cada vez mas adentro y provocar mis placeres. El que en pocos meses mas pasaría a ser mi hermanastro, fue el que se quedo con mi virginidad tal como yo lo necesitaba.
miércoles, 9 de junio de 2010
En haras "La preñadita"
Salimos de la capital cuando los primeros rayos del sol asomaban en el horizonte.
Atrás quedaban no solo la oscuridad de la noche sino el encierro de aquel convento que aunque convengamos fue últimamente agradable pues no la pasaba mal, tampoco era lo que yo aspiraba para mi vida.
Papá había dispuesto que llegado el fin de l curso me trasladaran a nuestra residencia de campo. Una estancia con desarrollo agrícola-ganadero que tenía como rubro principal el criado de caballos de raza, fundamentalmente para el juego de polo. La marca era haras “La preñadita”, conocida mundialmente.
Amilcar, el viejo chofer de papa conducía cauto, precavido, lento como una tortuga en aquella autopista enorme. De pocas palabras el, me centre en mi música y a poco tiempo quede dormida.
Mis sueños fueron varios pero repasaron mi año en el colegio, mis nuevas amigas, las preceptoras, la profesora de música…. Y como si fuera un viaje hacia el final de mi viaje, recordé mis épocas de niña allá en la estancia.
Cabalgar, recorrer el campo, jugar, ayudar en la cocina o tareas era el único entretenimiento, salvo aquella atracción que sentía yo por visitar el establo donde cuidaban los padrillos de raza. Sementales a los que se les prodigaba el mejor de los tratos ya que de ellos dependía el futuro de las crías. Y aquellas yegüitas que venían a ser servidas, y alguna potranca que debutaba, que era mi mayor desvelo.
El viejo Pacho era el patrón allí en el establo, y trasmitió todo su conocimiento a su hijo Mauricio, nacido de la también criada Dorita.
Mauricio era bastante mayor que yo, pero era el mas joven en aquella inmensidad campestre. Era mi amigo del alma. Compinche me había permitido observar lo que prohibido tenían para mi, ver como el padrillo se montaba a las yeguas. Aquella adrenalina me había impactado siempre pues su ambiente me traía deseos sexuales que nunca había podido descargar allí.
Llegamos y todo era como novedoso a pesar de estar todo muy impregnado en mi.
Mamá estaba y pronto supe que continuaban sus líos matrimoniales.
Era ella una modelo, aun joven, elegante y de buenos modales, pero lo que contrastaba con papá era la edad, pues el la doblaba en edad.
Pronto supe que Mauricio era ahora el encargado de las haras, pues era el heredero de la sabia enseñanza de su padre fallecido.
Eso me permitió, pasearme a mis anchas por el establo, visitando aquellos hermosos animales. En esos recorrido me di cuenta que Mauricio me miraba con insistencia, y fui al frente con decidida intención….. – ¿Te gusto Mauricio?
- Paaa, Yamilita, estas hecha una mujercita atractiva.
- Dime, cuando va a servir ese padrillo a alguna yegüita?
- Mañana, seguramente….. por?
- Porque quiero verlo, de paso aprender con intenciones de que me pase lo mismo.
- Paa, nena…. No seas mala…. No provoques, menos sabiendo que sos la hija del patrón.
Mauricio seguía siendo el mismo pelotudo de siempre y al parecer me seguiría esquivando…. Pero ahora yo sabia exactamente lo que pretendía de el.
Al otro día, no me perdí detalle, de aquel maravilloso espectáculo que es ver como se le para al caballo aquel enorme y largo pijón…. Como se va cebando a la yegüita hasta que esta se deja montar…. Y es todo tan rápido y violento cuanto la ensarta metiéndole aquello tan exquisito hasta hacerla relinchar…
Me moje, me toque, me acerque a Mauricio, me le recosté… y este tuvo un gesto de avance, me acaricio las tetas, me apretó un poco pero cuando yo pensaba que íbamos por buen camino…. Me rechazó nervioso. – No podemos nena…. No podemos…
Las cosas ocultas muchas veces no tardan en aparecer.
Mi dormitorio esta pegado al de mis papis, separado por un gran placard doble, o sea que para ambas lados de las piezas es placard.
Yo sabia de niña, que entrando al placard, podía moviendo una madera, pasar al placard del cuarto de mis padres y de allí, espiarlos.
Pero nunca los vi haciendo nada extraño.
Ahora papá no estaba, no había venido, y solo estaba mamá….. Entonces de que eran esos ruiditos que se sentían?
Y fui a mi lugar de espía….. Y esto es lo que vi.
Pamela, mi mama, estaba desnuda en cuatro patas sobre la gran cama…. Se inclinaba con dedicación en un evidente acto sexual…. Se estaba chupando una enorme polla…..sacudiendo su melena a un lado y otro. Se relamía y su lengua jugaba de tal modo sobre aquel músculo que deba como chasquidos jugosos, que atravesaban ruidosos el ambiente.
Ohhh, que sorpresa, cuando el hombre se incorporo, musculoso, atlético, masculino, vigoroso con aquella polla endurecida…… era el mismísimo Mauricio, que fue directamente a meterla desde atrás al cojinete de mama….. Que cuando se sintió atravesada comenzó a moverse acompañando y haciendo mas intensa la embestida que le daban. Un rato así, y mama se acostó, abrió las piernas y Mauricio se extendió entre las piernas de ella. Otro buen rato así….
Ella se levanto, el se acostó boca arriba y ella lo cabalgo como 20 minutos hasta estallar por 5ta vez creo, para relinchar ella también allí arriba del macho con las que le estaba metiendo los cuernos a papá. Yo tuve un orgasmo acariciándome, y mentalmente se lo dedique a Mauricio. Mi mamá era infiel, y Mauricio un tramposo.
Por eso fue, que decidida, lo encare, le dije lo que había visto y lo puse contra la pared. También le conté mis experiencias.
Si no hacia lo que yo le pedía, se iba a saber…. Y se armaba un lío.
Allá en lo alto del establo, arriba de unos fardos de alfalfa, pude comerle aquel rabo hermoso, dándome el placer de su lengua en mi cuevita. Me puse cachonda, cachonda, hasta le pedí que me desvirgara…. Y me puse en cuatro….. El me la refregó una y otra vez, pero finalmente me la dio por mi experimentado culito. Experimentado con cosas de plástico, en el colegio…. Pero fue aquella la primera pijota que entro en mi interior….. La goce muchísimo. Como yo tuve como 10 orgasmos, el aprovecho para prometerme que me desvirgaría mas adelante…. Que así estaba bien. Cuando mamá se fuera, lo haríamos en mi pieza. Aquellos días fueron inolvidables, por que el sexo anal me gusta, me permite tocarme con mis dedos la cuquita y pajearme al mismo tiempo que me dan bomba.
Yo se que el siguió acostándose con mamá, pero Mauricio es un gran macho…. Y un gran amigo.
sábado, 5 de junio de 2010
y el conto sus vicio
Yo le conté en el relato anterior a mi medio hermano y a ustedes como me habían despertado mis vicios aquellas preceptoras del convento…… ahora estaba disfrutando con el cosas diferentes, pues si bien me gustan las chicas mi mejor placer esta con los hombres.
Pero quede intrigada con lo que el me había contado de su tía y decidí indagar mas y en un descanso después de habernos dado una ducha le pregunte…. Che Victor, cuéntame… que paso después con tu tía.
…..Pues fue algo inolvidable, la tía Leticia fue una maestra que descubrió todos mis sentidos sexuales, y la pasábamos muy pero muy bien. Tan bien que al parecer descuidamos ciertos detalles y mi madre se entero del buen jaleo que tenía su hermana y su hijo.
Una mañana sentí como discutían en la cocina..
- Pero como podes hacerme eso?, Leticia, con tu sobrino.
- Mira hermana, yo no lo busque, fue una cosa que nació, surgió, se dio…. Y yo que hacia tiempo no tenia sexo, bueno…. No pude aguantarme hacerme el festín con el potro de tu hijo.
- Pero vos sos casada, Leticia, y es menor que vos!
- Si Maria José, pero hace cuanto que estoy acá.... eh, lejos de el, además si vos supieras lo bien armado que esta tu hijo, y lo supe-rmacho que es, entenderías que mi debilidad tiene justificativo.
- Bueno, lo que quiero es que se termine esto, si.
Era sábado, mi madre salia a hacer compras y mi tía fue a contármelo, yo le dije que las había escuchado, y no perdimos tiempo y nos dimos como en la guerra. Yo no me resignaría a perder aquellas tetas, aquella cola, aquella almeja que me volvía loco.
Pero las cosas a veces no son como uno quiere, ese mismo domingo mi tía estaba viajando a su ciudad.
Mi desolación era enorme, y pronto la tristeza comenzó a ganar terreno y me sentía bajoneado a más no poder….
Mama se dio cuenta y quiso aconsejarme…. Pero que podía decir ella que fue la causante de que Leticia se fuera? Por más que me hablo de situaciones indebidas e incesto, yo no estaba para entender pavadas.
El calvario seguía… y cuando sentía el ruido de la ducha, la recordaba, cuando entraba al baño después de mamá, sentía ese perfume de jabón y calorcito que taladraban mis sentidos.
Había pasado una semana y ya me encontraba destruido…. Por eso esa noche espié a mama en el baño…. Y recordé a la tía…. Me escondí para manosear mi muñeco…. Mama salio de la ducha, su cuerpo tan parecido al de Leticia, me hacia daño…. Era mas rellenita, mas tetoncita, mas culoncita, en realidad, estaba mucho mas buena, mas hembra, que se yo….
Cuando paso para el dormitorio, salí de mi escondite, totalmente al palo. La seguí como para seguir espiando y darme una pajeada monumental.
Mamá entro al dormitorio cerro la puerta pero no con llave. Silenciosamente la abrí. Ella estaba sentada en la cama, con un pote de crema en la mano en la tarea de encremar su encantador cuerpo.
La poca luz del velador de noche, me daba aun una imagen deliciosa poniéndome al tope de mi calentura. Mi entusiasmo, me hizo una mala jugada y sacudiendo mi mano, golpeé la puerta….
Ella me miro, y sin sobresaltarse solo preguntó… Que haces ahí,
Victor?
-Nada, te vi y me puse así….. Mostrándole mi polla a full….. ves mamá, esto me pasa todo el día porque no está la tía.
Dejo el pote sobre la mesita de luz, enfrento su cuerpo mirándome, pero sin taparse siquiera, como si el estar desnuda ante mí fuera normal…. Y me dijo…..- Mira hijo, yo te comprendo, pero tu debes entender que las cosas deben ser hechas de acuerdo a normas sociales…. Y no como una las sienta…. Entiendes.
- De que normas me hablas mamá, cuando la naturaleza te dota de sentidos que te llevan a ser sensible, a tener placer, a ver, como te estoy viendo, a darme cuenta que estas mejor que la tía, que estoy ahora recaliente contigo…. Que ya no sos ni serás mi mamita, sino que te veo como Maria José, una hembra de primera…..
Mi discurso, no fue lo único que no dejo hablar a Maria José, fueron las acciones, porque avance hacia ella, y mientras con una mano la empuje sobre la cama con la otra apague el velador…… y allí, ella tendido su cuerpo, con las piernas hacia abajo, recibió el peso de mi cuerpo, que extendí, abrazándola totalmente….
Su reacción fue sacarme, así creo, pero pronto estaba besando yo sus tetas, con la intención de hacerla entender que me pasaba…. Y ella de pronto estaba tomando mi polla….. Te voy a calmar chiquito, te voy a calmar… y comenzó a pajearme de tal modo que me deje llevar….
Subí mi cuerpo arriba de la cama, para que ella tuviera mejor ofrecida mi polla….. Pero me moví de tal modo que mi cara fue sobre su sexo…. La resistencia apareció, pero sus manos estaban ocupadas en mí, frotando mi dura herramienta, por lo que abrí sus piernas y comencé a comerla de la manera más estremecedora que se me pudiera ocurrir…. Quería a toda costa, calentar a Maria José, mi perversión estaba en pleno desarrollo.
Concentrado en mi tarea, no necesite cuidar mis tiempos de llegar, al comienzo, porque en cuanto ella comenzó a devolverme con movimientos pélvicos las embestidas de mi lengua contra su concha depilada, tuve que retacearle mi cosa porque estuve a punto de acabar.
Ella comenzó a gozar, sus manos por lo poco que se alcanzaba a ver, estaban ahora auto frotándose las glándulas mamarias, sus tetas estaban muy ricas, y aquel coñito depilado abierto y jugosos, era como para más….
Cuando ella volvió a insistir para que la dejara pajearme, volví a estirarme, pero ahora no solo me pajeaba la muy zorrita de Maria José, ahora estaba enseñándome como ella también sabía chupar muy bien mi pija.
Mi mamita Maria José, se acabo ruidosamente….y eso me gusto mucho…
Ya dócil ella, la subí a la cama, la frote un poquito, abrí sus piernas, las separe, las subí al aire y fui a poner mi polla contra su conchita aun palpitante…..
- No, cariño, eso no, eso no.
- Pues seguro que no, seguro que no lo vas a poder resistir.
Apreté sus dos piernas debajo de mis axilas, y mi cuerpo contra el suyo, de modo que pronto se la estaba metiendo….. Tuve intenciones de enterrársela a fondo, pero sus suspiros, sus no, no, no….. Cada vez mas tenues, me indicaban que pronto estaría reclamando por mas, mas.
Yo percibí que estaba haciendo lo correcto. Que aquella maravillosa mujer estaba necesitando de sexo tanto como yo. Que en el momento final, ella es hembra, yo macho, que los vericuetos sociales están bien escritos pero no especifican cuando debe haber una excepción.
Cuando sentí que ellas abrazaron mi cuerpo, solté sus piernas, las que ella siguió levantando enroscándolas en mi cuerpo.
Fue ella la que en la desesperación sexual, busco besarme, darme su lengua con gusto a mi poya, y saboreo en la mía sus propios jugos.
Creo que ella busco acabarme así…. Y yo intente resistir con éxito, alargando aquello más de diez minutos….
Decidí intentar mostrar mis habilidades, y desde esa posición, fui girando su cuerpo, hasta ponerla con una pierna estirada en la cama, ella bien de costado y la otra pierna hacia arriba, así, le entre bien adentro, sintiendo su placer en mi piel.
Cuando seguí volteándola, ella debió naturalmente apoyarse en las rodillas, y así ya en cuatro, se la di con mucha pasión.
La abrace tomándola por detrás de sus encantadoras tetas, fue un disparate como se sacudía para tener placer, y cuando ella llegó en un ruidoso orgasmo yo ya no pude contenerme mas y explote sacándole la pija para acabar sobre la curva de las nalgas de su trasero.
Encendí el velador, la mire, la acaricie, lleve su mano a mi pija aun humeante, diciéndole…. Es tuya mamá, es tuya Maria José.
- Es una locura esto, dijo, mientras sus manos frotaban mi leche que pudo recuperar de su espalda…. Es una locura, pero quiero hacerlo de nuevo….
- Sos un amor, fue lo único que respondí.
Pero vaya que lo pensé, esta es una tigra, me sorprendió ella ahora…pero sabia yo que podía darle mas, y comencé a jugar con su bello cuerpo, gozando con la mirada, dándole placeres con mis frotaciones fuertes a veces, muy suaves otras….. Así ella se fue poniendo caliente a tal punto que se vino a poner mi falo al palo.
No se cuanto tiempo estuvimos haciendo el amor esa noche, pero seguro que fueron varias horas….. Amanecimos abrazados como dos amantes bien satisfechos.
Aquella confección de mi hermanastro, me calentó de tal manera, que le exigí al menos una horita para mí.
lunes, 31 de mayo de 2010
Y despertaron mis vicios 01.03
… Y despertaron mis vicios.
Me resultaba difícil seguir relatando mi experiencia en el convento ahora que estaba abrazada a un amor verdadero, pero el me incentivaba y seguí contando:
Al otro día se la llevaron a Lourdes, y estuvimos algo asustadas con Natalia. Sabíamos que era por lo que había visto la preceptora Mabel, pero fue esta misma quien nos tranquilizo explicándonos que aquello era normal y era de rutina que las jefas de preceptoras tomaran medidas sabiendo el verdadero alcance de las cuestiones. Pero no teman, no será nada más que un interrogatorio.
Esa noche dormimos cada una es su cama.
Fue pasados dos días que volvió Lourdes, pero inmediatamente se llevaron a Natalia.
Lourdes se puso muy mal, cuando vio que a ella la dejaban y se llevaban a nuestra amiga, y muy nerviosa comenzó a putear…. Que pedazo de hijas de puta…. Por que se la llevan….
- A interrogarla, dije
- No, no solo eso…. Se la van a cojer bien cojida.
- Como?
- Allá están la directora de preceptoras, Lucrecia, la profe de música, Cristina y la monja Perales. Te revisan toda y si no sos virgen te hacen de todo y es muy probable que se propasen con Natalia.
Dos días interminables, pensando en Natalia y que era posible me llevaran también a mi.
Y mi temor se cumplió, porque trajeron a Nati y me dijeron, vamos nena tenés que acompañarnos. Nati me miro, y con una sonrisa me dijo, todo bien, no te preocupes.
La habitación de las juezas era grande confortable y muy bien calefaccionada. Cuando entre percibí una aroma agradable de perfume de buena calidad. Era evidente que la pasaban muy bien.
-Hola Yamila, dijo Lucrecia, sabes que estas acá para colaborar con una investigación?
- No señora, respondí, a aquella rubia grandota, a la que muchas llamaban La polaca o La Alemana.
- Si y es de esperar que colabores, porque tu estabas junto a las otras en actitudes que debemos esclarecer.
- Yo, dije…. Y me interrumpió al momento….
-Tú hablaras cuando te lo indique…. Ahora súbete a esa banqueta.
La banqueta de madera era bastante baja, grande y parecía segura, y de un solo envión me subí y quede quietita.
Ella dio varios giros a mí alrededor con postura de sargento. Al tiempo entraron las otras damas.
- Aun no han comenzado, dijo la monja Perales, una monja bajita pero de muy dulce mirada.
-Hola Yamilita, dijo Cristina, una profesora que las alumnas adorábamos. Todas teníamos un especial interés en sus clases, por ser ella muy agradable, joven y guapa además de ser efectiva en su tarea siempre nos provocaba dándonos incentivos muy especiales, montando escenarios para hablarnos de sexo sano, explicito y de buen resultado.
Lucrecia seguía dando vueltas y comenzó a mover mi ropa y mi cuerpo con una larga regla, se movía con criterio logrando abrir mis piernas de par en par, con ello mi corta pollerita se subió dejando a la vista mi pequeña tanguita.
- Mira lo que usa, dijo la Perales, eso y nada es lo mismo, así que sácasela Cristina.
Cristina se acerco a mi, con su atractiva presencia y comenzó a bajar mi tanguita cosa que yo facilite levantando levemente una pierna, cosa que esta aprovecho para depositarla sobre otra banquetita algo más alta, dejándome con las piernas bien abiertas y exponiendo mi trasero.
Lucrecia con una especie de plumerillo en la punta de la regla, hurgaba entre mis nalgas produciéndome un intenso cosquilleo.
La Perales comenzó a desprender los botones de mi blusita que pronto quedo colgada en el respaldo de una silla. Y ella saco todo el resto dejando mis tetas al aire….y fue tal su premura que mi pollerita quito por encima.
Allí desnuda delante de ellas no comprendía cual era el cometido de esa investigación.
El plumerillo de Lucrecia hizo notoria influencia en mis tetitas comenzando a impacientarme pues me estaba naciendo una calentura no esperada.
- Hermosas tetas tiene esta niña.
- Y una rajita peludita pero agradable…. Ves.
- Pues a mi me atrae su formidable culito…. Mira que carnesillas, que nalguitas, que redondeaditos tiene ese trasero….
- Pues revísalo entonces Maria Perales……
La Perales lentamente comenzó a abrir y cerrar los cachetes de mi trasero…. Mirando indagando. El roce de su mano me hacia mas notoria mi calentura…. Para cuando comenzó a besar mi ano, sentí miedo un poquito, pero pronto comencé a gozar con su lengua. Cada beso que me daba, iba acompañado de una metidita de lengua, cada vez mas profundo… Nunca me habían hecho eso y mi excitación esta siendo bien vista por las otras dos, que con sus caras no disimulaban la expresión de deseo. El morbo de la situación era norme.
Aquella lengua de la monja Maria Perales me gustaba, me gustaba lo que me estaba haciendo y el calor que nacía en el centro de mi orificio se expandía por todo mi cuerpo.
Lucrecia cambio el plumerillo por su boca, y lamió mis tetas, buscando hacer mella en mis redondeados limones.
La profe Cristina, se lanzo directamente a mi ya ofrecido coño, cuyos labios yo mismo le abr con mis dedos para que esa cachonda perdida me comiera la cuevita de los deseos.
Mi excitación y deseo se pusieron al rojo vivo. Estaba probando algo totalmente nuevo y que no me desagradaba en absoluto…. Al contrario…. Estaba disfrutando del interrogatorio.
No pude soportarlo, ni quise aguantarlo…. Abría mis piernas de par en par empujando hacia delante para sentir bien fuerte que Cristina me comía el coñito e iba hacia atrás para que la monja me metiera su degenerada lengua en el culo…. Así, hasta abrace a la polaca Lucrecia, con la que termine dándome besos de lengua.
Ellas disfrutaron sacarme ese impresionante orgasmo que fue el primero de aquella jornada.
Pronto me vi en un gran sillón de ese tipo psicólogo, con las piernas abiertas por la Perales, que apoyaba sus gordas tetas sobre mis piernas… y de cabeza bajaba a hurgar en mi aun palpitante almejita.
- Si tienes razón, Cris, aun conserva la telita….. de virgen. Pero te aseguro que el culito se le abre de par en par.
Yo había oído hablar de esos aparatitos, pero nunca había visto alguno directamente….. Y fui presa de una vibración impresionante que en pocos minutos me estaba haciendo gritar de placer….Cristina lo manipulaba recorriendo mi raja desde arriba hacia abajo y volvía a subir para sentir mis grititos cuando entraba en contacto con mi clítoris.
La polaca se había puesto un arnés con una enorme tripa, y ya también desnuda empalaba a la profe de música que abría la boca boqueando una calentura armoniosa y musical. Se acabo a toda orquesta. Yo la acompañe haciéndole coros y bailando a ritmo.
Me pusieron de espalda. Y ya estaba yo para cualquier faena. Si venia un macho y me culeaba, yo lo dejaba hacer.
Pero lo que vi a nuestro lado me puso cachondo en serio…. Lucrecia ahora fondeaba la cuca de la monja Perales con ese vergon de plástico….. La monjita se bamboleaba con una vela de fragata en plena tormenta.
Allí de espaldas fui sometida sexualmente por el ano con aquel pequeño consolador que me había sacado tan grande orgasmo…. Mi culito se abrió y abrió para recibirlo una y otra vez, hasta que lo encendió y comencé a volverme loquita, loquita….a tal punto que cuando Lucrecia se despojo del pijon de plástico se acerco y le comí su conchota de labios gruesos y carnosos.
Me encontraba allí a pleno goce, entregada a la lujuria de esas tres mujeres, mi coneja no podía ya retener humedad y chorreaba jugos a más no poder…. Mi hasta ayer cerrado culito estaba siendo abierto para ser deseado y desear recibir pollas con agrado por toda una eternidad.
Ya en la cama con mi querida profesora de música, acaricie sus pechos, de una perfección maravillosa, ella se fue animando, tanto por mi calentura como por su propia entrega, se los lamí, se los mamé hasta que ella busco con su mano mi sexo y llevo las mías al suyo.
De pronto tomadas ambas de las caderas unimos nuestros sexos abriendo nuestras piernas al máximo y nos refregamos las cuquitas con fuerza y cariño. Me gusto oír sus gemidos de placer, notar que su cuerpo se ponía en tensión, como se entregaba a mi del mismo modo de cómo yo me entregaba a ella. Esa noche así quede dormida.
Al otro día, fui pasto de comentarios morbosos, como que era una insaciable, que tenia genes de yegua mezclada con perra y gata alzada.
Fue ese día, que otra vez me pusieron en la cima de un volcán y quise tener más y mas rogándole que me desfloraran allí mismo.
Cristina me mimaba, La godita Perales manoseaba mis limoncitos hinchados como peras grandes….Lucrecia me tomo de los tobillos, abrio al máximo mis muslos y entro en mis entrañas con aquel aparato fálico, lo hizo lento, lento…. Lentamente.
Me sentí llena de vergas y aunque algo se rompía en mis entrañas, gozaba sin remedio, totalmente entregada, totalmente poseída por mi desfloración eterna. Ella me penetraba entrando y sacando sin descanso, con una lacerante lentitud que hacia que continuaran mis orgasmos sin encontrar un final. Me corría como loca.
Yo había encontrado una veta de placer, ellas también, había descubierto mi vocación de bisexual bien definida y a partir de aquel día, todas las semanas pasaba una tarde noche con ellas, y el resto del tiempo lo ocupábamos en jadear con Natalia, Lourdes y Mabel que resulto ser una putita encantadora.
domingo, 30 de mayo de 2010
01/02 Mi inicio en el convento.
Bueno te cuento mis comienzos le dije:
Los dormitorios del colegio eran grandes y fríos.
Ya era una costumbre dormir bien arropada y con calcetas. Fue por puro instinto que me acurrucaba en posición fetal y metía las manos entre mis piernas.
No puedo precisar cuando ni como fue que comencé a tocarme al sentir cosquilleos en mi rajita.
Que fue primero, si los pensamientos o el calorcito, el calorcito o los pensamientos, lo resolverán los psicólogos, yo solo se que comencé a acariciarme, tocarme y frotarme la cuquita por puro placer y encanto.
Mamá estaba intentando rehacer su vida . Papá venia poco a visitarme. Las únicas que venían mas seguido eran unas tías, pero no podía yo contarles lo que me pasaba y preguntarles que debía hacer.
No se me ocurrió mezclar eso con la religión, ni pensar que era pecado o cosas por el estilo, y quizás si me lo hubieran dicho mas pronto hubiera roto con todo ese tabulerismo que querían imponer las monjas de mi colegio.
Aquel placer que me daban mis dedos, tuvo una explosión una tardecita mientras me bañaba, ya que al pasar el jabón, descubrí que tenia un punto rojizo, como un botoncito hinchado en la parte superior de mi cuquita, que al sacudirlo y apretarlo me daban tanto placer que jugué y jugué hasta que me encontré temblando inesperadamente, sin intenciones, sacudiéndome y vibrando como una pava de agua hirviendo.
Fue una pupila de mi cuarto, vecina de cama, que me pregunto que me pasaba al sentir mis gemidos….. Yo disimule, pero la muy tonta le dijo a una preceptora.
Esa noche me cambiaron de dormitorio. Como si tuviera yo algún virus o algo parecido.
La nueva pieza era mucho más chica y solo había 4 camas, tres chicas pupilas y una preceptora, que además era practicante a ingresar de monja, o monja novicia.
Las compañeras de dormitorio eran algo mayores que yo, mucho más amigables que las otras niñas que había dejado.
La monja novicia, en la mayoría de las noches, casi todas, no dormía en su lugar, y supe que iba a hacer rancho aparte con las de su clase en otro lugar.
Eso permitía que pudiéramos hablar aun después de que las luces se apagaran, y contarnos cosas.
Que cosas que aprendí en tan poco tiempo ¡!!
Pronto supe que lo que me pasaba era normal en ellas, también se “pajeaban” regularmente.
Había tanta afinidad entre ellas que se lo hacían mutuamente y hasta dormían algunas veces juntas.
Yo intentaba hacerlo silenciosamente para que no me volvieran a cambiar de dormitorio, pero ellas no disimulaban sus jadeos.
Mi vecina de cama era una morochita hermosa, con unos ojazos tremendos que repartía una dulzura con mezcla de melancolía infinita. Nos hicimos amigas.
Fue con ella que nos tocamos una tardecita en la ducha. Yo me le acerque como para ayudarla a enjabonar y ella también recorrió mi cuerpo. Nos besamos con ternura.
Sus dedos hicieron estragos en mi clítoris y yo sacudí el suyo hasta hacerla estallar en mil orgasmos. A partir de ese día, siempre intentamos bañarnos en el mismo regadera, apretaditas, bien juntitas y dándonos enorme placer. Y ella invito a la otra chica, mas seria, más mandona, más exigente.
Aprendimos a acariciarnos y darnos placer con lo que nos gustaba, y siendo ella muy besuquera, me daba tanto chupetes en mis tetas, que me hacia recalentar…. Y cuando probó mi cuevita, bueno….. Me saco de la realidad haciéndome volar en cincuenta mil pedazos.
Supe ser comida por ambas, y eso también comenzó a repetirse en nuestro dormitorio.
Una noche, Natalia me pidió que entre ambas comiéramos a Lourdes.
Ella lo hizo, pero yo no me anime…. Y eso enojó a la Lourdes. A mi no me importó.
Pero comenzaron a pasar los días, y ellas no coincidían en sus horarios con mi baño diario. He intente esperarlas para estar juntas.
Cuando lo hice, vi como ellas se daban lo que yo quería, placer, pero solo entre ellas.
No dije nada y espere a la noche…. mas lo que logré fue solo que me explicaran que yo no era una buena amiga, que no era como ellas, que era una egoísta. Me apeno eso.
Como pasaban los días, mi desesperación aumento y ya no me conformaba con mis dedos….. Así que las busque en la ducha…… me acerque mientras ellas jugueteaban y comencé a acariciarlas, poniéndome de rodillas…. Lourdes abrió sus piernas sostenida por nuestra amiga en común y clave mi cara en su peludita cueva….. Y la lamí tal ellas me lo habían enseñado pero que yo solo quería recibir….. Me encanto sentirla gritar y apretar mi cabeza contra su sexo….. Y fue mas rico aun comenzar la faena con mi querida Natalia…. que recibió un buen rato mis lengüetazas mientras yo gozaba con lo que Lourdes me devolvía…..
Esa noche, se turnaron en mi cama, y probé dos estupendos 69.
Pronto ellas inventaron el triangulito…. Que era armar un triangulo entre las tres churreteándonos los coñitos al mismo tiempo.
Fueron días de goce y goce….. Hasta que cuando estábamos en una faena triangular entro la preceptora y nos pesco en pleno desparrame de orgasmos compartidos.
Con razón sos tan querendona Yamilita…..me encanta que seas así.
Dicho esto me subió, sobre su falo endurecido por su imaginación, pensando en como debute con mis amigas y me metió a fondo aquello que ahora mi mejor pasar….
Se acabo pronto y me pidió que le siguiera relatando.
sábado, 29 de mayo de 2010
01/01 su inicio.
Déjame decirte que te quiero. Aún más después de lo que me has contado, que aclara muy bien, por que eres tan deliciosamente pervertido.
Creo que he nacido para ser tuya, por tu historia tan singular y tan atrevida como la mía.
Tu tierna madre, que perdió su esposo, tu padre, cuando tu eras aun un chico, debió luchar para seguir adelante como muchos.
Así fue que se casó con quien es hoy tu padrastro, o sea mi padre. Tanto tu madre como tu, debieron prodigarse ese cariño ante la falta de vuestro progenitor.
Tuvo sin dudas la suerte de haber encontrado ese hombre mayor, de buen pasar económico que los albergo a ambos y te trajo junto a mi para que seamos una familia.
El con una hija, que soy yo y tu mama, contigo. Así formaron una pareja clásica, bueno, no tan clásica, porque en realidad tu hermana no es tu hermana, sino la hija de tu padrastro. Sos mi querido hermanastro.
Pero soy tu hermana igual, hemos crecieron juntos, han sido esos juegos que aprendimos que nos enseñaron a querernos y a ser confidentes y compinches.
Tu eres de los mas lindos ejemplares masculinos que he conocido, yo una que no se queja de lo que tiene, pero sabe que hay muchas mujeres mucho mas lindas y hermosas que yo.
Cuando comenzamos a descubrimos, nos bañábamos juntos, aquel juego de enjabonarnos entre nosotros era descubrirnos en lo más intimo de nuestros cuerpos.
Yo me entregaba a tus caricias que lograban siempre llevarme al más allá de mis sentidos e intentaba devolver tus regalos con miles de fiestas sobre tu hermoso cuerpo.
Así es que no me avergüenza desnudar mis senos y refregarme contra tu pecho viril, pues aprendí a dejar que tus manos guíen mi trasero apretando mi pubis contra el tuyo para sentir tu, una sensación apretada y placentera y que sienta yo una cosa dura que roza mi cochita, la calienta y calienta hasta hacerme desparramar en goces miles.
Así es que te pedí que me contaras tu primera experiencia sexual…. Para conocerte un poco mas, para comenzar a contar nuestras experiencias mientras reponemos fuerzas antes de besarnos como cachorritos jadeantes.
Como fue….
Cuando quedamos solos, al faltar papa, comenzó a visitarnos periódicamente Leticia, la hermana de mama.
Era jovial, simpática y su presencia era buena para nuestro hogar.
Mama se iba a trabajar temprano y cuando estaba Leticia, era esta la que me hacia levantar temprano para estudiar, mientras yo me daba una ducha, ella me preparaba el desayuno.
Cierta mañana entre al baño, donde aun estaba el ambiente tibio de la ducha que ella se había dado. Como yo ya sabia, ella dejaba sus prendas íntimas sobre un banquito, para luego llevarlas al lavadero… yo ya había estado en presencia de esas atrayentes prenditas que me gustaba olerlas para sentir ese atrayente olorcito a hembra sabrosa.
Mi tía, es algo mas rellenita que mama, pero tan bella como esta, tan atractiva, tan apetecible que aun siendo mi tía, me atraía enormemente, mas siendo yo un joven sin debut, pero que si, ya sabia arreglármelas con las manos.
Ese dia, aspire esas aromas de sexo, entrecerré los ojos y me la imagine a Leticia, poniéndome en camino a lo que seria una paja bajo el agua…… pero grande fue mi sorpresa cuando ella, que había venido por su ropa, me pesco justo en esa actitud tan intima y osada.
Me miro, tomo sus prendas, sonrió y se fue.
Me quede helado, y esa mañana no hubo paja, por miedo y pensando que podría ofenderla.
Fue al otro día, cuando me llamó para que me levantara. Venia ya de su ducha con su rosadita salida de baño y sonriendo me tiro su prendita intima…. Una pequeña bikini … también sonriendo, me pregunto….. te gusta el perfume?
-Si dije,… me atrae.
Ella solo mostró su bella alegría y se fue sacudiendo su bello trasero.
Yo aspire aquel regalo y allí mismo me di un gusto a dos manos.
No hubo comentarios, porque si ella no decía nada, yo no me animaba a tocar el tema.
Ya al otro dia, me volvió a llamar y repitió el regalito.
Pero al siguiente, no me dio nada, pero si me volvió a preguntar si me gustaba sentir sus perfumes….
¡Si!!, volví a repetir, tus olorcitos me atraen….
Dicho esto, su sonrisa amplia y picara, dieron paso a que se acercara desprendiéndose su rosadita salida de baño para dejarme ver sus redondeados pechos que hicieron me doliera la vista queriéndomelos comer instantáneamente.
Quieres sentir bien los olorcitos dijo….. Sentándose en mi cama…. Hábilmente condujo mi cabeza a su entrepierna, y al mismo tiempo que me acercaba a su sexo, abría sus hermosas piernas…..
Fue algo rápido y sin mayor explicación, porque la ví abrir sus piernas, vi su rosada rajita, y pronto estuvo con mi boca en contacto con aquellos labios vaginales carnosos, hasta diría, sabrosos, que fueron mi primer manjar de hembra.
Me guió. Fue maestra enseñándome a darle placer y saborear sus jugos.
Temblaba como vara verde, porque desconocía yo ese terreno tan fantástico.
Me prendí de su impresionante cuerpo de diosa. Más me prendí aun, cuando fue ella la que me agasajó dándome la primera lamida que recibiera mi pija. Ella se había acabado con lo poco que pude hacerle, yo acabe también con lo poco que necesite para explotar.
Recuerdo que ese dia, me dejo chuparla toda. Hubiera pasado toda la mañana saboreándola, si ella no hubiera puesto fin a aquel primer festín de mi vida.
Aquel relato de mi hermanito postizo, me puso caliente y sin darme cuenta siquiera estaba lamiéndole su músculo viril, el pareció reconstruir aquel dia con su tía, porque me lamió toda tan rico, que tuve dos hermosos clímax como los que tanto me gustan, supongo que lo que yo llamo clímax, otras llaman orgasmo o acabadas.
Entre jadeos quería saber mas de su historia, pero el, perverso y degeneradito quería saber y sondear sobre mis inicios.
Así que fui poco a poco contándole….. y aprendí que eso de recordar y contar también calienta bastante, ahora entiendo eso de los relatos.
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